Crecen los apoyos para la apertura y construcción del Canal de Magdalena, en el marco de la lucha de organizaciones políticas, sociales y sindicales para que el Estado recupere la administración de la Hidrovía Paraná-Paraguay.
La apertura de la licitación internacional para reconcesionar la Hidrovía Paraná-Paraguay generó un amplio movimiento en el país, pero especialmente en las provincias atravesadas por el cauce del río, a favor de la recuperación de un área clave para la soberanía marítima, territorial, económica y política de Argentina.
Además de los pedidos para que el Estado asuma la administración política y económica de la Hidrovía, como los realizados recientemente por el Partido Comunista, en las últimas horas se intensificó el reclamo de intendentes y dirigentes de la provincia de Buenos Aires a favor de la apertura y construcción del Canal de Magdalena.
Con ese propósito se realizó en las últimas horas un “Acto para la soberanía nacional y el desarrollo productivo”, organizado por el intendente de Ensenada, Mario Seco, y que contó con la presencia de Nicolás Ramos y Guadalupe Viñuela Flores, dirigentes del Partido y la Fede de la provincia de Buenos Aires.
Allí, bajo la consigna “una región organizada en apoyo al Canal Magdalena”, distintos sectores explicitaron y dieron su apoyo a la iniciativa del Canal de Magdalena. “Esta propuesta va a impulsar el puerto de nuestra ciudad, generará nuevos puestos de trabajo, permitirá ampliar el desarrollo productivo de la zona y será una bandera más de nuestra Soberanía Nacional”, dijo al respecto Secco. Por su parte, Viñuela Flores expresó que “la apertura del canal de Magdalena es soberanía nacional y esto significa más trabajo y más derechos para el pueblo argentino”.
Uno de los puntos más sobresalientes a favor de la construcción del canal es la revalorización del puerto de La Plata para el comercio nacional e internacional y para la actividad económica de la provincia. El puerto de La Plata es fundamental porque facilita, desde la capital provincial, la conexión con el sistema portuario nacional y además tiene una cercanía estratégica con la Zona Franca La Plata.
La construcción del Canal de Magdalena tiene una importancia estratégica para Argentina. En la actualidad la totalidad de las embarcaciones que parten del Paraná, antes de reingresar al mar argentino, se ven obligados a navegar por aguas que están bajo control jurisdiccional de Uruguay. Recién allí pueden dirigirse a otros puertos nacionales. Esto es así por el actual diseño de la Hidrovía.
Con la construcción del Canal de Magdalena, lo que se busca es una nueva ruta que permita a los buques que navegan por el Paraná entrar y salir del mar argentino hacia los puertos nacionales sin la necesidad de tener que pasar por aguas uruguayas.
En síntesis, la apertura del Canal de Magdalena implica una nueva ruta navegable desde el lado argentino del Río de la Plata hasta el Atlántico.
La prueba de que se trata de una disputa política, que lesiona los intereses económicos de las empresas transnacionales vinculadas al comercio internacional, es que la apertura y construcción del canal había sido aprobada en 2015, pero el gobierno de Macri detuvo la iniciativa, con el propósito de continuar con un esquema más favorable para estas empresas. Recordemos que con el esquema actual, que la apertura de la licitación internacional no modifica, las multinacionales se quedan con más de diez mil millones de dólares que podría recaudar el Estado nacional.
La lucha por la apertura y construcción del Canal de Magdalena renueva la importancia estratégica de la Hidrovía Paraná-Paraguay (ver Hidrovía Paraguay-Paraná ¿Por qué privatizarla otra vez?) y porque es preciso recuperar la soberanía sobre los puertos y las vías navegables marítimas fluviales y lacustres del país.