Los comunistas de Austria advierten sobre el papel que juega la Alianza Atlántica en el hostigamiento a Serbia y reclaman retornen a Viena las tropas de este país desplegadas en territorio kosovar.
El Partido del Trabajo de Austria (PTA) salió al cruce de la intención del gobierno que encabeza el canciller Karl Nehammer de incrementar el contingente de las Fuerzas Armadas austriacas que están destacadas en Kosovo que, actualmente, consiste en alrededor de cuatrocientos soldados que forman parte de la fuerza de ocupación liderada por la Otan.
Vale recordar que desde junio de 1999, comenzó a desplegarse la Kosovo Force (KFor) que actúa bajo la comandancia del alto mando de la Alianza Atlántica y que en estos momentos cuenta con alrededor de cuatro mil efectivos agrupados en cuatro brigadas integradas por militares de EE.UU., Polonia, Suiza, Turquía, Italia, Irlanda y Austria.
Nehammer hizo su anuncio al recibir en Viena al primer ministro albanokosovar, Albin Kurti, y a pocos días de que una serie de provocaciones perpetradas por la policía de Kosovo junto grupos nacionalistas que tuvieron su pico máximo cuando hacia fines de diciembre bloquearon la ruta que se va desde Kosovo a Serbia y llevaron a cabo diferentes agresiones contra personas serbokosovares.
Esta situación tensó la situación entre Pristina y Belgrado a punto tal de que el presidente serbio, Aleksandar Vucic, puso en estado de alerta máxima a las Fuerzas Armadas “para defender a los serbokosovares de las presiones de las autoridades autoproclamadas de Kosovo”.
Con este telón de fondo, el PTA hizo pública su oposición al envío de más soldados austríacos a Kosovo y exigió que los efectivos destacados en ese territorio vuelvan a Austria, ya que “no es compatible con la neutralidad estar bajo el mando de la antigua parte beligerante y poder ocupante que es la Otan” y también recalcó que “es legítimo utilizar medios militares para destruir la integridad territorial de la República de Serbia en beneficio del imperialismo estadounidense y de la UE., y el nacionalismo albanés”.
Y, en este sentido, advirtió que toda la región de los Balcanes occidentales “es el escenario y campo de interés de peligrosos conflictos imperialistas internos” en los que el gobierno presidido por Nehammer involucra a Austria “aventureramente”.
Cabe recordar que el territorio donde se emplaza la autoproclamada República de Kosovo, fue arrancado a Serbia como resultado de la guerra de agresión que lideró la Alianza Atlántica contra la formación estatal heredera de Yugoslavia durante 1999.
De ahí que el PTA hiciera hincapié en que “la ocupación actual y el régimen títere puesto por la Otan en Pristina, sirven a los planes imperialistas en la región y no tienen legalidad”, al tiempo que se sustenta “en la represión contra la población serbia y otras minorías”.