El fin de semana sesionó el Comité Central del Partido Comunista. En la reunión Jorge Kreyness, secretario general del PCA, reafirmó la caracterización del gobierno de Javier Milei como “neofascista y ultraliberal” y llamó a construir una “alternativa política antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal que proponga el proyecto del socialismo como horizonte de lucha”. Las luchas de los jubilados, del movimiento obrero, del movimiento feminista y las diversidades, y de la juventud estuvieron en el centro de los debates partidarios. El Central se solidarizó con Pablo Grillo y su familia y llamó a sumarse a la nueva convocatoria de los jubilados este miércoles frente al Congreso Nacional.
El Comité Central del Partido Comunista sesionó este fin de semana en la Ciudad de Buenos Aires. En una doble jornada de intenso y arduo debate, el Central trabajó en la definición de acuerdos y objetivos de cara a un año marcado, desde el inicio, por la profundización del conflicto social y el crecimiento del descontento popular contra el gobierno, que responde con brutal represión, mientras sectores políticos de la oposición permanecen paralizados, a la espera de concretar acuerdos electorales para las legislativas de octubre. En ese contexto, el PC se propuso salir a las calles y “teñir de luchas el año electoral”, una consigna que marca el objetivo estratégico de no disociar la lucha popular de las elecciones parlamentarias. También se solidarizó con Pablo Grillo y resolvió convocar el miércoles a la movilización de los jubilados, quienes después de la brutal represión de la semana pasada, ordenada por Patricia Bullrich y avalada por el presidente Milei, decidieron redoblar la apuesta con una nueva convocatoria, en un claro ejemplo de convicción política e ideológica que plantea una alternativa que surge de la lucha popular misma, frente a la política del inmovilismo y la especulación palaciega.
Durante la sesión, encabezada por Kreyness, se planteó la necesidad urgente de avanzar en la conformación de un centro coordinador de todas las luchas y de propiciar, junto al paro general, una gran Marcha Federal con el propósito de multiplicar los focos de resistencia contra el gobierno y de unificar la potencia política que dimana de la organización popular que la promueve. En ese sentido, el CC hizo hincapié en la importancia de darle impulso a una revitalización leninista del Partido para cimentar desde abajo, a través de los organismos básicos, el poder popular en un contexto en donde empiezan a aparecer puebladas contra el ajuste, la entrega y la represión y se valoró el ejemplo combativo de los jubilados como el más consecuente contra el régimen de Milei. Por lo que se llamó a nacionalizar el acompañamiento a la lucha de los jubilados y organizar manifestaciones de estas características en cada provincia.
Dado el carácter neofascista del gobierno de Milei y del proyecto político y económico que a través de su gestión se proponen instalar en el país las corporaciones transnacionales y los sectores agroexportadores, uno de los ejes de la reunión giró en torno a la defensa de la soberanía y la democracia. Al respecto, el Central puntualizó que la defensa de la democracia implica no solo defender las garantías constitucionales, hoy vulneradas a diario por el Estado, sino también imprimirle un nuevo contenido a la consigna. El PC apunta a la democratización de la producción económica y de la vida política, social y cultural de la ciudadanía, lo que supone tanto cuestionar la falsa democracia, liberal y burguesa, como redoblar esfuerzos para vencer a los grandes grupos económicos que pretenden profundizar el carácter dependiente y colonial de la nación. Entonces, reforzó la idea programática de que la lucha por la democracia en Argentina es la lucha antifascista, anticapitalista y antipatriarcal, por la liberación nacional y el socialismo como horizonte del pueblo argentino.
En el corto plazo de la lucha política más inmediata, el Central ratificó la exigencia de insistir en la necesidad de desplazar a Milei y Villarruel de la presidencia y la vicepresidencia mediante el mecanismo del juicio político y la conformación de una asamblea legislativa, aunque impulsando la movilización popular para que eso sea posible. Del mismo modo, el Comité Central insistió en la necesidad de sostener y multiplicar la movilización popular para evitar un nuevo acuerdo de subordinación por parte del Estado con el FMI.
Profundizar la lucha
En diálogo con Nuestra Propuesta el secretario del PC, Jorge Kreyness, sintetizó las ideas centrales de la reunión y se refirió a la coyuntura local e internacional. Al respecto, indicó que “nos enfrentamos a un proyecto político neocolonial que no atiende a las necesidades básicas de los jubilados, de los enfermos, que se vanagloria de golpear y reprimir a los débiles”. Es el mismo gobierno que “es muy débil frente al capital y a las corporaciones transnacionales, que se adecúa perfectamente a las necesidades actuales del capitalismo en crisis, que necesita del litio, de los alimentos que produce la pampa húmeda o los puertos de un país con ubicación estratégica como la Argentina”.
El dirigente del PC no dudó en calificar al gobierno nacional como “neofascista y ultraliberal, que se caracteriza por una agresividad muy fuerte contra el pueblo”. Sin embargo, remarcó que “esa agresividad, precisamente, lo está deteriorando”. Así es como “el gobierno pierde apoyo y respaldo día a día, cada vez que el pueblo encuentra las formas de salir a las calles para manifestarse, como cuando convocó el movimiento de las diversidades el 1F o las hinchadas de fútbol el miércoles pasado”. Kreyness vio en todas esas expresiones “una búsqueda, casi desesperada, del campo popular por participar en espacios que puedan coordinar y canalizar los distintos conflictos, que cada vez son más”.
