El Partido Comunista rechazó la presencia del presidente en esa ciudad, hasta donde viaja hoy para participar del acto central por el Día de la Bandera. Esta fecha y la figura de Manuel Belgrano, “deben servir para reafirmar que el camino es continuar impulsando la movilización popular”, recalcaron los comunista rosarinos.
El Partido Comunista de Rosario hizo público su rechazo a la visita que hoy va a llevar a cabo a esa ciudad el presidente Javier Milei, donde según se espera va a encabezar con el gobernador Maximiliano Pullaro el acto central por el Día de la Bandera que, recalca el PC, es una fecha que debe conmemorar “una gesta antiimperialista por excelencia para nuestro pueblo”.
Y, en este sentido, puntualizó que en la actual coyuntura que está atravesada por una “abierta perdida de soberanía y nuevas formas de colonialismo”, esta fecha y la figura de Manuel Belgrano “deben servir para reafirmar que el camino es continuar impulsando la movilización popular con protagonismo del movimiento obrero, del feminismo, del movimiento estudiantil, de los barrios populares, la juventud y las luchas ambientales, para alcanzar la segunda y definitiva independencia”.
De acuerdo a la información que se hizo pública por medio de la cuenta que en la red X posee la Oficina del Presidente, Milei prevé llegar al Internacional Islas Malvinas, pocos minutos antes del inicio del acto central programado ante el Monumento a la Bandera, donde se espera que se dirija a los presentes. Pero no tiene acordada ninguna reunión con Pullaro o con el intendente Pablo Javkin.
Va a ser la primera presentación pública de Milei después de que el Senado votara favorablemente el Proyecto de Ley Bases 2, un resultado que contó con el aporte que hicieron dos de los legisladores santafecinos, los radicales Eduardo Galaretto y Carolina Losada, pero no con el de Marcelo Lewandowski quien votó en contra del proyecto.
“La votación fue la que era esperada”, sostuvo el secretario del PC de Rosario, Norberto Champa Galiotti, quien también puntualizó que el resultado registrado en la Cámara Alta, es un correlato de la composición que tiene ese cuerpo, ya que “los partidos que hegemonizan el Senado, representan intereses de una burguesía que se ha transformado, por lo que ya que no es la misma de hace cincuenta años que fue cuando comenzó a transnacionalizarse a lo que se sumó posteriormente la reforma del Estado, las privatizaciones, extranjerizaciones de la banca y del comercio exterior, entre otras cosas”.
Por eso “se produjo una transformación del motor del capitalismo, que pasó a ser transnacional, entonces la burguesía cambió su configuración y sus intereses pasaron a ser otros”, y por eso “cuando decimos que el esquema político se desplazó hacia la derecha, es porque esos sectores políticos que plantean una reconciliación de clases o pretenden representar a la pequeña y mediana burguesía, se mueven de acuerdo al sujeto social al que representan”.
Así las cosas, Galiotti hizo hincapié en que “hoy el capital ya no tiene ningún compromiso con el pueblo”, por lo que “estos sectores de la política, siguen representando a esos intereses de la burguesía, pero en su condición actual”. Y esto ayuda a explicar las posiciones que adoptaron en el Senado “sectores que alguna vez fueron progresistas como la UCR y parte del peronismo que tiene tradicionalmente una postura conciliadora de clases”.
Y volvió a recalcar que “hay un desplazamiento de la sociedad hacia la derecha y, por lo tanto, el comportamiento político de los sectores que representan a la burguesía también se corrió hacia la derecha”, por lo que “es imposible esperar otra posición que el apoyo a esta ley que es un avance hacia algo nuevo, un salto a una instancia institucional y republicana distinta que plantea un nuevo paradigma de capitalismo en este tiempo, que es necesario para desplegar y defender esta hegemonía en su condición neoliberal, fascista y guerrerista como reacción ante un mundo que plantea una transición hacia una multipolaridad”.
Un escenario que “lleva la hegemonía del capitalismo global a plantearse estas modificaciones, que se verifican en un Estado que no tiene consideración alguna sobre su función social y aparece simplemente como administrador de los grandes negocios”, y que encuentra en un instrumento como la Ley Bases 2 y específicamente en el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, “la garantía para cualquier multinacional, de que va a poder explotar libremente recursos naturales del país, ahora amparada por una ley”.
Con este telón de fondo, el titular del PC rosarino, fue claro al remarcar que “esta situación no se va a dirimir en el Congreso” ya que, “hoy más que nunca, resulta evidente que para torcer la correlación de fuerzas, la única posibilidad es con la organización del pueblo a partir de un poder popular que debemos construir, que confronte con el de esta burguesía transnacional y sus ceos que desde hace un buen tiempo gobiernan el país”. De ahí que no dudó al sostener que es preciso “construir poder popular que parta de la toma de conciencia de que hay que enfrentar al capitalismo”, ya que “no hay poder popular si no hay anticapitalismo y menos si se quiere conciliar con el sistema”.