La provincia mediterránea estuvo en la mira de la dictadura militar, desde donde operó Luciano Benjamín Menéndez.
Córdoba fue una de las provincias en que más desparecidos y violencia hubo durante la última dictadura militar. La represión institucionalizada tuvo su representación más simbólica en las mazmorras del Departamento de Inteligencia D-2 de la Policía de Córdoba, donde operaba el Comando Libertadores de América, liderado por el capitán del Ejército, Héctor Pedro Vergez.
Después del golpe, esta banda parapolicial se asimiló al Tercer Cuerpo de Ejército bajo las órdenes de Menéndez. A solo 20 metros de donde eran torturados los presos y desaparecidos está ubicada la Iglesia Catedral de Córdoba, y los gritos de esas víctimas quedaban confundidos con los tañidos de las campanas.
La mayoría de los miembros del Comando Libertadores de América provenía de la Policía de Córdoba y del Ejército. Aunque también había elementos de la derecha peronista y gente que alternaban su vida entre la delincuencia y la militancia sindical. A diferencia de la Triple A, que fue declarada ilegal, la banda comandada por Vergez nunca pasó a la ilegalidad.
El símbolo máximo de la represión ilegal en Córdoba es el centro clandestino de detención La Perla, una dependencia del Ejército ubicada en el camino que une Córdoba con Villa Carlos Paz, que estuvo activa entre marzo de 1976 y 1978. En agosto de 2016 se dictó la sentencia contra los genocidas que digitaron la vida y la muerte de unas 3.000 víctimas que pasaron por el horror de La Perla. De los 43 acusados, 38 tuvieron condenas efectivas, entre ellos, el genocida Luciano Benjamín Menéndez. Los comunistas que sufrieron tortura y prisión ilegal en La Perla testimoniaron en los juicios.
Como se recordará, en 1974 el local del PC cordobés fue vulnerado: “Si son comunistas como (Horacio) Guarany más bien váyanse del país porque los vamos a matar uno por uno. Si cae un policía van a caer tres de ustedes bolches hijos de puta. Las Tres A”.
Solana López, Secretaria del PC de Córdoba, expresó: “es un 24 de marzo que nos encuentra con una guerra en el continente. Esto es lo que nos tiene que poner en eje, ampliar y desarrollar nuestra capacidad antiimperialista en este clima de guerra como se vivió también en el 76 con la intencionalidad del imperialismo de poder generar un control sobre toda la región”.
“Hoy el imperialismo lleva a cabo otras estrategias como apoyarse en la derechas neo fascistas del continente”, sostuvo la responsable del PC de Córdoba.
Asimismo, dijo que “tenemos como objetivo urgente e inmediato poder desarrollar capacidad y una mirada antiimperialista en el movimiento popular”.