EL AJUSTE NO CESA - Se perdieron desde diciembre del 2015 casi de 34 mil puestos de trabajo en el Estado nacional. El ajuste tocó espacios cruciales como el Congreso y la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Uno de los procesos de reducción de personal en el Estado nacional dentro del macrismo, caracterizado por el ajusto en ese ámbito a lo largo de todos sus casi tres años de gobierno, se dio en los últimos dos meses. La cifra que lo expresa es la de 10.600 puestos de trabajo eliminados por la lapicera roja del Estado macrista en ese período, según lo consignan los últimos datos del ministerio de Modernización, confirmados por ATE.
Este número representa uno de los momentos más difíciles para el trabajador estatal, que desde diciembre del 2015 vio reducir su cantidad en casi 34 mil empleados. El recrudecimiento de los despidos en ese ámbito se coteja fácilmente con un momento preciso de nuestra vida política nacional: el retorno de nuestro país a las aulas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde que las huestes de Christine Lagarde volvieron a desembarcar en Buenos Aires, el ajuste también representó la desaparición de ministerios enteros, algunos de ellos primordiales para atender la situación de creciente crisis, como los de Salud y Trabajo.
Pero no son estas carteras las que más sufrieron los despidos, ya que esta pesada carga corresponde a las de Educación, Desarrollo Social y Cultura. También, en clara política de desinterés por la democracia y el desarrollo tecnológico estratégico, preocupan los despidos en los ámbitos del Congreso Nacional y la Comisión Nacional de Energía Atómica.
Pero mientras la economía del país se cae estrepitosamente, el propio Estado debe contener a los sectores más desfavorecidos. En ese sentido hay que decir que desde la dicha fecha de diciembre del 2015, los Estados provinciales y municipales de Argentina incorporaron más empleados de los que despidieron. Esto también puede leerse como una estrategia para mantener a raya, por ahora, el aluvión de protestas que generan los procesos neoliberales con sus políticas de recesión social.
Uno de los ministerios que también sufrió el ajuste fue el de Agroindustria que, a pocos días de ser anunciada su reconversión en mera secretaría del ministerio de Producción, anunció el despido de casi 600 trabajadores de su cartera en todo el país. La medida, se sabe, no salió sin resistencia: los trabajadores del ámbito tomaron las calles y hasta se manifestaron masivamente en la Casa Rosada, superando una salvaje represión en su contra.
Pese a ello, no bajan los brazos. En ese sentido, Ignacio Cámpora, delegado adjunto de los trabajadores de ATE en Agroindustria, resaltó que ese ajuste implica “la finalización o eliminación de políticas públicas que tienen que ver con hacer la vida más fácil, mejorar las condiciones de vida y facilitar el acceso a la Salud de todos los argentinos y argentinas”.
Observó que en la cartera agraria nacional los trabajadores “estamos en una nebulosa jurídica dentro de lo que es la organización del Estado”. Agregó que desde que asumió Luis Miguel Etchevehere, que pasando de ministro a secretario sigue al frente de la cartera, “se perdieron casi 800 puestos de trabajo hasta el día de la fecha”.
“Denunciamos a quien fue ejecutor de esa reducción, que es Alejandro Gaviglia, director de Recursos Humanos, que lo único que nos contestó cuando nos informaron que había 565 despidos nuevos, es que ellos intentaban gobernar”, remarcó Cámpora para agregar: “ya hizo un ajuste brutal en el 2016, en la dirección de Vialidad Nacional”. Repuso: “es un personaje nefasto y pedimos su renuncia”.