El Club Atlético Independiente atraviesa uno de los peores momentos de su historia, sigue siendo víctima de las malas gestiones y de terceros que ven su crisis una oportunidad para hacer negocios.
“Que la deuda la paguen quienes la generaron”, exige el Partido Comunista al apuntar contra el endeudamiento fraudulento con el FMI que le provocó a Argentina el gobierno encabezado por Mauricio Macri y que el de su sucesor, Alberto Fernández, legitimó a principios de 2022, lo que condena al pueblo argentino a pagarla a fuerza de ajuste e inflación.
El mismo concepto puede aplicarse a la hora de leer la situación política y financiera que atraviesa el Club Atlético Independiente, sobre el que pesa una deuda superior a los 23 mil millones de dólares, lo que se suma a un escenario institucional caótico y un panorama deportivo en el que pesa demasiado la situación del fútbol que ahora mismo presenta al Rojo en la zona de riesgo del descenso. Con este telón de fondo desembarcó el macrismo en Avellaneda y, como si fuera poco, apareció Santiago Maratea.
La deuda que condiciona a Independiente viene de lejos y fue construida por sucesivas gestiones. Pero lo novedoso es que ahora de la mano de Néstor Grindeti, la solución parece ser que a la deuda la van a pagar los socios y por medio de una colecta. Y esto no es todo, porque encima no todo lo que se recaude se va a emplear en el salvataje del Rojo, ya que al menos un cinco por ciento del producido, va a ir a parar el pago de comisiones y servicios de quienes organizan la colecta.
Así las cosas, la gente de Independiente parece estar condenada a vivir una crisis institucional de incierta resolución y, en este contexto, la renuncia del presidente que había sido elegido cuatro meses antes, Fabián Doman, fue la gota que rebalsó el vaso. Doman cumplió, ya que fue la cara visible con la que el macrismo se asentó en el Club con personajes como Grindetti y Cristian Ritondo, dos pesos pesados del PRO que además no ocultan sus intenciones de ser el candidato a gobernador bonaerense por ese espacio.
El pésimo arranque de campeonato que hizo Independiente colmó la paciencia de sus hinchas, pero también desnudó falencias deportivas e institucionales que se arrastran desde la Presidencia de Hugo Moyano, al tiempo que exhibieron que la nueva gestión parece no tener rumbo claro. Alrededor de 23.500.000 de dólares es la suma a la que asciende la deuda global que Independiente acumula por impagos de pases, salarios, comisiones o derechos de formación de jugadores y entrenadores que pasaron o que en algún caso todavía están en el club.
Ante esta situación irrumpió en el mundo del Rojo un personaje del universo de las redes sociales que se hizo famoso por organizar colectas solidarias “sin fines de lucro”, pero que hasta entonces nada tenía que ver con Independiente. Se trata de Santiago Maratea, quien hace un mes, por medio de su cuenta de Twiter, habló sarcásticamente sobre organizar una colecta para pagar las deudas del club de Avellaneda. Ni el menos futbolero creyó entonces que esto podría hacerse realidad.
Pero el jueves pasado, en la Sala de Prensa de Independiente, Maratea presidía un acto formal en el que se daba inicio a una colecta con la que, teléfono móvil en mano, desde entonces viene pasando la gorra delante de socios, hinchas y cualquiera que responda a la convocatoria. Apenas unas pocas horas después de que se abrieran los canales de pago, se habían recaudado 75 mil millones de pesos. Al cierre de esta edición ya se había juntado alrededor de seiscientos millones, lo que al precio oficial del dólar representa algo así como el diez por ciento del objetivo fijado.
En la conferencia de prensa, Maratea dijo que el cinco por ciento de lo recaudado se destinaría a los gastos del fideicomiso, pero durante el fin de semana y por medio de su cuenta de Instagram, recalculó y aseveró que ese porcentaje era “su sueldo” y un 0,8 por ciento es lo que se va a destinar para pagar los gastos de abogados, contadores y otros profesionales que intervienen en la operatoria, así como lo que se queda Mercado Pago, uno de los negocios que posee Marcos Galperin. Si se hace un corte con lo recaudado hasta ahora, el cinco por ciento representa alrededor de 135 mil dólares.
