Comunistas de Israel, El Líbano e Irán demandaron el cese inmediato de la agresión que perpetra el régimen que encabeza Benjamín Netanyahu y que está empujando a toda la región del Medio Oriente a un peligroso callejón sin salida.
“¡Paren ya la guerra en Gaza y Líbano!” es el clamor en que coincidieron el Partido Comunista de Israel con el Partido del Pueblo Palestino, lanzaron durante un encuentro que se llevó a cabo ayer en redes sociales en las que se instó a que los comunistas de todo el planeta redoblen sus esfuerzos para concientizar sobre la situación que se vive en la Franja y el territorio libanés que, en estos precisos momentos, son atacados e invadidos por tropas israelíes.
“Sólo mediante el establecimiento de un Estado Palestino soberano habrá paz y estabilidad en la región”, recalcaron ambas fuerzas políticas durante la cita virtual que tuvo como principales protagonistas al secretario general del PC de Israel, Adel Amer, y a su par del Partido del Pueblo Palestino, Bassam A-Salhi, todo en un contexto en el que ese mismo día, Tel-Aviv extendía su invasión a todo el sur de Líbano, mientras seguía bombardeando Beirut y sumaba otros siete mil soldados a las operaciones en territorio libanés, al tiempo que su primer ministro, Benjamín Netanyahu, volvía a amenazar a Irán.
Y precisamente desde la República Islámica, los comunistas del Partido Tudeh de Irán, advirtieron sobre la regionalización de la guerra de agresión que el Estado de Israel emprende contra prácticamente todos sus vecinos. “Nos oponemos a la ampliación de la guerra en el Medio Oriente”, puntualiza una declaración dada a conocer ayer por el Partido Tudeh junto a otros partidos comunistas y obreros que lanzaron una campaña “por la paz y el progreso en Oriente Medio”, al tiempo que expresan su “más profunda preocupación por la escalada sin precedentes que presenta la situación en la región a partir de los ataques multidimensionales israelíes contra el Líbano y la invasión a gran escala del país”.
En este sentido, puntualizan que, “como era previsible, esto provocó ataques con misiles de represalia por parte de Irán contra objetivos israelíes, tras los ataques israelíes contra el Líbano y otros contra la soberanía iraní” y, al respecto, remarcan que “si continúa la actual tendencia de los acontecimientos, la región se verá sumida en un ciclo de conflictos que muy fácilmente podría desembocar en una guerra globalizada, lo que pondría en peligro la seguridad de todos sus Estados y pueblos”.
Por esto es que la declaración que también firman partidos comunistas de Chipre, Grecia, Irak, Israel, la Federación Rusa y Catalunya, pide que se ponga fin a todas las exportaciones de armamentos militares, municiones y asistencia técnica a Israel “para obligarlo a dar marcha atrás en su peligrosa aventura militar en Palestina, Líbano y otros países del Medio Oriente”, pero también que “se implementen sin demora ni obstrucción”, las sentencias de la Corte Internacional de Justicia sobre la guerra genocida israelí en Gaza.
Al respecto recuerda que “el gobierno de Netanyahu ha violado flagrantemente el derecho internacional al perpetrar una guerra genocida en Gaza durante los últimos doce meses”, así como “el asesinato de líderes políticos en Teherán y Beirut, y ahora en su invasión del Líbano y su flagrante recurso a tácticas terroristas para eliminar a sus enemigos allí”. Y denuncia que Israel “busca un conflicto militar directo con Irán para expandir la guerra a todo el Medio Oriente, en connivencia con los gobiernos de EE.UU. y el Reino Unido, para implementar agresivamente planes destinados fundamentalmente a redefinir el mapa político regional e imponer su hegemonía imperialista”.
Por eso es que el Estado de Israel “se comporta como un pirómano salvaje mientras las potencias occidentales continúan cubriéndolo, apoyándolo y armándolo hasta los dientes, porque constituye su largo y férreo brazo en la región”, todo pese a “las repetidas y descaradas burlas de Israel a la comunidad internacional, a la ONU y al imperio del derecho internacional”.
Con este telón de fondo, la declaración sostiene que “la solución pacífica y política definitiva de la Cuestión Palestina es fundamental para la situación actual en Oriente Medio” por lo cual pide un alto el fuego total e inmediato “el fin de la guerra genocida en Gaza y Cisjordania y la retirada de todas las fuerzas israelíes de esos territorios, la liberación de todos los prisioneros palestinos retenidos en cárceles y centros de detención israelíes, la de todos los rehenes israelíes que aún permanecen retenidos en Gaza”, así como la aplicación de “medidas inmediatas, concretas y legalmente consagradas para el reconocimiento y la implementación de un Estado Palestino plenamente soberano dentro de las fronteras que existían el 4 de junio de 1967, de conformidad con las resoluciones pertinentes de la ONU”.
Y, asimismo, hace hincapié en que es preciso que el Estado de Israel cese con la ocupación ilegal de Palestina, se retire inmediatamente del territorio libanés y que ponga fin a los bombardeos y ataques militares que perpetra contra Líbano, Siria, Irán y Yemen.