Comunistas suizos se pronuncian por la paz en el Donbass y cuestionan la postura del gobierno de la Confederación Helvética a raíz del “acercamiento de nuestro país a la Otan y el achatamiento de nuestra política exterior a la de la Unión Europea y EE.UU.”.
El Partido Comunista de Suiza y el Partido Laborista de Basilea llevan a cabo una campaña que busca sumar voluntades a favor de la Iniciativa Popular por la Neutralidad, que exige que la Confederación Helvética renuncie a cualquier alianza militar y a la aplicación de sanciones a alguno de los actores que intervienen en el conflicto desatado en el Donbass, al tiempo que propugna que se establezca un mecanismo de mediación que sea capaz de descomprimir la situación.
“Este objetivo es beneficioso para los trabajadores y, por lo tanto, también debe ser apoyado desde la izquierda”, se coincide en señalar desde ambas fuerzas que indican que “la neutralidad debe ser el pilar sobre el que construir una Suiza soberana, no alineada e integrada en el mundo multipolar emergente”.
En este sentido, hacen hincapié en que “esta es la única perspectiva que puede aspirar a hacer de la Confederación Suiza una actor de paz y mediación en una Europa que corre grave peligro de ser víctima del conflicto que hoy enfrenta a la Otan con los países emergentes de Eurasia”.
Así las cosas, aunque advierten que “somos conscientes de que con demasiada frecuencia, en el pasado, el gobierno suizo ha seguido una política que no era siempre neutral, demostrando estar subordinado de facto a los dictados atlantistas”, recalcan que “defender la neutralidad es la lucha más progresista posible hoy y que puede unir a grandes sectores de la población”, al tiempo que “como comunistas, la neutralidad es un valor fundamental para que Suiza actúe eficazmente en favor de la paz y se defienda de toda injerencia exterior”.
Y son claros cuando alertan que constituye “un grave peligro para nuestra seguridad y para la paz mundial, el acercamiento de nuestro país a la Otan y el achatamiento de nuestra política exterior a la de la Unión Europea y EE.UU.”, al tiempo que remarcan que su oposición “a las sanciones contra Rusia que empobrecen a los trabajadores y dañan nuestra economía nacional, mientras que al mismo tiempo impiden que el gobierno desempeñe un papel creíble como mediador para una paz negociada en Ucrania”.