A esto convocó la secretaria de La Fede bonaerense, Guadalupe Viñuela Flores, tras lo que puntualizó que “vamos a seguir construyendo la Revolución en nuestro país y en cada rincón del mundo”. Y, para ello, “necesitamos profundizar ese proceso de unidad y disputa de la mano de una discusión de programa”.
Un recorrido por algunos de los principales hitos de “107 años de una historia de coherencias, de impaciencias, de una perseverancia revolucionaria que tiene miles de hitos a lo largo y ancho del mundo, y en particular de Argentina”, fue el que hizo la secretaria de La Fede bonaerense Guadalupe Viñuela Flores, cuando el sábado pasado se dirigió a los presentes congregados ante la sede del Comité Central para festejar un nuevo aniversario del Partido Comunista.
Rápidamente en el relato aparecieron La Patagonia Rebelde, la Reforma del 18, la lucha de los años 60 con el Cordobazo y el Choconazo, la resistencia a la última dictadura militar “y tantos intentos de proscripción, de persecución y de combate que llevaron a cabo distintos gobiernos, en particular en la lucha de resistencia a la última dictadura que nos dejó un movimiento de Derechos Humanos del cual los y las comunistas somos protagonistas desde la primera hora”, pero también “la resistencia de los jóvenes que enfrentaron el neoliberalismo instaurado en la década de los 90…en la lucha combativa en las calles de 2001”.
Estos son momentos enormes contactan también “en una historia más reciente que nos encontró siendo protagonistas de la mano de Lohana Berkins, de Diana Sacayán y de camaradas que han levantado bien en alto las banderas del feminismo de la primera ola, como Fanny Edelman” por eso “fuimos parte de la revolución de las hijas, de las nietas, del colectivo Lgtbq+ y vamos a seguir siéndolo”.
Así las cosas y de cara al año que está comenzando, Viñuela Flores convocó a transitar “este presente de lucha para construir la Revolución y hacer de esta historia una historia viva y no sólo un cúmulo de hitos”, algo que describió como “el desafío principal que tenemos que afrontar, entendiendo que en toda época y lugar los comunistas y las comunistas vamos a estar luchando por la felicidad y la dignidad de la clase trabajadora y de los pueblos de todo el mundo…así que qué nos van a venir a hablar del fin de la historia y de las ideologías”.
En este marco no dudó a la hora de aseverar que “estamos acá para poder reconstruir la alternativa a todas las desgracias y crímenes de este capitalismo que, en una crisis civilizatoria y sistémica, ha puesto a la humanidad al borde del abismo una y otra vez de forma cíclica y brutal”, pero también “para decirles que los comunistas y las comunistas seguimos haciendo historia, vamos a seguir construyendo la Revolución en nuestro país y en cada rincón del mundo”.
Porque, puntualizó, “la lucha de clases no es una cuestión de mera voluntad, sino que es efectivamente el motor de la historia misma y por eso la batalla cultural por la construcción de una conciencia de clase colectiva y revolucionaria, es una de las tareas que nos demanda el momento”. Pero reflexionó que “para que los comunistas seamos la historia viva, la discusión y la reflexión es lo qué tenemos que hacer para torcer el rumbo de esta historia que sólo le trae desgracias a la humanidad”, por lo que planteó como una tarea primordial “la unidad político- ideológica y fundamentalmente de acción del Partido y de la Juventud Comunista para fortalecernos, debemos asumir que la principal tarea es recoger toda nuestra fuerza, disposición y voluntad para asumir los desafíos que nos trazamos en nuestro último Congreso”.
Mientras que en simultáneo destacó que es preciso “una profundización de la lucha concreta en cada uno de nuestros frentes de masas” y recordó que durante 2024 “el movimiento estudiantil, junto al de los jubilados, ha sido uno de los protagonistas de la resistencia a esto gobierno cipayo de Milei”, tras lo que apuntó que “necesitamos seguir debatiendo en torno a la universidad que queremos para este proyecto de sociedad con el que soñamos y fundamentalmente una universidad que se ponga al servicio de los intereses y las necesidades del pueblo y, para eso, debemos concentrar nuestras fuerzas en cada aula y pasillo para dar las discusiones, porque precisamos profundizar y radicalizar la lucha y ahí también”.
Asimismo, Guadalupe Viñuela Flores, recalcó que “no debemos dejar las calles y las luchas por más que no parezca tan clara la victoria” y añadió que “nuestro rol va a estar profundizando los conflictos y las luchas, defendiendo todo lo conquistado hasta acá, pero también entendiendo y asumiendo un compromiso respecto a la construcción de la alternativa para nuestro país” y, en ese sentido, “precisamos asumir los desafíos colectivos del movimiento popular argentino, para lo que necesitamos unidad concreta de las luchas, porque hay que cortar con la dispersión, la paralización y la fragmentación”.
Entonces resulta preciso “avanzar en cada uno de nuestros sindicatos, en la unidad de las dos centrales, porque todos los ámbitos de la clase trabajadora tienen que poder estar aunados en un mismo centro coordinador de las luchas y de la mano de la movilización popular y la agitación callejera”. Y en este sentido, ejemplificó como “Venezuela, Cuba y una infinidad de procesos revolucionarios que han logrado mantenerse en pie por ganar las calles, disputarlas y seguir creciendo en un proceso de Poder Popular en el que el pueblo es protagonista de la conquista de sus derechos”.
Por eso es que, tal como lo formuló Viñuela Flores, la pregunta es “¿Cómo asumimos los desafíos que plantea el proceso de unidad y disputa en nuestros frentes de masas con nuestros aliados? ¿Cómo construir un movimiento popular que logre avanzar en una alternativa? “Esta crisis de representatividad, que no es otra cosa que parte de la crisis civilizatoria del capitalismo, debe ser para nosotros un faro de posibilidad. Venimos diciendo cuáles deben ser las discusiones y mecanismos de construcción de esa unidad que vamos a disputar, y esto tiene que ver con la democratización de las decisiones y de la construcción efectiva y real de Poder Popular”.
Entonces insistió “necesitamos poder profundizar ese proceso de unidad y disputa de la mano de una discusión de programa que tenga de mínima dos grandes componentes”, uno vinculado “directamente con el programa que necesitamos para un proyecto nacional, federal, soberano e independentista, pero que también dialogue con creatividad revolucionaria con los problemas reales y concretos del pueblo que son los que hacen que el día a día no pueda vivirse con dignidad y con felicidad”.
Tras lo que sin vueltas hizo hincapié en que “tenemos que poder ser claros, contundentes y concretos en relación a este proceso de lucha que venimos dando y que vamos a seguir profundizando para que se plebiscite en el plano electoral que no puede ser ni un mero formalismo”, ya que “debe ser el momento para plebiscitar nuestro programa y proyecto de cara al pueblo”. Y sostuvo que “lo que nos demanda el momento histórico no es otra cosa que militar y seguir militando que es lo que nos enseñó a hacer nuestro Partido…militar hasta que lo imposible se vuelva inevitable y por la revolución nacional y social en Argentina”.