Es lo que se propone la República Popular China que acaba de celebrar 75 de vida. Y para saber más acerca de qué va todo esto, Nuestra Propuesta dialogó con los integrantes del Área de Estudios sobre China del Cefma, Juan López Páez y Marcelo F. Rodríguez.
La República Popular China (RPCh) acaba de cumplir 75 años, lo que parece poco para un Estado y un pueblo cuyas raíces se remontan a más de dos mil años atrás. Pero lo que no es poco, es todo lo que construyó el pueblo chino desde aquella gloriosa jornada del 1° de octubre de 1949 en la que Mao Zedong declaró que la República Popular ya era una realidad.
Para tomar real noción de la cosa, sólo alcanzaría con decir que viven en China personas que fueron gobernadas por un emperador y por distintos señores de la guerra, que padecieron la invasión japonesa y vivieron en un país atrasado que, en pocas generaciones, dio un gran salto que les permite hoy ver la Bandera roja de las cinco estrellas pozada en el suelo de Marte.
Pero también que son parte de un Estado que sacó de la pobreza a casi novecientas millones de personas, en un escenario global en el que el sistema capitalista sigue fabricando pobres todos los días. Y que lo hizo sin invadir ni saquear a ningún país ¿Pero cómo lo hicieron posible? ¿De qué va todo esto que ya dejó de ser un milagro para convertirse en una realidad de la que mucho se habla, pero poco se sabe?
Para saber más qué mejor que dialogar con Juan López Páez y Marcelo F. Rodríguez, quienes integran el Área de Estudios sobre China (AECh) que el Cefma creó durante 2018 a partir de una propuesta realizada por el entonces secretario general del Partido Comunista, Víctor Kot, quien advirtió que era preciso contar con un espacio dedicado al estudio y análisis de los cambios producidos en aquel país, sobre todo a partir de la fundación de la República Popular, pero también a las profundas transformaciones que se están llevando adelante en el proceso de construcción del socialismo con particularidades chinas.
Como producto de este trabajo, el AECh participó en distintos seminarios y foros organizados por el Partido Comunista de China (PCCh) y por la Academia China de Ciencias Sociales (Cass), al tiempo que se organizaron seminarios conjuntos y una delegación del Cefma estuvo presente en el Foro del Socialismo Mundial realizado en Beijín en 2023.
A partir de esta colaboración, Atilio Boron, Mariano Ciafardini, Ruben Darío Guzzetti, Emilio Katz, Víctor Kot, Juan López Páez y Marcelo F. Rodríguez participaron con artículos del libro publicado en China “Un siglo del Partido Comunista de China: miradas de 100 comunistas extranjeros”, textos que pueden encontrarse en el libro “La apertura del futuro con la historia como espejo” publicado por el Cefma, que junto a otros textos producidos por el AECh, está disponible en la página www.elcefma.com.ar
Además, artículos realizados por integrantes del Cefma son publicados con regularidad en varios periódicos de la RPCh y en revistas como China Hoy, publicación que cuenta con información sobre aquel país que se edita en la Ciudad de México y World Socialism Studies, que es una publicación de la Escuela de Marxismo de la Cass.
—A vuelo de pájaro ¿cuáles son los principales momentos que transitó la RPCh en estos 75 años?
—A partir del triunfo de la revolución y de la fundación de la República Popular China, el 1° de octubre de 1949, inicia un proceso de reformas profundas en China con el objetivo de dejar atrás la situación semicolonial y semifeudal en que se encontraba el país, anulando los llamados tratados desiguales impuestos por las potencias extranjeras a partir de la Guerra del Opio de 1840 y buscando superar las condiciones de miseria impuestas por la guerra con Japón y el gobierno de Kuomintang, poniendo en marcha un proceso de unidad del país y de democracia popular en la Nueva China.
Esta etapa de la RPCh, liderada por Mao Zedong, buscó eliminar el sistema feudal imperante en China, para lo cual se inició lo que se llamó Gran Salto Adelante, cuyas líneas principales fueron llevar a cabo gradualmente la industrialización del país y la transformación socialista de la agricultura, la artesanía, la industria y el comercio.
