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Jue, Abr
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Docente y militante del Partido Comunista, Elvio Ángel Bel fue secuestrado en noviembre de 1976 por un grupo de tareas coordinado por la policía de Chubut y la marina. Luego de cuatro décadas y media y gracias a la lucha de su compañera Hilda y camaradas, la justicia condenó a uno de los responsables de su desaparición. "Es una conquista del campo popular", dijo su compañera tras el fallo.

El Tribunal Oral y Federal en lo Criminal de Chubut condenó al excomisario y concejal de Trelew Tito Nichols y absolvió al ex marino Hernán Álvaro Hermelo por el secuestro y la desaparición de Elvio Ángel Bel, docente y militante del Partido Comunista desaparecido en Trelew el 5 de noviembre de 1976. El Tribunal formado por los magistrados Enrique Guanziroli, Nora Cabrera de Monella y Ana María D´Alessio declaró la desaparición de Bel como un crimen de lesa humanidad. Por ello, luego de conocida la sentencia, el Concejo Deliberante de Trelew decidió retirar la placa en la que se incluyen los nombres de los exediles de la ciudad, entre ellos el de Nichols, y decidió colocar en su lugar un cuadro de Ángel Bel en su memoria.
Nichols fue condenado como partícipe secundario en la desaparición del militante comunista a una pena de seis años de prisión, inhabilitación perpetua y absoluta para el ejercicio de cualquier función pública y tareas de seguridad privada. Por su parte, Hermelo que al momento del secuestro era segundo comandante del Batallón de Infantería de Marina 4 de la Base Almirante Zar, fue absuelto.
Hilda Fredes, compañera de Ángel y una de las principales impulsoras de la lucha por llevar a los responsables ante la justicia, afirmó tras conocerse el fallo que “estamos muy contentos con esta sentencia” y consideró que “nos parece un fallo muy importante y una conquista del campo popular”. Respecto a la absolución de Hermelo, manifestó que “vamos a estudiar los pasos a seguir”.
Fredes agregó que “también es una victoria de los docentes que nos acompañaron desde un primer momento, por eso salimos en las marchas con guardapolvos blancos y la figura de Elvio Ángel Bel” y recordó que “este es el compromiso que tenía Ángel, construir por un mañana distintos y se lo llevaron. Nosotros, entre todos, tomamos ese compromiso y decimos estamos satisfechos, vamos a seguir trabajando, porque la lucha sigue”. Por último, insistió con que “hay que difundir el ejemplo de Ángel Bel, un docente proveniente del sector campesino que luchó por el socialismo y por un mundo mejor”.
Bel fue secuestrado por un grupo de tareas cuando Nichols era titular del Departamento de Informaciones de la Policía de la provincia de Chubut. Como muchos otros, en democracia gozó de impunidad y fue electo concejal —función que desempeñó sin contratiempos— y posteriormente consiguió ser nombrado presidente de la Cooperativa Eléctrica de Trelew.
En el proceso judicial el fiscal Teodor Nürnberg logró demostrar que Bel “por su actividad política y social, estaba catalogado como el enemigo”. De esta manera, consideró probado que Tito Nichols, como jefe del Departamento de Informaciones de la Policía del Chubut, aportó información imprescindible sobre los movimientos de Bel, información que resultó de suma importancia para el grupo de tareas que finalmente lo secuestró en 1976. En tanto, había considerado también que Hermelo —que el 5 de noviembre de 1976 era jefe operativo del Batallón de Infantería 4 en la Base Almirante Zar— dispuso los medios humanos y materiales para el operativo ejecutado por el grupo de tareas, pero el Tribunal consideró que no hay por el momento pruebas para condenarlo.
El fiscal también demostró que Nichols “cumplía directivas del Ministerio del Interior para que cada provincia reuniera información de inteligencia de ciertos comportamientos de la ciudadanía”. Este pedido incluía actividades políticas, gremiales y estudiantiles. En ese marco, “cada sección de la sociedad era observada por el Estado, que entendía que el enemigo era la subversión, formada por cualquier partido que tuviese una inclinación socialista o de izquierda”. Por consiguiente, el Fiscal evaluó que Bel “por su participación en el Partido Comunista era una persona muy notoria” por lo que “no hay duda de que su actividad política y social determinó que lo cataloguen como el enemigo” y aclaró que “todavía hoy existe la negativa a dar información sobre su destino”.
El fallo llegó 44 años después de la desaparición de Bel. Como su cuerpo continúa desaparecido, el Tribunal ordenó al Juzgado Federal de Primera Instancia de Rawson a profundizar la búsqueda de Ángel “con todos los medios a su alcance, hasta que el mismo sea habido, o se constate su paradero final y su destino”, según consta en el fallo.
Por su parte, la condena contra Nichols se dio en el marco del parate que supuso en la justicia —y en casi todos los ámbitos del país— el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el covid-19. Aún resta que el poder judicial avance en las sentencias de otros juicios que estaban avanzados al momento de decretarse la cuarentena, para lo cual la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y organismos solicitaron que se continúen con los procesos judiciales por delitos de lesa humanidad. En los últimos días, a raíz de este pedido, la justicia federal de Entre Ríos condenó a todos los acusados en el segundo juicio de la megacausa conocida como Área Paraná. Al respecto Marcelo Boeykens, abogado de la Liga y del PC, afirmó que “estamos contentos porque después de 43 años finalmente hay una sentencia”. La causa juzgó el secuestro, la desaparición y el homicidio del militante peronista Jorge Papetti, ocurrido en 1977 y cuyo juicio comenzó hace seis años.