El fin de semana sesionó el Comité Central del Partido Comunista. La reunión, presidida por Jorge Kreyness —secretario general del Partido—, estuvo marcada por la preocupación y el análisis ante la avanzada militar de Estados Unidos en la región, especialmente sobre Venezuela. En su informe político, Kreyness advirtió sobre la estrategia estadounidense para América Latina, recientemente explicitada en un documento interno del propio gobierno norteamericano titulado “Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos”. El titular del PC denunció que el gobierno de Milei encarna una nueva fase de la dominación capitalista en la Argentina y el capítulo de mayor sometimiento del país al imperialismo yanqui.
El fin de semana sesionó, en la casona del Partido Comunista ubicada sobre la Avenida Entre Ríos, en la Ciudad de Buenos Aires, el Comité Central del Partido Comunista, presidido por su secretario general, Jorge Kreyness. Durante la reunión, el pleno del Central avanzó en una caracterización de la etapa histórica que atraviesan el país y la región, fuertemente condicionada por la avanzada política y militar de Estados Unidos sobre el hemisferio occidental, en particular sobre América Latina y el Caribe. Junto a Kreyness, los dirigentes provenientes de distintas partes del país realizaron un análisis político acerca de los nuevos ataques que el gobierno pretende impulsar a partir de la nueva composición del Congreso Nacional, entre ellos la reforma laboral, la reforma previsional y la reforma del Código Penal.
El informe político del titular del PC estuvo centrado en analizar y denunciar la nueva geopolítica de Estados Unidos, que coloca a nuestro país y nuestro continente en el epicentro de sus intereses económicos, políticos y militares. Kreyness informó que “en las últimas horas tuvimos acceso al nuevo documento de seguridad nacional de los Estados Unidos, dado a conocer en los últimos días”. Titulado “Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos”, afirma que, tras años de abandono, Washington reafirmará y aplicará la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental, con el propósito de proteger el territorio nacional y asegurar su acceso a “geografías clave” en toda la región. El documento sostiene además que Estados Unidos negará a competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales en nuestro continente.

El titular del PC desgranó el documento y afirmó: “cuando Estados Unidos se refiere al acceso a geografías clave, no alude a los mapas sino a los recursos naturales de nuestros países”. Y recordó que “si bien la Doctrina Monroe se dirigía originalmente contra las potencias europeas —entonces inmersas en la competencia intercapitalista—, hoy es evidente que el país extracontinental aludido ya no es Inglaterra o Francia sino China”. El dirigente del PC señaló que “el documento plantea que Estados Unidos debe reconsiderar su presencia militar en el hemisferio occidental y concentrar sus fuerzas en América Latina y el Caribe, relocalizando en la región aquellas unidades actualmente desplegadas en otros puntos del mundo”.
En este contexto, Kreyness denunció que “las fuerzas navales estadounidenses ya se encuentran en el Mar Caribe, violando el derecho internacional y la normativa marítima vigente”. Y recordó que “para Washington, el Caribe sigue siendo su ‘panza blanda’, su punto débil, especialmente desde la instauración de la Revolución Cubana”.
En el marco de este difícil panorama regional, en el que Estados Unidos concentra sus energías contra la Revolución Bolivariana con el propósito de derrocar al legítimo gobierno de Maduro, apoderarse del petróleo venezolano y lesionar los procesos de cambio a favor de una integración antiimperialista en América Latina, Kreyness afirmó que “Javier Milei, junto con Bullrich, Caputo y Sturzenegger, representa una nueva fase de la dominación capitalista en la Argentina”. “Debemos insistir —puntualizó— en que el país es capitalista y dependiente, en particular del imperialismo estadounidense: esta es la característica principal de nuestra estructura económico-social”. En esta nueva fase, que representa una avanzada del gran capital contra la clase trabajadora, también “observamos un fuerte retroceso del sector estatal y de la economía de la pequeña y mediana empresa, así como de las empresas nacionales, en beneficio de un marcado avance de las corporaciones transnacionales”.
El Secretario General, no obstante, señaló que “asistimos también a un crecimiento de las inversiones procedentes de China”. Esto es relevante porque “uno de los pedidos explícitos de Estados Unidos al gobierno nacional es expulsar a China del país”. Sin embargo, remarcó, “numerosos estudios y analistas señalan que, dada la magnitud de la presencia china en Argentina, se trata de una exigencia imposible de cumplir, sobre todo por el peso de las inversiones en infraestructura, los acuerdos con las provincias y los compromisos financieros”.
Así, Argentina se encuentra en el epicentro de una contienda geopolítica que cuestiona la vieja hegemonía norteamericana y que plantea un mundo multipolar. Pese a la realidad de los cambios, Estados Unidos se resiste a perder el poder que supo ostentar. Por ello, “cuando afirmamos que el gobierno de Milei se encarrila perfectamente en el plan estratégico del imperialismo para la región y para nuestro país, señalamos que lo que se presenta como un ‘salvataje’ de la Argentina es, en verdad, un salvataje para la crisis interna de la economía estadounidense”. Y agregó que “el plan estratégico de Estados Unidos para la Argentina es de largo plazo: busca dejar al país enclaustrado en los márgenes del ultraliberalismo, sin un Estado capaz de regular el capital extranjero”.