En 1954 se proclama la primera constitución de la RPCh en la cual se establece que ésta es “un estado democrático popular dirigido por la clase obrera y basado en la alianza obrero-campesina” y se plantean las cuatro modernizaciones a llevar adelante, la de la industria, la agricultura, la comunicación y el transporte y la defensa nacional.
Otro de los momentos importantes que vivió la RPCh fue el Gran Salto Adelante, a través del cual se intentó avanzar rápidamente en la producción agrícola y el desarrollo industrial. Esta experiencia hoy es vista críticamente en China, ya que si bien se alcanzaron importantes avances en estos campos, los mismos tuvieron un alto costo social al haber impulsado un “igualitarismo absoluto” y por las consecuencias que tuvo en la producción agrícola el traslado de muchos campesinos al desarrollo industrial, haciendo caer la producción de alimentos.
Otro hito complejo y que hoy es evaluado críticamente fue la llamada “Revolución Cultural”, iniciada para enfrentar las ideas revisionistas y derechistas. En el marco de este proceso se hizo un llamamiento al pueblo a atacar ferozmente a los “representantes de la burguesía” tanto en el Partido, el Gobierno, el ejército como en el sector cultural. El surgimiento de los llamados “guardias rojos” para combatir estas tendencias, produjo violentos enfrentamientos y represalias contra quienes eran considerados representantes de los “cuatro viejos”, que consistían en las llamadas viejas ideas, cultura, costumbres y hábitos.
Buscando controlar la situación, Mao Zedong aprobó que se estableciera el control militar de departamentos y organismos gubernamentales de importancia, y ordenó que se detuvieran los viajes y desplazamientos de los guardias rojos por todo el país, estableciendo comités revolucionarios como instituciones temporales de poder en todos los niveles, consiguiendo a fines de 1968 una estabilización básica de la situación.
En octubre de 1971, China logró recuperar su lugar en la ONU, que se reconozca a la RPCh como la única representante legitima de China y mejorar las relaciones con los países occidentales.
En 1976 fallece Mao Zedong y en 1978 Deng Xiaoping es nombrado presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) y pone en marcha el proceso que transformará radicalmente a la RPCh, la Reforma y Apertura.
Esto significó una nueva fase en la modernización socialista, llevando adelante una amplia reforma del régimen económico desde las zonas rurales a las urbanas, se impulsó gradualmente la reforma del régimen político, se formó básicamente la configuración de apertura al exterior, se abrieron nuevas perspectivas para las relaciones exteriores y la defensa nacional, se consiguieron avances en la reunificación de China, y se elevó a un nuevo nivel el desarrollo económico y social del país.
Este proceso ha ido avanzando, no exento de dificultades y contradicciones, hasta el presente, bajo los liderazgos de Deng Xiaoping (1978-1989), Jiang Zemin (1989-2002), Hu Jintao (2002-2012) y Xi Jinping desde 2012 hasta la actualidad, convirtiendo a China en uno de los protagonistas de la economía y la política internacional.
—¿Cómo hizo la RPCh para sacar, en poco más de una década, a casi novecientas millones de personas de la pobreza?
—Desde 1978, más de ochocientas millones de personas fueron sacadas de la pobreza extrema en China, estos datos no sólo son aportados por el gobierno chino, sino que también son reconocidas por entidades como el Banco Mundial. Esta cifra representa cerca del setenta por ciento del total de reducción de la pobreza a nivel mundial en ese mismo período.
Para lograr este resultado, caracterizado como “hazaña” por muchos analistas, se impulsó un crecimiento económico sostenido con políticas que favorecieron a las regiones con mayor pobreza, se integró la lucha contra la pobreza con una estrategia nacional de desarrollo y organización de programas de alivio de la pobreza a gran escala con programas específicos para mujeres, niños, personas discapacitadas y minorías étnicas. Se tuvo en cuenta un enfoque centrado en el desarrollo como la forma fundamental de salir de la pobreza, se promovió la capacidad de las personas pobres para ayudarse a sí mismas, se llevó adelante una estrategia de desarrollo socioeconómico equilibrado entre áreas urbanas y rurales junto al desarrollo de infraestructura (caminos, agua, saneamiento, electrificación, suministro de gas natural y vivienda), se crearon redes de seguridad social y se movilizaron recursos tanto públicos como privados para la reducción de la pobreza bajo una estricta supervisión gubernamental.
