Cambiemos y sus amigos quieren implementar una reforma laboral que profundice la precarización y miseria emprendida en estos cuatro años de gobierno.
El próximo 11 de agosto serán las PASO que marcarán tendencia de cara a las elecciones generales de octubre. Allí el Gobierno Cambiemos buscará renovar su estadía en la Casa Rosada para profundizar la miseria y el hambre al pueblo argentino.
Para avanzar “por la misma dirección y más rápido” como detalló Mauricio Macri en una cena organizada por la Fundación Libertad, uno de los bastiones es la reforma laboral, un proyecto que intentaron impulsar en 2017 pero que fracasó, en un año en el que se implementó la reforma previsional con una feroz represión a la respuesta popular.
La intención de modificar las relaciones laborales se encuentra en un contexto en el que el capitalismo busca vulnerar aun más las condiciones de trabajo e implementar una feroz precarización.
Una de las premisas centrales para los grupos concentrados es bajar los costos laborales que garanticen la generación de empleo. Sin embargo, según la Undavdesde diciembre de 2017 hasta abril de 2019, el salario real del sector privado cayó 13,5 por ciento y el empleo, en lugar de crecer, perdió 150 mil puestos de trabajo.
Otro de los ejes planteados por el tándem de poder es que la reforma impulsa “el trabajo registrado”, pero en ese sentido el informe de la Undav señala el caso de España donde aumentaron los contratos temporales, un mecanismo de precarización que mantiene a los trabajadores en la incertidumbre.A su vez se detalla que en la mayoría de los países en los que se iniciaron procesos de flexibilización, el empleo formal cayó. En Grecia retrocedió un 5,2 por ciento, México un 2,7, en Italia 1,7 y España un 0,8.
Cabe recalcar que este proyecto tiene a varios sectores con ansias de que se impulse, como es el caso de la Unión Industrial Argentina, que pidió la reforma laboral para “descontratar” empleados si les va mal en sus respectivos trabajos.
Daniel Funes De Rioja, vicepresidente de la UIA, remarcó que “si se quiere que aparezcan muchas empresas -ya que la Argentina necesita más empresas- lo que hay que saber es que (el empresario) para no tener miedo a contratar, tiene que ser previsible que si le va a mal, pueda descontratar. Cuando no tiene más producción ¿qué va a hacer con la gente?”. Las declaraciones de Funes de Rioja van en el sentido de fomentar dicha incertidumbre y que los trabajadores sean una pieza de recambio.
En esa línea, el gobierno nacional fijó condiciones más flexibles para que las empresas que hayan incumplido con sus obligaciones laborales, de aportes previsionales, afronten un pago de multas que no le afecte proceso de producción.
A través de la resolución 583/2019 del Ministerio de Producción, publicada este martes en el Boletín Oficial, el gobierno dio un nuevo paso en su anhelo de reforma laboral que busca implementar cuando las condiciones políticas le sean más favorables.
Al respecto, Gustavo Muñoz, secretario adjunto de la CTA Merlo-Moreno-Marcos Paz, señaló que “están buscando medidas que los beneficien para seguir perjudicando a los trabajadores”.
Asimismo, añadió la importancia de que peleemos por reformas que amplíen nuestros derechos: “los trabajadores nos debemos un debate y una discusión para que los cambios en el trabajo lo llevemos adelante en beneficio de nuestros intereses de clase y no el de los empresarios”.
El también integrante del MTL de Moreno hizo énfasis en los mecanismos de precarización ya existentes al aseverar que “acá ya hay muchas empresas privadas que están subcontratando los servicios. Estas reformas que ellos intentan apuntan a la tercerización”.
Por último, Muñoz remarcó el peligro de seguir en esta dirección que conduce a la precarización.“La juventud será cada vez más perjudicada. Hoy en día tiene muy poco espacio, por eso necesitamos leyes laborales que la incorpore, que le dé una nueva perspectiva y así evitar la fuga de cerebros”, enfatizó.