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Vie, Abr
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Política
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La policía de la ciudad no pudo neutralizar  el robo de computadores y netbooks del colegio Mariano Acosta en plenas elecciones, y a la semana, miembros de esa fuerza vestidos de civil asesinaron a Lucas González, porque creyeron que él y sus amigos iban a perpetrar un robo.

Disparar, disparar y después  preguntar, y ni siquiera. El Gatillo Fácil se cobró otra víctima mediante las fuerzas represivas del Estado. Lucas González, un joven jugador de fútbol de 17 años que venía de entrenar en el Club Barracas Central, fue asesinado el miércoles por la tarde por policías de civil que circulaban en un auto sin patente.

El patrón de tendencia fascista que caracteriza al Gatillo Fácil se repite. Si son morochos y encima andan en auto, son chorros y acto seguido se abre fuego, como en este hecho que tuvo lugar cuando el adolescente y tres amigos que se trasladaban en un Volkswagen Suran, se detuvieron en un kiosco ubicado sobre la calle Luzuriaga.

Ahí fueron interceptados por policías de la brigada de la Comisaría Vecinal 4C que, según dijeron, creyeron que los pibes iban a perpetrar un robo. Los que participaron del hecho que acabó con el asesinato son los oficiales José Nievas, Fabián López y el inspector general de la Policía de la Ciudad Gabriel Isassi.

Esto demuestra que a la hora de reprimir al pueblo, hay una gran masa de integrantes de las fuerzas pliciales que está al acecho para disparar sin importar el cuándo, ni el donde, ni el por qué.

Sin embargo, mientras se desarrollaban los comicios electorales el domingo 14 de noviembre, el Colegio Mariano Acosta sufrió el robo de doce computadoras y 32 netbooks ¿Cómo es posible que ningún uniformado de los que estaban presentes se haya percatado de lo que estaba sucediendo?

El hecho ocurrió durante la tarde mientras en la planta baja del inmueble transcurrían las elecciones legislativas, pese a la presencia de personal policial y del Ejército que tenían como tarea supervisar que los comicios se realicen sin inconvenientes. Esta situación no se dio solo en el Acosta. Escuelas como el Normal 1, el Lengüitas, el Normal 8 y el Normal 6 pasaron por situaciones similares en estas semanas.

Desde el Frente de Todos de la Ciudad exigieron un pedido de informes al gobierno que encabeza Horacio Rodríguez Larrteta, para que dé detalles sobre los robos de computadoras y dispositivos en esos colegios.

Asimismo, se solicitó información sobre el total de cantidad de denuncias recibidas por hechos delictivos dentro de establecimientos educativos, durante el período 2019-2021. También que se indiquen "los recursos humanos y materiales asignados a la función de seguridad y acciones de prevención en los entornos educativos".

Por su parte, la UTE denunció que “pese a los reiterados reclamos de nuestras escuelas y de los sindicatos docentes por seguridad, no hemos tenido respuesta por parte del gobierno de la Ciudad”.

Lo cierto, es que ante estos episodios de robo y vandalización de bienes públicos educativos, todavía no se encontró a ningún responsable y no hay detalles certeros, parte del Gobierno de la Ciudad y su policía, que den cuenta de qué puede haber detrás de estos robos sistemáticos a escuelas normales que se vienen dando en las últimas semanas.

Todo esto vuelve a dejar en claro, una vez más, que entre las prioridades del gobierno de Rodríguez Larreta, no figura la educación pública, ya que ni siquiera se repusieron los elementos robados que eran utilizados por maestros y alumnos.

Por el lado de la Policía en general y, en este caso, la de la Ciudad, parece volver a demostrarse que no están a la altura de lo que se precisa para prevenir el delito y que el robo los bienes públicos no forma parte de sus prioridades.

Una Policía que fue diseñada para reprimir y ser el brazo armado del Estado para proteger la propiedad privada, que ni siquiera puede prevenir el robo de computadores como en el caso del Mariano Acosta, tiene un récord de 121 casos de Gatillo Fácil en cinco años.