“Este gobierno ya perdió la legitimidad que tenía cuando triunfó en el balotaje”, advirtió el coordinador bonaerense del MTL, Mario Micheli, al analizar el resultado que tuvo la votación del DNU 70/2023 en la Cámara Alta.
Por 42 votos, cuatro abstenciones y sólo veinticinco afirmativos, el Senado rechazó ayer el DNU 70/2023, iniciativa que de esta manera debe pasar a Diputados donde se va a sellar definitivamente su destino.
Ahí elresultado es incierto, ya que para que corra igual suerte que en la Cámara Alta, se necesitan 129 votos que todavía no están garantizados, pese a que ya anticiparon su intención de rechazarlo los bloques de Unión por la Patria, Frente de Izquierda, Hacemos Coalición Federal y parte de la UCR.
Durante la jornada previa a la votación, la vicepresidenta Victoria Villarruel hizo lo posible para que la sesión se llevara a cabo dentro de dos semanas. La clave era ganar tiempo, pero esta vez no consiguió su objetivo, pese a los aprietes que durante esas horas se perpetraron desde La Rosada y, más solapadamente, desde las principales corporaciones de la clase capitalista que actúa en el país.
Esto incluyó a sus principales propaladoras massmediáticas, pero principalmente al equipo de trolls que apuntala a Milei que, en esta oportunidad, eligió como víctima a la vicepresidenta que vuelve a subir sus acciones como Plan B para quienes, desde la clase capitalista, comienzan a dudar si el presidente tiene resto para llegar hasta el final de la tarea que le encomendaron.
El hecho de que no pocos senadores se hayan distanciado de la Presidencia Milei, se explica fundamentalmente en que el apoyo al DNU se vuelve muy difícil de explicar ante sus propios votantes, ya que salvo para lo más concentrado de la clase capitalista a la que beneficia abiertamente, el 70/2023 hace estragos en la actividad económica, y la vida de la clase trabajadora y los sectores medios.
Y en este punto hay que recordar que, mientras dure su vigencia, La Rosada va a tener herramientas para continuar con la desregulación de tarifas y precios de alimentos, con la destrucción de los organismos de control, así como la de las obras sociales y la derogación de las leyes de Alquileres, de Tierras, de Góndolas y la de Abastecimiento, entre otras barbaridades.
Por otra parte varios senadores que suelen actuar en tándem con los gobernadores de sus provincias ven abrirse una ventana de oportunidad, ya que si se cae el DNU 70/2023 y tras el naufragio del Proyecto de Ley Ómnibus, tienen mejores condiciones para negociar desde el vamos lo que La Rosada espera que sea “Las Ley Bases 2”.
Ysobre esto, desde el esquema presidencial se hizo trascender que la nueva iniciativa va a volver a plantear, entre otras cosas, el blanqueo, la privatización parcial del Banco Nación y una suba notable en la bese de imposición para el Impuesto a las Ganancias (Ver El sistema al recate).
Hora de marcar el terreno
Si en estos momentos la constitucionalidad del DNU 70/2023 está siendo tratada en el Congreso donde perdió su primer round, es principalmente por la resistencia que desde el minuto cero provocó entre el movimiento popular.
En esa primera línea de la pelea estuvieron los movimientos sociales y entre ellos el MTL, cuyo coordinador bonaerense, Mario Micheli , recalcó que “esta votación comienza a marcar un poco el terreno a un gobierno prepotente que se quiere llevarse todo por delante, incluso como quedó demostrado en estos días, queriendo romper normas constitucionales muy importantes” y en este sentido instó a que el tratamiento que se viene en Diputados tenga el mismo resultado.
“A nosotros no nos queda otra que seguir luchando”, remarcó y sostuvo que “más allá de que se frenen el DNU, acá el gobierno sigue sin ceder ni dar respuesta a los trabajadores y, particularmente, a los sectores más desprotegidos”.
Ya que “todos los días hay una nueva noticia mala para toda la clase, así que vamos a seguir luchando hasta que se cambie este rumbo, que a lo único que hace es a darle más beneficios a los sectores más poderosos de nuestro país”.
Con este telón de fondo, la agenda plantea un hito inmediato que es el que asoma con la jornada del 24 de marzo que, este año más que nunca, va a tener un volumen contundente de movilización y profundidad.
“Sin dudas uno de los objetivos que tenemos desde el campo popular, es movilizar en todas las actividades convocadas por la Memoria, Verdad y Justicia que es un tema muy atacado por el actual gobierno”, indicó y recordó que el lunes venidero va a tener lugar otra jornada nacional en la que se volverá a protestar contra la suspensión del suministro de recursos a los comedores populares, y la que se perpetra contra la obra pública de gran volumen y la barrial.
Por otra parte, Micheli insistió con que “debemos ir preparando con todas las centrales sindicales un gran paro general, para que a la vez de rechazar el DNU, esa movilización se convierta en otro ariete que vaya presionando al gobierno para que cambie la dirección”, al tiempo que advirtió que “La Libertad Avanza y el PRO pueden tener una interna en cuanto a las formas y los acuerdos que respetan o no, pero son parte de un mismo espacio que tienen un proyecto de gobierno que es el que estamos padeciendo”.
¿Entonces cuál es la tarea para evitar las distracciones y no caer en la trampa de focalizar la atención en los formalismos? “Más allá de la legitimidad que le atribuyen al gobierno por las elecciones de balotaje, eso pasó hace cuatro meses y ya no tienen la misma la legitimidad”, por lo que “el campo popular se tiene que plantar sobre el proyecto que venimos presentando, que es el de la clase: no podemos ir atrás de lo que vaya dejándonos este gobierno y por eso hay que sostener las demandas y proyectos del campo popular”.
Y reconoció que es preciso que trabajar para revertir “un déficit dentro del campo popular respecto a la construcción de alternativa política y a la generación de nuevos referentes que sostengan esta demanda en la calle, en el ámbito legislativo para construir un proyecto de gobierno transformador que es lo que necesitamos”.