Para llevar adelante estas acciones se destinaron recursos cercanos a los trece mil millones de dólares, y se movilizaron 195 mil altos dirigentes y 775 mil militantes del PCCh que realizaron diversos trabajos de organización desde la base para impulsar proyectos productivos y mejorar la producción de alimentos en las comunidades.
Esta iniciativa, de organizar y mejorar la producción en las comunidades con el compromiso de la militancia del Partido, marca una diferencia sustancial con los planes que se llevan adelante en los países capitalistas para aminorar la pobreza. Se basa en una idea fuerte en China de que el socialismo no es pobreza, sino promover el desarrollo de las fuerzas productivas en beneficio del pueblo.
—¿Qué papel juega la diáspora china?
—Las autoridades chinas ven la emigración como un medio para mejorar la integración de China al mundo, inherentemente relacionado con la estrategia de desarrollo general de China. Una gran parte de estos nuevos migrantes son personas con un buen nivel educativo o comerciantes. Con la progresiva integración de China a la economía mundial, las remesas y las inversiones de los antiguos emigrantes se volvieron menos importantes y, en contraste, los intercambios internacionales en los sectores de alta tecnología y la expansión de los mercados internacionales de las empresas chinas se convirtieron en una nueva prioridad. El Gobierno creó el Consejo de Becas de China que, bajo el Ministerio de Educación, patrocina a unos tres mil ciudadanos chinos cada año para realizar estudios o investigaciones en más de ochenta países o regiones. Para la exportación de mano de obra, dos métodos: uno como “trabajadores de proyecto” de empresas con licencias para emprender proyectos de algunos países en desarrollo o bien proyectos comerciales para clientes extranjeros, y otro por medio de corporaciones autorizadas para exportar trabajadores.
—¿Cómo se puede caracterizar a esa clase media de estándares europeos occidentales que tiene hoy la RPCh y de qué manera juega en el escenario social, económico y político?
En estos momentos y dado el desarrollo económico alcanzado, China alberga la mayor clase media del mundo. A medida que el país atravesaba un período de rápida transformación económica, su clase media se convirtió en un motor clave de su desarrollo económico. Se puede tener en cuenta que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) definió en 2022 el “grupo de renta media” como un hogar típico de tres personas que gana entre 14.844 y 74.221 dólares al año. El ascenso de la clase media en China no sólo significa un cambio social significativo, sino que también tiene profundas implicaciones para los patrones de consumo interno del país, la estructura social y las relaciones económicas mundiales. Constituye un medio importante para que China alcance un mayor grado de autosuficiencia económica aprovechando la demanda interna de bienes y servicios fortaleciendo su mercado interno.
—¿Cómo es el sistema educativo de la RPCh y de qué manera insidió en el proceso que permitió abolir la pobreza?
—Xi Jinping, consideró la educación como un primer paso fundamental para erradicar la pobreza absoluta en China, lo que se logró en 2020. La reducción de la pobreza debe comenzar con la reducción de la ignorancia. Por lo tanto, otorgar a los niños rurales una buena educación es una tarea importante en el alivio de la pobreza y también un medio crucial para detener la transmisión de la pobreza entre generaciones y reducir la brecha en los recursos y la calidad educativos entre las zonas rurales y urbanas. En el período del 13º Plan Quinquenal (2016-2020), el presupuesto central de China asignó alrededor de 114.600 millones de dólares en subsidios para apoyar la educación obligatoria. Las estadísticas del Ministerio de Educación (MOE) publicadas en 2020 muestran que la inversión total de China en educación, aumentó en más del ocho por ciento anual en los tres años anteriores. Se ha cerrado la brecha digital, las escuelas primarias y secundarias de todo el país tienen conexión a Internet.
