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Como el 19 de julio de 1977, hoy el pueblo sale a las calles para decir basta al ajuste y a la dictadura. “La población exige la renuncia de Dina Boluarte y que se lleve a cabo una nueva asamblea constituyente”, indicó el Partido Comunista Peruano.

“Movilizamos en esta jornada de lucha, para recordarle a esta dictadura cívico militar que la población exige la renuncia de Dina Boluarte y que se lleve a cabo una nueva asamblea constituyente, entre otros justos reclamos”, sostuvo el Partido Comunista Peruano de cara a la multitudinaria movilización que tenía lugar en Lima al cierre de esta edición.

La jornada de hoy coincide con la fecha en que, durante 1977, la clase trabajadora y el pueblo peruano fueron protagonistas de un paro nacional unitario forjado desde las bases, que se plantó contra el ajuste y la represión del régimen que encabezaba el general Francisco Morales Bermúdez. Esa vez, la medida de fuerza que paralizó el país, fue convocada por el Comando Unitario de Lucha y presentó una plataforma con nueve demandas avaladas por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTp), así como por otras organizaciones sindicales, sociales y políticas.

A la jornada de hoy, sus organizadores la presentan como La Toma de Lima que, en realidad, es un acto más de la lucha que los trabajadores de Perú vienen llevando a cabo desde que el presidente Pedro Castillo fue derrocado y encarcelado en diciembre de 2022. “La consigna es que la movilización sea pacífica, por eso llamamos a no caer en provocaciones, porque se trata de una marcha democrática” y por eso “en cada gremio estaremos atentos a los infiltrados que intenten afectar la marcha para expulsarlos inmediatamente”, dijo Gerónimo López, quien es secretario general de la CGTp a la hora de convocar para la gran movilización que se desarrolla en Plaza Dos de Mayo, en pleno centro de la capital del país al tiempo que también se registran marchas en otras ciudades.

El hincapié que se hace en el carácter pacífico de la convocatoria no es antojadizo. “Le decimos no a la violencia y tenemos comisiones de seguridad para evitar infiltrados, sobre todo de las Fuerzas Armadas”, se señaló desde la CGTp de Cusco, en tanto que la Misión de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Perú, informó que va seguir de cerca cualquier hecho que represente una vulneración a los derechos fundamentales de quienes salen a las calles a manifestar durante esta jornada.

Por su parte, el ministro del Interior, Vicente Romero, indicó que hoy se movilizan 24 mil policías en el país a raíz de la jornada de protesta, a los está previsto que se sumen efectivos de las Fuerzas Armadas, cuyo Comando Conjunto reconoció que adquirió municiones para pistolas, implementos de protección y seguridad personal, además de equipos de comunicaciones para apoyar a la Policía Nacional.

Las compras que fueron autorizadas el 26 de mayo pasado por la presidenta de facto, Dina Boluarte, se concretaron por medio de procesos de contratación directa por un monto superior a los 8.5 millones de dólares, algo que fue justificado por la necesidad que expresó el gobierno de hacer frente a la jornada convocada para hoy.

En este contexto cabe recordar que en mayo pasado, el Congreso aprobó un proyecto de resolución legislativa, por el que se autorizó que ingresen tropas militares de EE.UU. a territorio peruano para adiestrar a personal de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Estas instituciones acababan de ser seriamente cuestionadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que exhibió documentos que dan cuenta de las graves violaciones a los Derechos Humanos que perpetraron militares y policías durante la represión  desatada contra las protestas que se opusieron al golpe de Estado perpetrado contra el Presidente Castillo.

Y también

Pero también cuando todavía estaban frescas las palabras que pronunció la titular del Comando Sur estadounidense Laura Richardson durante un encuentro del Atlantic Council, donde aseveró que para Washington Latinoamérica es relevante “por todos sus ricos recursos” y, en este sentido, añadió que a EE.UU. “le queda mucho por hacer en esta región que nos importa, ya que tiene mucho que ver con la seguridad nacional y por eso tenemos que empezar nuestro juego”.