Desde la Liga, Malena Silveyra destacó que el lunes se consiguió “una unidad que respetó las diferencias existentes y cada una de las identidades”, pero que a su vez “supo encontrar puntos de acuerdo en las cosas que nos unen”. Y confió en que lo del lunes “sea un puntapié hacia la organización de una resistencia en mejores condiciones”.
El carácter unitario con el que se logró construir, después de varios años, la jornada de movilización convocada por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, fue destacado desde la Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh) por Malena Silveyra, quien también hizo hincapié en la pertinencia de las consignas que abiertamente llamaron a marchar “contra el fascismo y la miseria planificada” como un hilo conductor que une el rechazo al golpe de Estado perpetrado el 24 de marzo de 1976 y las políticas que en la misma sintonía que lo inspiraron, impone ahora la Presidencia Milei.
“Una de las cosas más valorables de la jornada del lunes pasado, tiene que ver con haber alcanzado la unidad en esta movilización tras diecinueve años en los que existieron dos marchas”, señaló y añadió que se trató de “una unidad que respetó las diferencias existentes y cada una de las identidades”, pero que a su vez “supo encontrar puntos de acuerdo en las cosas que nos unen”.
Por eso es que “fue un gran paso la convocatoria única, pero también lo fue haber podido construir ese mensaje en común donde se reflejan los ejes centrales de lo que nos parece importante en este momento, que tiene que ver con la necesidad de enfrentar el avance del gobierno de Milei sobre todos los Derechos Humanos en sentido amplio”, tal como se puede advertir en los ataques que desde La Rosada se perpetran “contra el trabajo, los jubilados, la educación y la salud”. Y, asimismo, volvió a estar presente “la continuidad de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia”, como también “la reivindicación y recuperación de las historias de militancia de las organizaciones populares y la resistencia como una herramienta principal para la disputa”.
Estos ejes centrales que se vieron durante la jornada en todo el país, “son comunes a los distintos espacios, más allá de que después tengamos un montón de diferencias políticas que seguramente se expresarán en líneas distintas en otros momentos y debates en los que estaremos más o menos cerca de distintas expresiones electorales, pero como organismos de Derechos Humanos esos ejes nodales son los que nos guían y tenemos en común, por eso son los que nos permitieron consolidar esta unidad”.
Así las cosas, Malena no dudó a la hora de señalar que “la coyuntura también colaboró para que el escenario estuviera predispuesto para construir la unidad”, ya que “es muy compleja para nuestro pueblo en todos los ámbitos y sectores, también en lo que tiene que con los Derechos Humanos”. Y recordó que durante las últimas semanas, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación fue víctima del recorte y achicamiento del Estado, por lo que “hay áreas que están quedando casi vacías y entonces es muy difícil sostener esas políticas públicas”, mientras que en simultáneo, “hay un discurso claramente reivindicatorio de la última dictadura como podemos ver en el video de Agustín Laje que publicó la Casa Rosada como oficial por la efeméride”.
Entonces en ese contexto “los Derechos Humanos y la Memoria, Verdad y Justicia que durante varios años fue un eje articulador de las luchas del movimiento popular, vuelve a tener ese carácter”, por eso el lunes en varias ciudades del país “hubo más personas que en años anteriores y esto tiene que ver con que históricamente estas banderas nos sirven a todos como elemento articulador de las luchas parciales que venimos dando”. Entonces, “ha sido una jornada histórica que esperemos sea un puntapié hacia la organización de una resistencia en mejores condiciones”.
Un factor común de cada una de esas movilizaciones fue la bronca por la situación que atraviesa la Argentina, pero también el repudio abierto a Javier Milei y sus políticas ¿Pero podrá ser todo esto insumo para la construcción política? “Sí, porque uno de los elementos que están en discusión tiene que ver con revertir aquello de la derrota moral, porque el genocidio fue una derrota material de las fuerzas populares pero también una derrota moral que logró quitar la capacidad material de construir resistencia y proyecto alternativo, al tiempo que desterró la idea de que eso era posible y necesario”, reflexionó la integrante de la Ladh y puntualizó que “de alguna manera en este primer año de Milei nos pasó algo parecido, porque fue tan anunciado el ataque que cuando llega hay una sensación de que la derrota ya está consumada”.
Por eso “me parece que en ese sentido vernos en la Plaza y reconocernos, saber estamos todos resistiendo, fue importante para ir recuperando la confianza en que somos un pueblo que sabe cómo resistir porque tenemos una larga historia de organización, lucha y resistencia a la que apelar para enfrentar lo que pasa ahora”. Y el hecho de que “haya sido tan masiva y tranquila en todo el país y que la hiciéramos en unidad, nos da fuerza moral para encarar de otra manera las disputas sabiendo que no estamos solos”.