—¿Cómo es el sistema económico chino, qué participación tiene el capital privado, qué resortes del sistema productivo, financiero, tecnológico y comercial se reserva exclusivamente para la órbita estatal?
—Según la Federación de Industria y Comercio de China las empresas del sector privado representan más del sesenta por ciento del PIB. El Estado chino controla y monopoliza sus sectores estratégicos y mantiene una notable regulación económica, siendo las empresas más grandes de China mayoritariamente estatales, esta forma de economía el gobierno chino la denomina “economía de mercado socialista” o “socialismo con características chinas”.
—¿Cómo es la propiedad de la tierra?
—Hoy en día, la agricultura contribuye con sólo el trece por ciento del PIB, prácticamente toda la tierra cultivable se usa para cultivos destinados a la alimentación humana.
Los productores chinos no son propietarios de las tierras que ocupan. El Estado ejerce la titularidad de las tierras del país, pero se entrega a los ciudadanos en carácter de arrendamiento para el sector productivo por cincuenta años. No existe la propiedad privada sobre la tierra, pero todos los demás bienes adquiridos por los ciudadanos forman parte de su patrimonio.
—¿En esencia de valores e ideología, qué es lo que queda en la actual RPCh de aquel grupo que salió con Mao rumbo a La Gran Marcha?
—Mao instaló políticas marxistas, pero a diferencia del comunismo soviético, centrado en la clase obrera, la revolución maoísta se basó en los campesinos, su objetivo fue industrializar al país y transformar la tradicional economía agraria china, el llamado “Gran Salto Adelante”. Históricamente, las terceras sesiones plenarias del CC han marcado cambios significativos en el panorama político de China. En diciembre de 1978, Deng Xiaoping en el tercer Pleno del XI Comité Central impulsó el programa económico “Reforma y apertura”. En el tercer Pleno del XIV del Comité Central en 1993 se inició la economía de mercado socialista, con amplias reformas en el sistema fiscal, la banca y las empresas estatales. El tercer Pleno del XVIII Comité Central en 2013, el primero bajo Xi Jinping, propuso un nuevo marco para un crecimiento más innovador e impulsado por la productividad, y estableció el mercado como la “fuerza decisiva” en la asignación de recursos mientras que el gobierno debía desempeñar un papel regulador del mercado.
En sólo cuarenta años China pasó de ser un país pobre y rural a ser una superpotencia mundial. Sin renunciar al marxismo que mantuvo como su guía teórica y práctica para construir el socialismo, que es conocido como “Socialismo con características chinas”. En su enfoque aplicó el método marxista básico, la dialéctica, que implica entender la realidad, incluida la realidad del socialismo, como el desarrollo constante de las contradicciones y sus resoluciones a través de la superación, forma en que se han aplicado en las circunstancias chinas el funcionamiento práctico de la democracia socialista china manteniendo el rol del Partido como órgano director del Gobierno que ejemplifica la dialéctica marxista en la acción real. Xi Jinping lo expresa con claridad: “Contar con una teoría científica marxista como guía, constituye los fundamentos de nuestro partido para afianzar sus convicciones y tomar la iniciativa histórica”.
—¿Qué papel e incidencia posee en la actualidad el Ejército Popular de Liberación (EPL)?
—El máximo órgano de decisión militar en China es la Comisión Militar del Comité Central del PCCh. En el XX Congreso se aprobaron adiciones a los Estatutos del PCCh referidas al EPL que indican la importancia de las Fuerzas Armadas. El texto de la resolución introduce: “llevar a cabo con firmeza la construcción política del Ejército, fortalecer el Ejército mediante reformas, logros científicos y tecnológicos y personal altamente profesional, gobernar el Ejército sobre la base de la ley, y convertir el Ejército Popular de Liberación de China en una fuerza armada avanzada de categoría mundial”. Esta política cobra gran importancia en el actual y conflictivo contexto internacional, donde la posibilidad concreta de un enfrentamiento con los EE.UU. no debe soslayarse.
