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¿Que hay detrás del Inter de Miami, el que para muchos es el “club de los latinos” que ahora suma a Lionel Messi y es la franquicia de Jorge y José Mas Canosa, los hijos de quien financió los atentados terroristas contra hoteles internacionales en La Habana en 1997?

El mundo del fútbol asiste a la última etapa del mejor jugador a nivel global que surgió en lo que va del siglo 21. El capitán del campeón del mundo en Qatar 2022, Lionel Messi, llega al Inter de Miami, equipo al que muchos consideran el “club de los latinos” y que es franquicia de José Mas Canosa y de su hermano Jorge (en la foto junto a David Beckham).

Lo hace después de irse en medio de no pocos silbidos del Paris Saint Germain (PSG) de Francia, cuyo propietario es el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, en tanto que tiene como presidente a Nasser Al-Khelaïfi, quien es el titular de la empresa que controla a la entidad, la sociedad Qatar Sports Investments.

¿Pero qué intereses económicos hay detrás de la llegada del astro a Miami? Messi ya había anticipado en una entrevista por TV de 2021 que deseaba concretar la experiencia de vivir un tiempo en EE.UU. Muchas de las hipótesis que despierta su pase a la que deportivamente es una liga menor en relación a la francesa y a la española que son las que hasta ahora lo vieron jugar, tienen que   ver con la expansión de su imagen y todo lo que genera,  una vez que cuelgue los botines, fecha que anticipó que está cercana.

Messi no sólo es el mejor futbolista que dio este siglo, sino que ello articulado con la noción de fútbol como uno de los negocios capitalistas y de influencias más aceitados a nivel mundial, lo transforma en un activo económico que no deja de facturar y de hacer facturar a otros agentes económicos con los que se asocia de una u otra manera.

Fuentes citadas por el Miami Herald, aseguran que el rosarino firmará un contrato por dos años y medio, con opción de extensión por uno más. Por cada temporada, percibirá entre cincuenta y sesenta millones de dólares en concepto de salario, primas y acciones del club a las que accederá cuando finalice su etapa como jugador. La contratación de Messi, también es funcional a la ecuación que se proyecta desde EE.UU. con un próximo objetivo muy claro: la organización tripartita de la Copa Mundial 2026 junto a México y Canadá.

La Major League Soccer (MLS) es la que organiza el principal torneo futbolístico que incluye clubes de EE.UU. y Canadá que son sociedades anónimas y adquieren franquicias, en promedio, por casi seiscientos millones de dólares al año. La más cara a 2022 era de Los Angeles FC y costaba unos novecientos millones.

Messi jugará para uno de los equipos peor ubicados en la MLS, pero quizás para el rosarino esta no sea su mayor preocupación, ya que por cómo se perfila su llegada, el fútbol estadounidense puede ser la una vitrina para  futuros negocios y, tal vez, para generar un proyecto propio de franquicia ¿Qué jugador no quisiera integrar el equipo de Messi en un futuro?

 

Money, Money, Money...

 

Recientemente la revista Forbes publicó el listado de los treinta clubes de fútbol más valiosos del planeta. Los únicos países que aparecen representados en el ranking son España con tres, Inglaterra que tiene doce, Alemania y Francia con dos cada uno y hay cuatro de Italia, mientras que EE.UU. metió siete equipos en esta selecta nómina, lo que denota el poderío que Europa tiene en el fútbol, pero también el crecimiento de la MLS.

Cabe preguntarse cómo equipos que tienen menos de diez años de vida, poseen un precio de mercado que, por ejemplo, supera al de Flamengo de Brasil por nombrar a un club con mucha más historia y que es de los más cotizados de una liga que como la brasilera, tiene un gran poderío económico.

De hecho, el plantel de Flamengo tiene muchas más estrellas que cualquier conjunto de la MLS, pero su valor de mercado es mucho menor. Esto habla de una concentración de activos y una apuesta fuerte por parte de capitales estadounidense en el fútbol, deporte al cual parecen haberse subido tarde a la cresta de la ola del negocio, pero al final se subieron.

