Se trata del acuerdo de coordinación militar suscripto por Gran Bretaña, EE.UU. y Australia desde donde el Partido Comunista que acusó el premier Morrison de involucrar a su país “con los planes de guerra del imperialismo contra China”.
El Partido Comunista de Australia (PCA), hizo pública su oposición a la decisión del premier, Scott Morrison, de adherir al Acuerdo Aukus, que busca una mayor coordinación militar entre este país, Gran Bretaña y EE.UU. en pos de cercar la zona de influencia de la República Popular China (RPCh) en la cuenca Asia-Pacífico.
Esta toma de posiciones de fuerte contenido geostratégico y geopolítico, provocó la rápida reacción de la RPCh que, por medio del portavoz de su Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, dijo que esa alianza pone en riesgo la seguridad de la región del Indopacífico.
“El pacto muestra cómo estos países utilizan las exportaciones nucleares como herramienta geopolítica”, advirtió Zhao y sin dudarlo tildó al acuerdo como “extremadamente irresponsable”, tras lo que instó a sus actores a “abandonar su mentalidad de guerra fría y hacer más para contribuir a la paz y la estabilidad”.
Por diferentes motivos, quien también salió al cruce fue Francia, cuyo presidente Emmanuel Macron, llamó a consultas a sus embajadores en Washington, Londres y Canberra.
Es que de la mano del Ankus, EE.UU. se compromete a compartir tecnología de propulsión nuclear para submarinos con Australia, lo que llevó a que Canberra cancelara un contrato varias veces millonario, que había suscripto en 2016 con Francia, para la construcción de submarinos propulsados con motores diesel.
Al respecto, desde el gobierno francés se quejan porque “nos enteramos por la prensa sobre el acuerdo”. Y se lamentan que lo dejaran afuera del Ankus y de que Australia no honre el contrato existente para la compra de submarinos. “Fue una puñalada por la espalda”, recalcó el premier galo, Jean Castex, tras lo que dijo que Joseph Biden “es igual a Donald Trump”.
Peligro
Por su parte, el PCA fue claro al alertar sobre el peligro que implica el Ankus por el que, entre otras cosas, Australia se compromete a adquirir submarinos de propulsión nuclear, misiles de crucero, pero asimismo que este país “albergue más tropas, buques de guerra, armas y aviones estadounidenses”.
Y al respecto, señaló que este acuerdo es una vuelta más de rosca en la escalada estadounidense contra la RPCh y acusó a Morrison de involucrar, cada vez más, a su país “con los planes de guerra del imperialismo contra China, haciendo que Australia asuma una mayor parte de la carga financiera y se consolide como una plataforma de lanzamiento de EE.UU. para la guerra.
Y sin dudarlo hizo hincapié en que “en este proceso, Australia desecha los vestigios de soberanía que quedaban”, al tiempo que “vuelve a la lógica de la Guerra Fría, algo que va a traer la misma represión y ataques a los trabajadores y nuestro partido que hubo durante esos años”.