—¿Qué papel e incidencia tiene el Partido Comunista Chino en la estructura del Estado y en la estructura productiva de la RPCh?
—En 2018, la Asamblea Popular Nacional votó a favor de reescribir el Artículo 1° de la Constitución de la República Popular China mediante la inserción de la siguiente frase: “El liderazgo del Partido Comunista Chino es el rasgo definitorio del socialismo con características chinas”, que expresa la amplitud y la profundidad del control del Partido sobre la maquinaria gubernamental y otras instituciones públicas. Con Xi Jinping se ha producido un esfuerzo sin precedentes para fortalecer su dominio a través de un flujo constante de resoluciones y reajustes organizativos. Como reflejo de esto es preciso constatar que desde 2012 no ha pasado un año sin que el Comité Central apruebe una u otra resolución para “fortalecer el liderazgo del Partido” (jiaqiangdang de lingdao) en uno u otro ámbito político: empresas públicas, Poder Judicial, asociaciones, universidades, relaciones exteriores.
Para la estructura productiva china, el objetivo central del PCCh sigue siendo el sueño chino, que debe lograrse mediante la “modernización china” con una nueva filosofía de desarrollo y un crecimiento de alta calidad generado por una economía de mercado socialista de alto nivel.
—¿Hay millonarios en la RPCh?
—Según el Hurun Global Rich List, clasificación de los multimillonarios en dólares del mundo publicada el 23 marzo de 2024, a pesar de haber perdido 155 multimillonarios, China sigue siendo la capital mundial de los multimillonarios con 814. Estados Unidos se sitúa justo detrás con ochocientos multimillonarios, sumando 109. Entre los “dos grandes”, China y Estados Unidos, tienen el 49 por ciento de los multimillonarios conocidos del planeta.
—¿Cómo se vincula la RPCh con el mundo, cuáles son sus principales prioridades geoeconómicas. De qué forma maneja su comercio y estrategias de inversión? ¿Cómo juega esto con su propia geoestrategia?
—La vinculación con el mundo se realiza a través de la idea de construir “una comunidad de destino compartido para la humanidad”, que incluye cinco contenidos: asociación política, seguridad, desarrollo económico, intercambios culturales y medio ambiente. Esta idea apareció oficialmente en septiembre de 2011 en el Libro Blanco sobre el desarrollo pacífico, confirmado más tarde en el discurso de Wen Jiabao en la XIV Cumbre China-ASEAN y repetido por Hu Jintao en el discurso de apertura del XVIII Congreso Nacional del PCCh en 2012, en el que se perfeccionó la expresión con la fórmula: “comunidad humana con un futuro compartido”.
Xi Jinping la presentó por primera vez en la Conferencia anual del Foro de Boao para la región asiática en marzo de 2015, y luego fue expuesta a toda la comunidad internacional en su discurso frente a la Asamblea General con motivo del 70º aniversario de la ONU en septiembre de ese año.
Fue posteriormente refinada por Xi Jinping en su célebre discurso de 2015, con motivo del 70 aniversario de las Naciones Unidas, “construir una comunidad de destino compartido para la humanidad”, que incluye cinco contenidos: asociación política, seguridad, desarrollo económico, intercambios culturales y medio ambiente.
Esta perspectiva se hizo eco en el discurso de Naciones Unidas en Ginebra en enero de 2017 y la idea de la necesidad fundamental de “construir una comunidad con un futuro compartido”, fue confirmada en octubre del mismo año en el Informe a la XIX Conferencia Nacional del PCCh e insertado, a través del “Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era”, en la Constitución china con la reforma de marzo de 2018.
El Tercer pleno del CC del PCCh es la hoja de ruta económica para China, el avance de la economía es la prioridad número uno con la creación de nuevas fuerzas productivas de calidad, una productividad avanzada liberada de los modelos tradicionales de crecimiento económico” y caracterizada por “alta tecnología, alta eficiencia y calidad” y así abordar la guerra tecnológica liderada por Estados Unidos.
