El Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos rechazó la actitud del gobierno que encabeza Mark Rutte, de permitir que EE.UU. utilice al territorio neerlandés como “un puerto y territorio de tránsito para su ejército”.
El Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos repudió la actitud del gobierno que encabeza el primer ministro Mark Rutte, de permitir que EE.UU. utilice al territorio neerlandés como “un puerto y territorio de tránsito para su ejército”.
Lo hizo al salir al cruce de la decisión gubernamental de habilitar el puerto de Vlissingen, ubicado en la provincia de Zelanda al sur del país, para el tránsito de un enorme transporte de equipo militar pesado del ejército estadounidense destinado a Polonia y Lituania.
Se trata de un cargamento consistente en 1.275 tanques, vehículos blindados y otro tipo de equipo militar que está destinado a una unidad de la fuerza terrestre estadounidense, que va a estacionarse en territorio polaco y lituano, con el objetivo de presionar sobre la frontera que estos países tienen con Rusia.
“Esto se está haciendo como parte de la guerra imperialista que libran en Ucrania la Otan, EE.UU. y la UE”, denunció el Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos y recalcó que es “una guerra librada por los intereses de los monopolios que se disputan el control de los mercados, las materias primas, las líneas de suministro y las esferas de influencia”.
Asimismo, alertó que el transporte a gran escala de equipo militar pesado estadounidense que está previsto comience a principios de febrero, “cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas y la policía militar holandesas” que, por otra parte, también están presentes en Europa del Este como parte de los contingentes de la Otan.
Por otro lado, los comunistas neerlandeses, recordaron que el gobierno de su país ya proporcionó alrededor de mil millones de euros en concepto de apoyo material al régimen de Kiev y prevé destinar otros 2.500 millones durante el presente año.