Después de que explotara en 2015 el escándalo de los Sobornos, Wall Street, sus fondos buitre y capitalistas variopintos que buscan negocios rápidos y lucrativos, vieron que tenían una nueva oportunidad. Y desde EE.UU. se empezaron a comprar, como si fuera una política de Estado, clubes, derechos de televisión y futbolistas cada vez más jóvenes para tender a bajar los salarios de las principales estrellas.

El ídolo que cumplirá 36 años mañana sábado, habría sido tentado para jugar en el Inter de Miami con una porción de lo que se recaude a futuro del paquete de streaming de la MLS en Apple TV+, que tiene los derechos por los próximos diez años. Lo curioso de esta transacción y que marca una diferencia de cómo se vive el futbol aquí y allá;  es que para los yanquis todo debe ser un show rentable y hacen cualquier cosa para que los números cierren.

En este caso, todos los equipos de la liga van a poner parte del dinero para poder pagar el contrato de Messi que incluye camisetas, suscripciones a Apple TV, además de parte del presupuesto del Inter ¿Es posible imaginarnos en Argentina que Boca le pague el sueldo a los jugadores de River o viceversa?

Vale mencionar que el precio de las entradas para ver el debut del rosarino, se disparó hasta nieve mil dólares cada una. Cuando debutó el Inter en la MLS, las entradas salían cien y 140 dólares. Sin embargo, esta franquicia que para muchos iba a ser el furor latino en Miami, no está teniendo el éxito que se esperaba. Un periodista uruguayo radicado en esa ciudad, relató que hoy regalan un pancho y una cerveza con la entrada, por lo mal que va el quipo y la falta de seguidores que tiene.

Así también, Messi se convertirá en el Jugador Franquicia, que es una modalidad que se emplea en otros deportes en EE.UU. Esta regla comenzó a regir a partir de la inesperada llegada de David Beckham, actual accionista del Inter de Miami, a la MLS para jugar con Los Ángeles Galaxy en 2007. Ese es considerado el punto de partida de esta normativa que es reconocida y asociada al nombre del ex futbolista inglés, hoy devenido en accionista y dirigente deportivo.

El objetivo de la MLS con estos topes salariales, es mantener la paridad entre los diferentes equipos y poder contribuir a que haya una liga realmente competitiva entre los diferentes participante y evitar así que haya hegemonías como pasa en Alemania con el Bayern Múnich, por ejemplo.

El Inter de Miami sufrió la reducción de 2.272 millones de dólares en el apartado de asignaciones, que serán repartidos entre las temporadas del 2022 y 2023. En base a un total disponible de 19,2 millones de dólares en esas dos temporadas, la multa de dinero por asignación asciende al 11,9 por ciento del presupuesto salarial de esta franquicia durante ese tiempo. Además, la liga también emitió una multa personal de 250 mil dólares al dueño gerente del Inter Miami, Jorge Mas.

La MLS anunció el pasado marzo que inició una investigación sobre la contratación del mediocampista francés Blaise Matuidi, para ver si se cumplía con el presupuesto de salario de la liga y las pautas vigentes.

El resultado de la investigación no pudo ser más demoledor y humillante para el Inter Miami, ya que reveló que se cometieron todo tipo de irregularidades con Matuidi, pero también con el colombiano Andrés Reyes que ya no está con el equipo y ahora milita con los New York Red Bulls. Otro tanto pasó con las adquisiciones de los argentinos Leandro González Pirez, Nicolás Figal y Julián Carranza.

Desde lo deportivo Messi va a tener que hacer un cambio de mentalidad teniendo en cuenta que siempre compitió a muy alto nivel, porque ahora va a un club semi amateur en lo que respecta al juego que, encima, va último en la tabla de la Liga. Además, no hace falta hurgar mucho para darse de que el club no tiene la estructura de una institución deportiva de las que está acostumbrado el astro argentino.