Las fuerzas de producción constituyen la condición material de toda existencia social, la tarea fundamental del socialismo es liberar y desarrollar esas fuerzas productivas. Como tal, el objetivo fundamental del PCCh ha sido promover el desarrollo de las fuerzas productivas y, sobre esta base, mejorar continuamente los niveles de vida del pueblo.
—Milei acaba de descubrir que se puede sorprender gratamente con la RPCh ¿Cómo puede jugar la RPCh con la geoestrategia que Milei impone a Argentina y de qué manera podría hacerlo con una geoestrategia que, por lo menos, se pareciera más a la que nuestro país intentó llevar adelante durante las últimas cuatro décadas?
—La realidad material está condicionando los posicionamientos ideológicos de Milei y su ultra alineamiento con el Occidente geopolítico, los gestos de Milei en apoyo a la política exterior de EE.UU. no se tradujeron en grandes inversiones ni en ventajas con el férreo marcaje del FMI, EE.UU. se limitó a aplicar la Doctrina Monroe a rajatabla con las visitas de Laura Richardson, comandante del Comando Sur.
La RPCh puede aprovechar la situación propicia ante la necesidad imperante de inversiones para una economía en recesión como la argentina. El Gobierno de ultraderecha inició un aparente viraje hacia una recomposición de las relaciones internacionales, Milei elogió a los chinos como socios comerciales, en particular destacó el acuerdo alcanzado para renovar un swap de monedas. También afirmó que planea participar, a comienzos de 2025, de una cumbre conjunta entre China y la Celac. A lo que se suma la visita de la secretaría general de la Presidencia a la Exposición Internacional de Importaciones de Shanghái. La restauración de la relación con China podría reactivar el flujo de fondos para, por ejemplo, retomar la construcción de dos represas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz, paralizadas. El Ejecutivo buscaría una empresa china capaz de suplantar a Petronas en el proyecto conjunto con la petrolera argentina YPF, para construir una planta de licuefacción de gas natural. Se trata de una multimillonaria inversión de treinta mil millones de dólares.
—¿Qué es lo que le puede esperarle a la RPCh de aquí en más? ¿Cuál es el papel que está llamada a jugar teniendo en cuenta las fuertes apuestas que en términos geoestratégicos, geoeconómicos y geopolíticos viene impulsando, como los Brics y la Iniciativa de la Franja y la Ruta?
—En el contexto de la volátil situación mundial, un escenario particularmente complejo no sólo por el conflicto armado de Ucrania, el conflicto creciente en Medio Oriente y la política agresiva del imperialismo estadounidense para interrumpir el desarrollo tecnológico chino, sino con un nuevo mapa político en la UE derivado de las elecciones al Parlamento Europeo que confluyen con la reciente confirmación del rusófobo Mark Rutte como secretario general de la Otan y a escasas semanas de unas inciertas elecciones estadounidenses en noviembre, la RPCh tiene el margen suficiente de actuación para relanzar los grandes proyectos internacionales particularmente, la Iniciativa de la Franja y la Ruta. La RPCh tiene por objetivo completar la construcción de una economía de mercado socialista de alto nivel, para 2035 para China, con la diagramación de los próximos planes quinquenales hasta 2030 y hasta 2035.
El componente más importante es la capacidad de actuar como un “punto de montaje” de los espacios geográficos adyacentes, para desempeñar un papel principal en los proyectos de integración. La Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) cubre más del sesenta por ciento de la superficie terrestre de Eurasia, casi la mitad de la población mundial y un PIB combinado de más de veinte billones de dólares, aproximadamente la cuarta parte de la economía mundial, es la organización regional más grande del mundo en términos de escala geográfica y población, reúne no sólo a países de Eurasia y Asia Central, sino también a Asia del Sur, Oriente Medio y Europa.
—¿Puede la RPCh constituirse en un corto plazo en una potencia geopolítica, geoeconómica y geoestratégica capaz de disputar hegemonía con EE.UU. que es la única formación estatal que actualmente reúne estas tres condiciones?
