Así lo reclama el Partido Comunista de este país ante la postura de su gobierno que acaba de anunciar que se va a involucrar, todavía más, en la intervención militar de la Otan en el Donbass.
El Partido Comunista de Irlanda (PCI) denunció que el gobierno de su país “acaba de darle otro golpe a la política tradicional de neutralidad militar irlandesa” y repudió el anuncio del ministro de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, quien días atrás hizo saber que esta república “se va a integrar más” en la intervención militar de la Otan en el Donbass.
Coveney confirmó que el ejército irlandés va a participar en un programa de entrenamiento destinado a efectivos de las Fuerzas Armadas Ucranianas que, recuerda el PCI “incluye a unidades neonazis”, algo que “contribuye a intensificar y prolongar la guerra”.
Asimismo, el PCI recordó que “actualmente, la Otan financia, arma y entrena a Ucrania”, al tiempo que “facilita mercenarios y paramilitares fascistas”. Pero también que esta actitud no es nueva y que se “viene intensificando en una espiral de violencia, desde el golpe de Estado orquestado por EE.UU. en 2014, lo que incluye el asesinato de alrededor de catorce mil personas en el Donbass a manos de las fuerzas ucranianas”.
Y, en esta dirección, resalta que “la causa inmediata de esta situación es la expansión de la Otan y su proyecto de restringir a Rusia, mediante el establecimiento de grandes bases de tropas y armas de destrucción masiva a lo largo de sus fronteras occidental y meridional”.
También recuerda que Irlanda ocupa un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU que, de alguna manera, reconoce la historia de este país “como víctima del dominio colonial británico y su neutralidad militar”. Por lo que el PCI lamenta que “lejos de ser neutral, ahora el establishment político irlandés se ha alineado con la Otan y su guerra”.
De ahí que destacó que es preciso que “las fuerzas de paz irlandesas no nos dejemos intimidar y chantajear por el lobby proguerra y pro-Otan” que, junto a la massmedia dominante en este país “utilizado la difícil situación de las personas que huyen de la guerra en Ucrania, como una herramienta política para obtener apoyo para su postura a favor de la Alianza Atlántica”.