No se trata de una búsqueda en el vacío. “En Argentina —enfatizó— hay una tradición histórica de lucha, a la que tenemos que contribuir para que resurja con nuevos bríos e ideas”. Una forma concreta de contribuir a ello es propiciar una “revolución de las ideas”. Para Kreyness, “la realidad demostró que las viejas ideas hegemónicas de los proyectos políticos burgueses, siempre plantados dentro de los márgenes del capitalismo, no han sido capaces de avanzar en la dirección de los cambios profundos que el país necesita para emanciparse”. Por eso, explicó, “el PC trabaja por la construcción de una alternativa política antiimperialista, anticapitalista y antipatriarcal” y advirtió que “se pretende establecer una falsa polarización, entre polos que se mantienen dentro del capitalismo”. A través de este mecanismo de oposición, “se agrandan figuras que como máximo han protagonizado intentos de reformas y enmiendas de un capitalismo en crisis y decadente”. Frente a ello “el Partido Comunista tiene el desafío tremendo de cambiar el eje de los debates y situar en el centro de la construcción política una alternativa verdaderamente socialista, un socialismo del siglo XXI con características nacionales”.
Ejemplos a seguir
Junto a los jubilados, el movimiento feminista y de las diversidades se sitúa a la vanguardia de la lucha antifascista en Argentina. Rebeca Barberán, responsable política del PC de Misiones, integrante del CC y de la Comisión de Géneros del Partido, instó a que el movimiento popular tome el ejemplo de lucha y combatividad de los feminismos. Al respecto señaló que “movilizaciones como las del 1F o el 8M dejaron fuertemente planteadas de cara al gobierno la consignas que nosotras sostenemos históricamente, de carácter antipatriarcal, antifascista y anticapitalista”. Y agregó: “creemos que el movimiento tiene la capacidad de dinamizar las luchas y, especialmente, de radicalizarlas”. Sin embargo, también resaltó las dificultades que el movimiento enfrenta. El brutal ajuste que recae sobre los sectores populares impacta con especial fuerza en las mujeres. Barberán puntualizó que “en la Argentina de hoy, cuando de hecho todo el marco del trabajo está desafiado por la desregulación que plantea el gobierno, las conquistas de las mujeres se ven afectadas”.
La juventud es otro de los sujetos políticos que está decidido a dar la batalla antifascista. El miércoles pasado la movilización de los jubilados fue acompañada masivamente por la juventud. Ahora, también los centros de estudiantes de las universidades están convocando para el próximo miércoles.
Al respecto Guadalupe Viñuela Flores, dirigente de la FJC y miembro del Comité Central del PCA, sostuvo que “la juventud está presente en una gran cantidad de luchas que plantean reivindicaciones concretas”. En ese sentido, dijo que “desde la Fede reafirmamos la prioridad política de sostener los conflictos y de ampliar nuestra participación en ellos, como así también la exigencia de articularlas en torno a un programa de unidad política”. En esta tarea “la juventud desempeña un papel fundamental, por ejemplo, acompañando a los jubilados cada miércoles”. Pero también, agregó, “en otras luchas que son fundamentales para el desarrollo presente y futuro del pueblo, como la discusión sobre el presupuesto educativo y, en especial, la lucha por torcer el rumbo de la política universitaria del gobierno, que está vaciando y destruyendo a la universidad pública, en un contexto de anulación de las garantías democráticas tal como las conocíamos”.
Por su parte Ariel Elger, secretario político del PC de la Ciudad de Buenos Aires, analizó con detalle la situación de la juventud en un capitalismo en crisis y decadente. Elger puntualizó que “el capitalismo en la Argentina lo único que le puede proponer a la juventud es la desesperanza”. Por lo tanto, “el principal desafío que tenemos es identificar y construir las condiciones para un futuro que existe y es socialista”. El futuro, añadió, “lo construimos en cada una de nuestras acciones cotidianas, en el lugar de trabajo, en el territorio, en cada espacio cultural y deportivo en los que los comunistas somos parte activa y visible”. El dirigente remarcó que “tenemos el convencimiento de que es posible construir un presente y un futuro distinto, mejor, igualitario”. Para ello, “necesitamos voluntad organizada; no alcanza con acciones dispersas e individuales, sino que nuestras acciones demandan una clara ruptura con esos paradigmas que invitan al sálvese quien pueda”.
“Nuestra apuesta —dijo— es por la construcción de una organización colectiva, de voluntades conscientes que se reúnen para discutir colectivamente y que a partir de la discusión desarrolla un plan de acción para transformar la realidad de la juventud”. Una juventud que, según detalló, “tiene que ser irreverente, disruptiva, recuperar el legado de Fidel y del Che, de sentir en lo más hondo cualquier injusticia que se haya cometido en cualquier parte del mundo”. Pero también, siguiendo el ejemplo del Che, “una juventud dispuesta al sacrificio y al trabajo voluntario: los desafíos son grandes y estamos preparados para afrontarlos”.