Así lo recalca un grupo de intelectuales que volvió a demandar que los EE.UU. retire a La Isla de la lista de “Estados patrocinadores del terrorismo” que confecciona de una manera arbitraria. Cuba es “promotora de la paz, la salud y la educación”, hacen hincapié en el documento.
Stella Calloni y Atilio Boron son dos de los intelectuales que, desde diversas regiones del planeta, volvieron a exigir que EE.UU. retire a Cuba de lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”. Y lo hicieron por medio de una declaración que tomó estado público la semana pasada, en la que se hace hincapié en que en las antípodas de lo que sostiene Washington, Cuba es “promotora de la paz, la salud y la educación”.
Quien dio el puntapié inicial que después construyó este documento fue el periodista franco-español Ignacio Ramonet, que tomó la iniciativa por medio de una carta abierta dirigida al presidente Joseph Biden en la que resalta que Cuba promueve la paz, la salud y la educación, lo que a las claras representa “todo lo contrario a promover el terrorismo”. Además de Ramonet, Boron y Calloni, entre otros, se sumaron a la petición intelectuales y personalidades de la cultura como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el escritor nigeriano Wole Soyinka quien también es Nobel pero de Literatura, Ariel Dorfman, Iñaki Gil De San Vicente, Katya Colmenares y Ramón Grosfoguel, así como Fernando Buen Abad, Luisa Valenzuela, Patricia Ariza, Leonid Savin, Manolo de los Santos, Jorge Boccanera, Fernando Rendón, Marcos Roitman, Patricia Villegas, Sergio Arria, Pascual Serrano, Sara Rosenberg, Mónica Valente, Carlos Margotta y Juan Carlos Volnovich.
La carta abierta pide al presidente estadounidense que repare la injusticia que cometió Donald Trump quien, en enero de 2021 y poco antes de abandonar la Casa Blanca, “decidió sin bases legales reales reinscribir a Cuba en la infame lista de Estados patrocinadores del terrorismo” de la que fuera retirada durante 2015 por el entonces presidente Barak Obama, en lo que en ese momento había significado “un paso positivo”.
Asimismo, la misiva recuerda que no existe “una sola acción violenta en territorio estadounidense que haya sido apadrinada por La Habana en los últimos 65 años”, al tiempo que “no hay ni un solo argumento válido y razonable para acusar a Cuba y mantener a su población bajo un castigo colectivo ilegal e inhumano”.
Cabe recordar que la inclusión de Cuba en esa lista, es un argumento que Washington utiliza para redoblar el efecto de las sanciones con las que castiga a La Isla desde hace más de seis décadas de bloqueo, algo que la Carta califica como “un castigo cuyas medidas extremas y brutales contra la economía cubana han generado un impacto devastador y un sufrimiento sobre su población”.