En este punto vale plantear que es curioso que en lugar de ir a una cuenta bancaria común, el dinero vaya parar a una cuenta de Mercado Pago, la app usada para transacciones digitales de Galperin, un reconocido hincha de Independiente y que causalmente también es amigote de Mauricio Macri.
De todos modos, sería injusto cuestionar la buena voluntad que muchos hinchas decepcionados por las últimas gestiones de Independiente, ponen al sumarse a esta colecta a la que aportan con la intención de levantar a su club. Pero no se puede dejar de advertir que con tanto amarillo metido en este intento, es difícil que acabe saliendo algo bueno para el Rojo.
Es que, sin ir más lejos, Maratea anunció que se quedaría con cuatrocientos millones de la colecta, más todo lo que hay que pagarle a su equipo de asesores y recalcó que considera que lo que está haciendo es un trabajo. “Si juntáramos veinte millones de dólares al mes yo ganaría cuatrocientos millones de pesos, es una locura, amigo. Estoy tan sorprendido como todos ustedes… Me dijeron -Santiago tenés que decir que esto es una obligación legal, yo lo que voy a decir es que estoy tan sorpresa cómo ustedes”, dijo sin tapujos en sus redes sociales.
Maratea dice que sabe
Resulta por lo menos curioso que alguien totalmente ajeno al mundo del fútbol y que siempre se hizo eco de que sus colectas no tenían nada que ver con la política, se meta en un terreno donde atrás de la pelota, los intereses políticos florecen primaveralmente.
La Comisión Directiva no estuvo en la conferencia de prensa en la que Maratea fue presentado por Miguel Ángel Santoro, una de las glorias del club que con su presencia legitima la entrada al influencer al mundo del Rojo ¿Tendrá que ver esto con la intención de bajar la exposición pública de los verdaderos actores del esquema de negocios en que desde el PRO se pretende convertir a Independiente?
Una de las razones esgrimidas por Doman en su renuncia, fue que su Comisión Directiva no trajo los capitales privados que le había prometido. Desde que Maratea confirmó que haría la colecta, siempre se mostró seguro de dónde y con quiénes se estaba metiendo. “Yo sé perfectamente lo que estoy haciendo, con quién estoy hablando y se mucho de la realidad del club que no sé si todos lo saben”, resaltó oportunamente.
¿Querrá decir que la colecta es básicamente una vía para canalizar el dinero que parte de ese esquema ya se había comprometido a inyectar? ¿Si es así, por qué se sacaron de encima a Doman? Estas son sólo algunas preguntas que quedan flotando en el aire ante esta particular manera de financiar al club que eligió la actual Directiva de Independiente y que tiene como emblema a Maratea, un personaje que desde hace tiempo se viene convirtiendo en una especie de héroe de los militantes mediáticos de la antipolítica.
Lo que está pasando en Independiente puede ser peligroso y, hasta hora, ninguno de los responsables de la gestión que encabezó Hugo Moyano dio la cara, pero tampoco lo hacen desde el actual oficialismo. Ellos son los que deben dar respuestas y solucionar la grave situación que atraviesa el club.
Y resulta llamativo que varios de los que tuvieron responsabilidad durante la anterior Directiva, ahora comparten la que encabeza Grindeti y todos se hacen los desentendidos. Entre ellos el antiguo vocal Ritondo, otro socio de Moyano con quien compartió muchas de las decisiones que llevaron al club hasta el desastre actual.
Porque todo esto está enmarcado en un proceso de privatización que fue iniciado por la gestión de Moyano y que ahora profundiza el PRO, donde apenas tres juradores de los titulares pertenecen al club, mientras que el resto de los contratados pertenecen a grupos inversores y representantes de futbolistas.
Así, lamentablemente, Independiente camina por la cuerda floja y también en este caso, parece que los que propician que el fútbol avance hacia un esquema de privatizaciones y sociedades anónimas, están dispuestos a emplear la Doctrina del Schock hasta sus últimas consecuencias.
¿Podrá el aguante de hinchas y socios resistir tanto canto de sirenas que se propalan a través de operaciones massmediáticas que según sus intereses económicos y políticos, eligen qué realidad contar y cuál ocultar dependiendo el contexto y desde dónde venga el sobre? Difícil saberlo, pero lo cierto es que lo mejor sería estar bien atentos, porque cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía….y también tendría que hacerlo el Diablo.