Mientras el presidente colombiano adopta medidas en favor de la enseñanza universitaria, en de Argentina hace todo lo posible para que cada vez sean menos las personas que puedan recibir educación terciaria. “He firmado el decreto de gratuidad en la educación pública superior en Colombia”, sostuvo el presidente de aquel país Gustavo Petro, tras lo que recordó que “fue promesa de campaña y hoy es una realidad”, al tiempo que puntualizó que “buscaré que la educación superior sea un derecho para toda persona que habite en Colombia”.
En esta dirección, Petro hizo hincapié en que para el presente ciclo lectivo, su gobierno garantiza “2,8 billones del presupuesto nacional y se destinará 1,5 billones para incrementar la infraestructura universitaria”, tras lo que cruzó a Javier Milei por Ley Ómnibus, en particular, contra la propuesta de arancelar las universidades públicas para los extranjeros.
“Recibiremos veinte mil estudiantes colombianos que se educaban gratuitamente en Argentina”, recalcó Petro y denunció que se trata de alumnos que “literalmente son expulsados de ese país, para ellos no hubo la llamada ‘libertad’”, y anticipó que “vamos a gestionar para que puedan continuar sus estudios en Colombia, sin mayor obstáculo y también de manera gratuita”.
Cabe recordar que lo que se conoce como “Ley Ómnibus, es por ahora un proyecto que el ejecutivo que preside Milei, mandó al Congreso, bajo el ostentoso título “Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”. Uno de los puntos que propone es la de implementación de aranceles para todos aquellos extranjeros que, sin residencia ni radicación, quieran estudiar en Argentina alguna carrera de estudio superior, ya sea universitaria o terciaria.
Y esta no es la única medida que pone en peligro al sistema de enseñanza terciaria y universitaria en Argentina, ya que la decisión adoptada por Milei de prorrogar el Presupuesto 2023, llevó a que las universidades nacionales advirtieran que peligra el inicio de clases si no se actualizan los sueldos en el actual contexto de disparada inflacionaria y aumentos de tarifas en el que los recursos quedaron congelados.
Por otra parte, el presidente colombiano decretó un aumento del salario mínimo de doce por ciento, lo que dobla a la inflación proyectada para 2024 en su país y con lo que se busca recomponer el poder adquisitivo a los colombianos. Como se ve, no sólo en materia educativa existen diferencias entre las actuales presidencias de Colombia y Argentina.