En la Casa de la Amistad Argentino-Cubana de la Ciudad de Buenos Aires se hizo un acto político y cultural, con la presencia de Pedro Pablo Prada, embajador de Cuba en nuestro país, quien afirmó que “el Che es una figura de todos los tiempos”.
El sábado 14 de junio se cumplieron 97 años del nacimiento en Rosario de Ernesto Guevara de la Serna. Como definió en su monumental biografía el escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II, “Ernesto Guevara, también conocido como el Che”.
Tres letras que se hicieron universales, como sinónimo de rebeldía, de lucha por un mundo mejor, de Revolución.
Ante la presencia de alrededor de 200 personas que colmaron la Casa de la Amistad el último sábado para celebrar el ejemplo del Che, se descubrió el busto donado por el escultor Fabián Torriani, que quedó exhibido junto a los restos de la escuelita de La Higuera, donde fue asesinado el Che en Bolivia, aportados por el compañero del movimiento de solidaridad con Cuba Juan Minghetti. El acto también contó con la participación del grupo musical “Mil guitarras por Víctor Jara”, que cerró su repertorio interpretando “El Pueblo Unido Jamás será Vencido” ante un público que acompañó cantando cada estrofa con los puños cerrados y los dedos en “v”.
El embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada, fue el encargado de recordar al comandante Ernesto Guevara en el acto realizado en la Casa de la Amistad Argentino-Cubana y lo hizo desde las palabras del gran poeta Nicolás Guillén, a través del poema “Che Comandante”. “Lo retrata muy bien cuando habla de ese Che que ordena sin mandar, que manda compañero con voz de camarada y amigo”, apuntó.
Prada reflexionó sobre que “de eso hablamos cuando invocamos al Che, al renacido, como le llamaba Eduardo Galeano, porque miren que lo han tratado de matar. Miren que lo han tratado de matar tantas veces y no pueden, porque siempre renace en los pueblos. Renace en las luchas de los pueblos”.
El embajador cubano manifestó su “solidaridad con Cristina Fernández, víctima del lawfare del imperialismo” y aseguró que “los pueblos siempre vuelven y con ellos siempre vuelve el Che. Para inspirarnos, para aleccionarnos, para educarnos, para formarnos”. En esa línea agregó que “no pensemos que cada uno de nosotros, incluso el mejor de nosotros, ya puede estar formado como el mejor revolucionario, el hombre o mujer nuevos”.
Con respecto a las celebraciones que se hacen para recordar al Che, que generalmente se concentran en el aniversario de su caída, de su asesinato, Prada invitó a celebrar “siempre su vida. En el día de su nacimiento y todos los días. Porque al celebrar su vida recordaremos todo aquello que nos ha colocado en el medio del pecho y que lo ha colocado en nuestras banderas”. A todo eso, dijo Prada, “el Che lo ha convertido en algo más que una marca, que una imagen en una remera y que es algo que llevamos impregnados en la piel, en las entrañas, en nuestros cerebros”. Eso sirve “para ser mejores, para poder asaltar los imposibles, para creer como creíamos, él y Fidel, que no hay enemigo poderoso ni hay obstáculo grande si existen ideas firmes y la voluntad más férrea de vencer los obstáculos y triunfar”.
Asimismo, el representante del gobierno cubano dejó una reflexión que actualiza el desafío de la batalla de ideas cuando afirmó que esta hoy también “se libra con los celulares, con las computadoras. Y es imprescindible que estemos ahí como revolucionarios, a pesar de los algoritmos”
En tanto que, sobre el complejo momento que atraviesa el mundo, el embajador cubano relató que “campean las guerras, como Europa que se desangra. Somos testigos del horrible genocidio que está teniendo lugar en el Medio Oriente con el pueblo palestino y estamos percibiendo la manera brutal en que son reprimidos los estudiantes y la población de los Estados Unidos”.
Hacia el final de su intervención llamó a seguir el “antiimperialismo y el internacionalismo del Che” y a “recordarlo defendiendo a Cuba en Punta del Este”, en referencia al discurso que diera Ernesto Che Guevara en la V Sesión Plenaria del Consejo Económico y Social Interamericano, en 1961. Pero también rememoró la participación del Che “en el Congo, en Bolivia y en todas las tareas internacionales, como cuando acercó la solidaridad de la Revolución Cubana a Gaza cuando aún era colonia británica”.
“El Che no es una figura de una generación. Es una figura de todos los tiempos. Dejó una obra intelectual impresionante. Cuando parece que se cierran todos los horizontes, pensemos en el ejemplo del Che”, sintetizó Prada y finalmente llamó a que “seamos todos los días un poco más como el Che”.