Los artistas del PC salieron al cruce de Miguel Ángel Pichetto, quien en una entrevista realizó declaraciones racistas contra los habitantes del norte argentino y cargó contra la música popular de la región, atacando así a una parte fundamental del patrimonio cultural del pueblo argentino que contribuyó y contribuye a la lucha antifascista en nuestro país. Araceli Matus, Alexia Massholder y José Orquín condenaron las declaraciones y advirtieron que forman parte del repertorio de prácticas fascistas que promueve el gobierno nacional y con las que busca destruir las conquistas del pueblo.
Artistas y referentes culturales salieron al cruce de Miguel Ángel Pichetto, diputado nacional perteneciente a la bancada de Encuentro Republicano Federal, luego de sus expresiones xenófobas y racistas contra los habitantes del norte argentino y su desprecio de la música popular de esa región en una entrevista concedida a un canal de streaming. “Los dichos son pura ignorancia, peyorativos, desafiantes, es maldad: la música argentina es inmensa” dijo al respecto Araceli Matus, presidenta de la Fundación Mercedes Sosa, nieta de Mercedes y militante del PC.
Por su parte Alexia Massholder, cantante popular, dirigente del PC e integrante de la Fundación, dijo que “el desprecio y desconocimiento respecto a la música popular expresado por Pichetto tiene como trasfondo el típico prejuicio de la derecha, y de un sector de la sociedad, de que la Argentina es blanca y de clase media, y que todo lo que no se ajusta a ese parámetro racista es problemático y debe ser combatido y subordinado”. En la misma línea José Orquín, músico integrante del grupo de folclore Grito Andino (con más de treinta años de trayectoria) y militante del PC sanjuanino, aseveró que “lo más repudiable y peligroso es el contexto en el que se producen estas expresiones, que reproducen los procedimientos típicos del manual fascista de ataque y discriminación para la generación de enemigos internos”. El músico enfatizó que “la idea de que los habitantes del norte argentino son 'extranjeros' debe ser combatida como lo que es, una idea y práctica fascista” y recordó que “es típico de la derecha acusar a un sector de la población, en especial a los inmigrantes como los responsables de la falta de trabajo, de la miseria y del aumento de la pobreza mientras en contrapartida facilita un tipo de inmigración muy particular, la de los empresarios blancos que saquean nuestros recursos naturales y económicos”.
Para Matus, entonces, “con este tipo de expresiones se tapan muchas cosas mientras se cumple con el objetivo de poner en cuestión el arte y la cultura”. En acuerdo con las palabras de la presidenta de la Fundación Mercedes Sosa, Orquín agregó que las declaraciones de Pichetto “tienen lugar en un momento de ataque particular contra los artistas y la cultura pero que a su vez forma parte de una ofensiva general, de carácter fascista, del gobierno nacional contra las conquistas del pueblo argentino”.
Una de las características de la cultura argentina es su diversidad, no desprovista de tensiones y contradicciones, pero con un núcleo popular muy fuerte y desarrollado que la derecha siempre quiso destruir. Al respecto, Massholder puntualizó que “las declaraciones de Pichetto sobre el charango y la inmigración, despreciando la música popular, tienen aristas muy complicadas”. En primer lugar, respecto al charango “es preocupante que un funcionario público con un cargo político importante y con una larga trayectoria sea portador de una ignorancia tan grande”. Las expresiones del diputado “no resisten a ningún manual de historia o geografía”. No obstante, son pronunciadas porque “es típico de algunos sectores de las clases dominantes de nuestro país, pensar que la Argentina se reduce a la llanura pampeana”. Por suerte, agregó la cantante, “la cultura nacional es mucho más amplia que la llanura pampeana”.
Por ignorancia u oportunismo político, “Pichetto desconoce la historia en la que emergieron ritmos que son muy propios, que crecieron y arraigaron desarrollando muchas problemáticas sociales que aquejaban a las clases populares de distintas regiones del país, entre ellas el norte argentino”. Al respecto Alexia recordó que se trata de “ritmos como la cueca, la chaya, el huayno, el carnavalito y una infinidad de ritmos más que tienen instrumentaciones diferentes a los de la llanura pampeana porque la Argentina se ha formado a partir de la circulación social de una cantidad de ritmos muy grande”. Para Massholder, “lejos de ser un problema, esta variedad es parte de la riqueza de la cultura nacional, que conecta con la propia historia y cultura de América Latina, que no puede ser reducida a la llanura pampeana”.