Acindar debió dar marcha atrás con setenta despidos. “Hay problemas en cada uno de los sectores dentro de la planta de Acindar”, advirtió el integrante de La Tosco Docente y del Partido Comunista de Vila Constitución, Matías Pereyra, a la hora de señalar que el conflicto sigue latente.
Todo lo que sucedió durante las últimas en Acindar, exhibe con claridad a qué está jugando esta multinacional, pero también de qué manera eso contacta con el modelo de precarización laboral que por medio de la Presidencia Milei, intenta imponer la clase capitalista que actúa en el país fundamentalmente amparada por el capítulo de la Ley Bases referido a la reforma laboral, cuya implementación avanza de la mano del Ministerio de Desregulación que preside Federico Sturzenegger.
Con este telón de fondo en medio de un escenario dinámico y cambiante que tiene en vilo a Villa Constitución, sobre el filo de la jornada de ayer, la siderúrgica anunció que daba marcha atrás con el despido de setenta obreros de la planta que posee en esa ciudad del sur santafecino, a quienes pocas horas antes había dejado en la calle por participar en asambleas y otras actividades gremiales.
Ante esto, la seccional local de la Unión Obrera Metalúrgica decidió llevar a cabo un paro que se extendió hasta que la patronal dejó sin efecto la decisión que adoptó contra los trabajadores. Pero, pese a esto, las aguas lejos están de calmarse en Acidar donde desde hace varios meses se vienen dando suspensiones en medio de un escenario en el que tiene lugar una marcada caída en la producción, pero no así en la tasa de rentabilidad de la empresa que está jugando su propia pulseada dentro del universo de la clase capitalista que actúa en el país, confrontando solapadamente con algunas de las políticas del gobierno nacional (Ver Navidad triste en Villa Constitución).
Pero más allá de aquellas contradicciones secundarias, queda claro que para unos y otros, el pato de la boda deben ser los operarios, algo que se vio reflejado con total crudeza en esta nueva vuelta de rosca que dio la patronal cuando despidió “por cuestiones disciplinarias” a setenta trabajadores en lo que constituyó un mensaje directo a quienes sostuvieron un paro que se extendió durante once jornadas en diciembre pasado.
Así las cosas, la buena noticia es que en una rápida reacción los obreros pararon la totalidad de la planta y ante esto la empresa dio marcha atrás. Otro dato auspicioso es que, si bien los despidos fueron mayoritariamente objetivados sobre operarios que se desempeñan dentro del área de trefilado, los trabajadores no cayeron en la trampa que representó el intento de fragmentarlos y pararon toda la planta hasta que fue revertida la decisión.
“Lamentablemente no van a ser éstas las últimas malas noticias que tengamos sobre Acindar, porque hay problemas en cada uno de los sectores dentro de la planta”, advirtió el integrante de La Tosco Docente y del Partido Comunista, Matías Pereyra, y añadió que “la patronal está rompiendo todos los acuerdos de cada sector y plantea un esquema en el que, invocando la productividad, avanza en más ajuste”.
Por eso es que a nadie debe sorprender que “todo el tiempo haya apriete sobre los trabajadores y, sobre todo, que empeoren considerablemente las condiciones de en que deben desempeñarse”, por lo que “creo que está lejos de solucionarse el conflicto de Acindar”. Y fue claro al puntualizar que lo que está haciendo la patronal nada tiene de azaroso y, lejos de eso, es un abordaje premeditado con el que busca romper el frente desde el que puedan resistir los operarios.
“Desde el año pasado Acindar viene con esto que ahora intensifica porque puede hacerlo como consecuencia de un esquema que le brindan las políticas del actual gobierno nacional que propician condiciones para la flexibilización laboral”, esto es algo que los empresarios saben y aprovechan, “por eso es que aunque 2024 fue uno de los peores años para Acindar en términos de productividad, sus ceos continúan señalando públicamente que están muy contentos con las medidas en las que avanza Milei” ya que, argumentan, “van a volver a ser competitivos en el mercado mundial”.
Queda claro que la precarización de los trabajadores, con todo lo que ello implica (Ver Con el proletariado en la mira), es la herramienta clave para lograr esa “competitividad” que busca el universo del capital y particularmente en este caso la patronal de Acindar, una empresa que forma parte del grupo ArcelorMittal que cuenta entre sus propietarios a jugadores globales como BlackRock y cuya sede central está en la cloaca fiscal del Principado de Luxemburgo, muy lejos de las penurias que puedan traer sus decisiones a una comunidad como la de Villa Constitución.
“Todo esto que está pasando está completamente orquestado y en medio de una dinámica nacional que beneficia notoriamente a la patronal”, sostiene Pereyra y explica que el impacto que eso tiene entre la comunidad villense es sumamente fuerte. “La situación es muy compleja, por eso es que resulta preciso que los trabajadores y las dirigencias comencemos a poder ver más allá del propio sector de cada uno”, ya que “lo que las patronales hacen es tratar de sectorizar, cada vez más, a los trabajadores y esto pasa en Acindar y se va a profundizar”.
Por eso es que el integrante de la Corriente Nacional Agustín Tosco fue claro al destacar que resulta preciso “pensarnos desde la consciencia de clase”, ya que “la consciencia debe ser colectiva, no sólo para el caso de Acidar sino en todas las industrias y ese es el desafío que tenemos”, por lo que “hay que dar este tipo de discusiones en cada una de las intersindicales y las multisectoriales en un contexto en el que el gobierno nacional deja en claro que su objetivo es atacar a la clase trabajadora”.
En este marco, “como comunistas y como parte de la clase trabajadora, debemos tomar el camino de unidad, reconociéndonos como trabajadores”, porque lo que vuelve a quedar claro con el caso de Acindar es que el sistema capitalista es una maquinaria diseñada, entre otras cosas, para socializar las perdidas y privatizar los beneficios, por supuesto en manos de la reducida clase capitalista.