Este es el mensaje que dejaron en claro diferentes organizaciones, entre ellas La Fede, que se plantaron ante la visita que hizo a la ciudad de Oberá, Victoria Villarruel quien sigue recorriendo provincias y construyendo de un esquema propio.
“Villarruel no es bienvenida en Misiones”, es la consigna que la vicepresidenta encontró el viernes pasado al llegar a la ciudad de Oberá, hasta donde viajó invitada por el gobierno provincial para participar de la Fiesta Nacional del Inmigrante que es el encuentro que refleja, año tras año, la diversidad cultural que presenta aquella provincia.
Pero el convite que hizo el gobierno encabezado por Hugo Passalacqua no coincide con la opinión de los integrantes de diferentes organizaciones sociales, sindicales, de Derechos Humanos y políticas que, como La Fede de Misiones, se movilizaron hacia Plaza 9 de Julio de Posadas, que es donde tocó suelo misionero la vicepresidenta, “para manifestar en unidad nuestro repudio a la visita de Villarruel a nuestra provincia”.
En la ciudad de Posadas, Villarruel se entrevistó con Passalacqua y otras autoridades del gobierno provincial y aunque desde el propio esquema de La Renovación se encargaron de repetir que la visita fue absolutamente protocolar, a nadie escapa que saltando de fiesta en fiesta, la vicepresidenta viene tejiendo una fina urdimbre política con mandatarios provinciales del norte del país.
¿Cuánto puede ser capaz de aportar esto a la construcción y consolidación de un espacio propio que fortalezca a Villarruel y la coloque como una alternativa autónoma respecto de Javier Milei en el espacio de la derecha? Cualquier evaluación al respecto todavía puede resultar prematura, pero lo cierto es que el desgajamiento que se produjo en el multiverso peronista y entre varios de quienes fueron sus aliados durante los gobiernos de Cristina y Alberto Fernández, provocó un tembladeral que todavía no termina de aquietarse.
Entonces, la presencia de Villarruel en la Fiesta Nacional del Inmigrante presenta connotaciones que van más allá de algunas fotos plagadas de sonrisas, tal como las tuvieron durante los últimos meses las incursiones que hizo en Catamarca donde en la Fiesta del Poncho fue recibida por el gobernador Raúl Jalil, la que protagonizó en Jujuy con Carlos Sadir o la que la llevó hasta Salta donde confraternizó con el siempre bien predispuesto Gustavo Sáenz.