Desafíos internos
El gobierno nacional es un representante local de los intereses yanquis en la región. Específicamente, Kreyness señaló que “representa cabalmente los intereses del sector financiero global más concentrado; basta con revisar los currículums de Caputo y Sturzenegger”. En sintonía con estos intereses, el gobierno se plantea llevar a cabo una serie de reformas estructurales que, de implementarse, significarían un enorme retroceso histórico. “La próxima batalla inmediata es contra la ley de reforma laboral, una iniciativa que plantea un escenario preperonista y pre-Alfredo Palacios, lo cual permite dimensionar el retroceso histórico que implicaría su aprobación”, dijo el dirigente del PC al referirse al acumulado de conquistas obreras alcanzado en distintos momentos de la vida política nacional que se borrarían de un plumazo. En línea a los objetivos que persigue la reforma laboral aparecen en la agenda inmediata del oficialismo una reforma previsional y una reforma del Código Penal que contempla, por ejemplo, una pena de diez años para trabajadores que tomen una fábrica exigiendo un aumento del salario o una mejora en las condiciones en que desempeñan su labor.
Frente a este escenario, resulta imperativo trabajar por la unidad del movimiento popular con un claro sentido antiimperialista. “La unidad debe orientarse al desconocimiento de la deuda externa fraudulenta, a impulsar la incorporación de Argentina a los BRICS, a consolidar la unidad latinoamericana, a promover la creación de una nueva institucionalidad; una democracia basada en el Poder Popular y en una nueva Constitución Nacional, y a conquistar la reducción de la jornada laboral sin disminución de los salarios para distribuir las horas de trabajo y combatir el desempleo”, argumentó Kreyness.
Por su parte Florencia Dahbar, integrante del Comité Central y dirigente cordobesa, dialogó con Nuestra Propuesta al término de la reunión y resaltó que “fue un encuentro muy enriquecedor, tanto por la diversidad de temas abordados como por la profundidad del intercambio”. Uno de los principales denominadores comunes de las reflexiones del CC fue la gran preocupación frente a la amenaza imperialista sobre Venezuela, “una situación que nos coloca, como comunistas, en una posición de absoluta solidaridad con el pueblo venezolano y su revolución”. En cuanto a esta prioridad, añadió que “confiamos en las fortalezas construidas en los últimos años, pero sabemos también que es indispensable convocar al pueblo argentino y latinoamericano a la defensa de la Revolución Bolivariana”. Y remarcó: “entendemos que la posibilidad de una invasión a Venezuela está directamente vinculada con el intento de debilitar todo proceso político de transformación en la región”.

Uno de los temas que también abordó el Central fue la cuestión palestina: “reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino y la importancia de fortalecer las acciones concretas de acompañamiento”, resaltó Dahbar. Palestina sufre un asedio permanente por parte de Israel y el genocidio en Gaza no ha terminado con el anuncio formal del alto al fuego. Del mismo modo que Cuba sigue enfrentando un bloqueo criminal desde hace más de seis décadas por parte de Estados Unidos, que se recrudeció con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, algo que la dirección del PCA tampoco soslayó el último fin de semana.
En el plano local, directamente condicionado por la situación regional, la dirigente comunista anticipó que “se aproxima un 2026 marcado por grandes contiendas que los trabajadores y las trabajadoras tendremos que afrontar como parte de la lucha y la resistencia frente a este gobierno de derecha y orientación neoliberal”. En ese camino, puntualizó que “tenemos por delante la confrontación contra la reforma laboral que el gobierno pretende impulsar, así como contra la reforma del Código Penal y la reforma previsional”. Y concluyó que “toda la política del gobierno avanza en un mismo sentido: precarizar la vida de los trabajadores, vulnerar los derechos humanos y destinar los fondos públicos a la especulación y al negocio financiero”.
Otro de los puntos nodales de los debates y resoluciones de la reunión fue el de continuar impulsando el fortalecimiento del Partido y la juventud comunista desde los organismos básicos para abonar, con foco en el movimiento obrero y en el movimiento estudiantil, a los objetivos estratégicos de la construcción de Poder Popular y a la conformación de un gran Frente Antiimperialista; objetivos que, como plantea la línea política reafirmada por el CC, se vuelven aún más urgentes en esta etapa.
Para el 108 aniversario de la fundación del Partido Comunista de la Argentina se realizará un acto central el 10 de enero en la Ciudad de Buenos Aires. En tanto que toda la militancia partidaria se dispone a ir organizado, junto a la Liga Argentina por los Derechos Humanos, los preparativos para la gran movilización por los 50 años del último golpe de Estado cívico-militar el próximo 24 de marzo; claro que sin dejar de estar en estado de alerta durante el verano para hacerle frente con la movilización popular y un plan de lucha en unidad a la profundización del ajuste y la entrega que impulsa este gobierno neofascista, neocolonial y ultraliberal.
