La comunidad educativa del Instituto Superior de Formación Docente 41 de Almirante Brown resiste la amenaza de traslado de su sede y advierte que el lugar elegido para ello no reúne condiciones como para albergar a toda la matrícula. Desde La Violeta de esta localidad bonaerense se hizo pública la solidaridad con los alumnos. Se trata del Terciario más grande de la provincia de Buenos Aires.
La comunidad educativa del Instituto Superior de Formación Docente (Isfd) 41, el ex Colegio Nacional ubicado en la localidad de Adrogué, en el municipio bonaerense de Almirante Brown, se encuentra en estado de alerta desde que la semana pasada recibiera la noticia de que la institución educativa va a ser trasladada a una nueva sede en la localidad de Burzaco.
Esta determinación viene siendo resistida por estudiantes y docentes que, tal como distintas organizaciones de base que los apoyan, coinciden en advertir que en Burzaco el edificio no cuenta con el espacio suficiente para que sean garantizadas las cursadas de las diferentes carreras que alberga.
Al respecto, tras solidarizarse con la comunidad educativa del Instituto, la titular del Partido Comunista de Almirante Brown e integrante de La Violeta Docente, Nelly Méndez, recordó que “esta situación de desalojo fue alertada oportunamente por anteriores gestiones del Isfd 41, que manifestaron que fue decidida con el acuerdo de la dirección del establecimiento, autoridades municipales y provinciales, quienes a su vez niegan el hecho diciendo que son ‘informaciones falsas’”.
Méndez también recordó “los más de cincuenta años de presencia en Adrogué del Isfd 41, donde funciona la comunidad del terciario más grande de la provincia de Buenos Aires” y donde, asimismo, “años atrás en su edificio funcionó un colegio nacional nocturno, conviviendo con otras dos instituciones educativas secundarias, la EES 11 y la 13”. Pero ahora, lamentó, “debido a esta situación conflictiva algunas carreras se cursan en la Universidad de Almirante Brown complicando la cursada para muchos alumnos”.
La dirigente de La Violeta Docente puntualizó además que en su momento la inspectora del nivel superior, Natasha Andino, propuso como “solución” algo que no fue aceptado, ya que consistía en mudar parte del edificio a la sede de escuela secundaria 39 de Burzaco, “medida que fue rechazada mediante una asamblea de la comunidad estudiantil”. Fue así que ante esta reacción organizada “el municipio, que actualmente conduce el intendente del PJ Juan José Fabiani,‘prometió’ construir otra sala, con lo cual dicha repuesta fue valorada como ‘demagogia’, porque la segunda ala del edificio todavía no está terminada y entonces cabe preguntarse cómo van a construir una tercera ala”.
A raíz de malas condiciones edilicias, años atrás trasladaron cursos a otras instituciones de la zona. “Donde funciona el nuevo edificio de la calle Colombres, sus terrenos fueron conquistados mediante la lucha histórica de los estudiantes, enfrentándose al oficialismo del distrito que intentó darle otra orientación, desde donarlos hasta crear una cancha de fútbol”, señaló Méndez y subrayó que “sólo mediante la lucha organizada de las y los estudiantes se construyó el actual edificio de la sede de Colombres”.
Más allá de estas disputas, reflexionó que “el problema que afecta a los estudiantes no es el traslado en sí, sino el hecho de que el mismo sea forzoso e improvisado por imposición del ex intendente y actual diputado bonaerense Mariano Cascallares”, del PJ, y tras insistir con que “los estudiantes se oponen al traslado porque el lugar elegido no puede albergar a todos los alumnos al ser un espacio reducido”, remarcó que “lo acordado en 2022 fue un traslado ordenado y gradual a la sede de Colombres, sin violentar la cursada”.
En este contexto afirmó que “las agrupaciones Oktubre y Educar es Incluir, actuales conducciones del Centro de Estudiantes, son un elemento central en hacer pasar esta medida del intendente que pretende expulsar a la comunidad del Isfd 41 para sus propios fines políticos” y que “con diversas medidas coercitivas en contra del estudiantado pretende frenar la lucha, desmoralizar y desmovilizar”.
Por todo esto, “la comunidad estudiantil, independientes y autoconvocados desde las bases, instan a estar al frente de esta lucha para impedir el desalojo del ISFD 41, ya que hacerlo viola los acuerdos pautados con anterioridad entre ambas partes”, sostuvo Nelly Méndez. “Se trata de una batalla dura contra el aparato distrital y sus agrupaciones estudiantiles cómplices del ajuste” pero aclaró que “con organización se puede ganar”, por lo que convocó a estudiantes, graduados y profesores “a sumarse a las asambleas para discutir, analizar y organizar la continuidad de la lucha”.