Se llevó a cabo la 26 reunión de este espacio. En su inauguración estuvo presente el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Culminó la 26 reunión del Foro de Sao Paulo, en cuya apertura llevada a cabo el jueves pasado, estuvo presente el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, quien en su mensaje recalcó que es preciso “rediscutir el discurso de la izquierda”, tras lo que sostuvo que “la izquierda en América Latina necesita volver a dialogar para competir por espacios democráticos en la región”.
A la hora de hacer un balance de lo que pasa en la región, en la declaración final de esta edición del Foro, se señala que las “victorias y la constante movilización de los pueblos provocan una ofensiva conservadora y de la extrema derecha, incluso la continuidad del lawfare, que demandan una vigilancia y lucha constante contra las amenazas y los ataques”, al tiempo que se condena la represión desatada en Perú y se fustiga la decisión del gobierno encabezado Dina Boluarte de autorizar la presencia de tropas estadounidenses “con fines de amedrentamiento a la población”.
Asimismo, se alerta sobre “el avance de las fuerzas políticas de derecha y extrema derecha, el cambio climático, el conflicto en Ucrania” y en este sentido se remarca que “debemos unirnos contra los intentos de dividir el mundo entre Occidente y Oriente, entre ‘nosotros y los otros’, lo que aumenta las animosidades y nos lleva a un mundo de conflictos que colocan a toda la humanidad en peligro”, al tiempo que se postula que “la multipolaridad es esencial para el balance de fuerzas e intereses diversos que permite el desarrollo a los países del sur y para ello nuestra integración es importante, como una región de paz y crecimiento bajo las fuerzas progresistas y de izquierda, con propuestas para enfrentar los problemas globales”.
Por atraparte, la declaración condena el bloqueo a Cuba y demanda que sea levantado, pero también exige que EE.UU. retire a La Isla de la lista que confecciona anualmente con los Estados que, desde su particular perspectiva, serían “patrocinadores del terrorismo”. Y también condena “las sanciones unilaterales contra Nicaragua y Venezuela, y la injerencia en los asuntos internos de estos países”, entre otras cosas.