De hecho, el arquero del Inter Miami, Nick Marsman, reaccionó a la elección de Lionel de jugar en el Inter Miami con una sincera descripción de la situación. “Personalmente creo que este club no está listo para la llegada de Messi. Tenemos un estadio temporal, la gente puede caminar tranquilamente sobre el campo. Ojalá que venga, pero creo que no estamos listos”, reveló el neerlandés de 33 años que defiende en los tres palos de Las Garzas como le dicen al equipo de la camiseta rosada.

Pero desde lo económico, esto es para Messi una gran ventana para expandir su marca y pensar en el retiro como dueño de alguna franquicia ¿Tendremos la esperanza de verlo jugar en el campeonato de Argentina aunque sea por un tiempo? ¿Qué estará dispuesto a resignar por darle la felicidad al pueblo argentino de verlo de cerca? Esperemos alguna vez lo reconsidere.

 

¿Quiénes son los dueños del Inter Miami?

 

En varios medios hegemónicos poco se habla de ellos y sólo quieren hacer ver a David Beckam como el verdadero CEO y dueño del club de Miami. Sin embargo, hasta que Messi no confirmo el traspaso, casi nada se decía de los hermanos propietarios del Inter, que son hijos de Jorge Mas Canosa, el ideólogo de la Fundación Nacional Cubano-Americana (National Cuban-American Foundation) nacida en 1981 y que, entre otras cosas, financió los atentados terroristas perpetrados contra hoteles internacionales en La Habana de 1997. En uno de ellos, una bomba detonada en el Hotel Copacabana, asesinó al turista italiano Fabio Diccelmo.

Jorge y José Mas Canosa, se quedaron con el paquete mayoritario en septiembre de 2021. Se lo compraron al empresario boliviano Marcelo Claure y al japonés Masayoshi Son, que sumaban juntos el 48 por ciento de las acciones. Su objetivo era contratar a Messi antes de 2025 y se anticiparon dos años.

Les resta construir un estadio con mayor aforo que ya fue aprobado y se llamará Miami Freedom Park o como se lo rebautizó “La Casa de Messi”. Mientras tanto, el equipo está obligado a seguir usando el actual DRV-PNK Stadium, como señaló Gustavo Veiga en Página 12.

Desde la organización de Mas Canosa padre se estimuló el raid criminal que reivindicó uno de sus autores, el terrorista cubano Luis Posada Carriles, un agente de la CIA que murió impunemente libre en EE.UU. a los 90 años.

El apellido de esta familia está vinculado al lobby de la gusanera que actúa desde Miami contra Cuba, un país soberano que es sometido al bloqueo más prolongado de la historia contemporánea por EE.UU. El padre de los dueños del Inter y furioso anticomunista, participó inclusive de la invasión a Playa Girón en 1961 y con el correr de los años y algunos buenos contactos en la CIA, se transformó en empresario de MasTec, una compañía de telecomunicaciones que pasó de cavar zanjas y tender cables a ser un emporio familiar.

Mas Canosa multiplicó su fortuna después de que el huracán Andrew destrozara buena parte del sur de la Florida en 1992, cuando la SA tomó fuerte impulso con la reconstrucción. Con el tiempo empezó a fabricar sistemas de distribución de petróleo y gas, de transmisión de electricidad y megasistemas de comunicaciones inalámbricas.

Los herederos de ese grupo tuvieron serios problemas con el fisco español por el desguace de la compañía Sintel, que Telefónica le había vendido a Jorge Mas Canosa en 1996. Al año siguiente el titular del emporio familiar falleció y sus hijos quedaron al frente de todo, por lo que junto a sus socios tuvieron que pagar 35 millones de euros al personal y acreedores de la fundida Sintel, que había dejado a unas tres mil personas damnificadas.

Y, durante 2007 Jorge, el mayor de los hermanos y presidente de la sociedad, acusó a Telefónica y a los sindicatos de haber arruinado su emprendimiento. Pero seis años después, cuando abonó aquella indemnización, quedó probado que era todo lo contrario.