—Con su propia visión de la política internacional, China es la actual responsable del desplazamiento del centro de gravedad económico del Atlántico a la región Indo-Pacífico. El estudio de China requiere primeramente relacionarse con su cosmovisión. Hablar de China y su accionar en el contexto internacional e interno conlleva a la necesaria comprensión de su legado histórico. De allí, la importancia del concepto de la China Milenaria, que son retomados por los thinktanks chinos.
Una plataforma filosófica o geopolítica con el sistema “Tianxia” (天下) significa “todo bajo el cielo”, fue establecido en la dinastía Zhou (1.046-256 a. C.) recuperada por la academia china, una idea del sistema-mundo practicada en tiempos históricos como “un sistema universal que integra a todas las naciones y un mundo constituido por y para todos los pueblos”.
Podemos entenderla en tres niveles:
- El geográfico, entendido como “todo lo que está bajo el cielo”, lo cual apunta a una clara escala global.
- Lo psicológico, como una manera de pensar(se) como comunidad global, siendo conscientes de que las decisiones son consensuadas.
- Lo político, marcado por una institución global que asegure el orden y la armonía.
De suerte que China proveyó enfoques teóricos y conceptuales que lograron desafiar las perspectivas occidentales dominantes en las relaciones internacionales -liberales, realistas, constructivistas-, perspectivas que sirven a la hegemonía estadounidense y occidental. De este modo podemos captar el nuevo modelo de gobernanza chino como una plataforma filosófica-geopolítica, que propone, apoyándose en los paralelismos con la filosofía del Tianxia construir una “Comunidad de Destino Compartido para la Humanidad”, que trascienda el espacio geográfico y en el cual las relaciones entre sus miembros se desarrollarían en armonía a partir del respeto de un conjunto de principios reivindicados por China. Así se erige como defensora de la globalización, el multilateralismo y el desarrollo inclusivo y sustentable, al mismo tiempo, presenta su propio modelo de gobernanza alternativo basado en principios marxistas.
En el aspecto económico China crece a una tasa de alrededor del cinco por ciento anual, China ya supera a EE.UU. en el ranking mundial del PIB a partir de sus valores en Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) y es China quien está a la cabeza de ese índice, en los indicadores comerciales su gran volumen de negocio sitúa a China nuevamente por delante de EE.UU. El desarrollo de la transformación tecnológica china está siendo espectacular (invierte ya el 2,64 por ciento del PIB en I+D, superando el nivel medio de la UE). En la cuestión ambiental, está en condiciones de alcanzar sus objetivos en materia de energías renovables para 2030 este mismo año, con seis de antelación antes de lo previsto en virtud del rápido crecimiento de la capacidad solar y eólica del país.
En el aspecto geoestratégico, la realidad indiscutible es que en un periodo de apenas cuarenta años, vinculado a un crecimiento económico espectacular, China ha pasado de ser una potencia básicamente continental, a convertirse también en una gran potencia marítima. Cuatro elementos clave para avanzar en este ámbito; habilidad para explotar los recursos oceánicos, desarrollo de una economía de lo marítimo, preservación del medio marino, y protección los intereses y derechos marítimos de China.
Las rutas de navegación permiten el comercio marítimo internacional que representa casi el ochenta por ciento de toda la carga transportada. Atraviesan puntos de estrechamiento (canales, estrechos) que en las rutas oceánicas son puntos estratégicos en la logística, entendida ésta como la actividad que planifica, gestiona, controla el almacenamiento y envío de bienes en una cadena de suministro.
Los conflictos venideros surgirán en gran medida por el deseo de controlar las materias primas y la producción. Tal es el caso de la UE respecto de su dependencia con China. El bloque comunitario depende casi en su totalidad de Pekín, entre un 98 y un cien por cien, para el suministro de materias primas minerales como el litio, el magnesio, el cobalto y el manganeso, elementos químicos esenciales para los fabricantes de las industrias tecnológica y de defensa. Además China controla el 37 por ciento de las reservas mundiales de las denominadas “tierras raras”, aunque estos minerales no se extraen en China, se envían allí para su procesamiento, y son esenciales para producir baterías, turbinas eólicas y paneles solares.