El Partido Comunista estuvo presente en el acto llevado a cabo ante la sede de la Facultad de Artes de la Unne.
Dijo presente, el Partido Comunista, en la jornada del sábado en la que ante las puertas de la Facultad de Artes de la Unne, organizaciones sociales, políticas, sindicales y organismos de Derechos Humanos, así como, estudiantiles y gremiales repudiaron la presencia de Gerardo Morales y exigieron que cese la represión en Jujuy.
“A cuarenta años de democracia ininterrumpida, la presencia del principal responsable de la ejecución de un plan sistemático de gobierno para cimentar un sistema de persecución política, estigmatización y represión en la hermana provincia del Norte Grande, no merece más que la repulsa y repudio popular”, señala una declaración firmada por los convocantes.
Ahí también se alerta acerca de que la reforma constitucional que se plasmó a instancias de Morales, fue diseñada “al servicio de la explotación del litio con procesos y distribuciones neocoloniales, la expropiación a las comunidades indígenas originarias y la persecución y cárcel a quienes luchan por salarios dignos”. Y se resalta que “la pueblada histórica que viene llevando adelante el pueblo jujeño, en defensa del estado de derecho, necesita de la solidaridad de todos”.
Por eso ahí se dieron cita, entre otros, representantes de la CTA de los Trabajadores, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Hijos, el Frente Universitario Popular Humanidades, el Movimiento Universitario Popular y partidos políticos como el Frente Patria Grande Chaco y por supuesto el PC que lo hizo encolumnado detrás de una enorme Bandera Argentina que simbólicamente se enarboló como “barrera contra el fascismo”.
En esa columna, jóvenes estudiantes se plantaron, codo a codo, con militantes provenientes de otras experiencias de lucha como Luis Mañanes, (en la foto), quien está afiliado al PC desde que tenía dieciocho años y que a los 85 sigue llevando su fervor militante en la misma lucha que, por más de seis décadas, lo tuvo siempre primero en la fila.