Luego de que Donald Trump se entrometiera de lleno en la campaña, tal como lo hizo poco más de un mes atrás de cara a las legislativas nacionales en nuestro país, la candidata presidencial por Libre, Rixi Moncada, denunció la comisión de un fraude. Por su parte, Trump, mientras sigue con su “guerra al narco” inexistente en el Mar Caribe y amenaza con catástrofes en Honduras si el ganador no es su postulante, indultó a Juan Orlando Hernández, ex presidente hondureño condenado en EE.UU. por narcotraficante.
En Honduras, la candidata presidencial por Libre, Rixi Moncada, denunció que en las elecciones celebradas el domingo pasado hubo un fraude e hizo hincapié en que no está dispuesta a rendirse. Moncada criticó severamente la injerencia que tuvo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los comicios en los que según la versión que se apresuró tendenciosamente a divulgar el Consejo Nacional Electoral, aparecen los dos postulantes de derecha, Nasry Asfura y Salvador Nasralla, peleando cabeza a cabeza por el primer lugar.
De acuerdo a estos datos Rixi Moncada queda relegada a un tercer puesto a alrededor de veinte puntos de Asfura y Nasralla. Y es en este contexto en el que quien fuera postulante por Libre denunció que el bipartidismo hondureño “impuso su trama electoral” que quedó develada por medio de veintiséis audios que dan cuenta de la adulteración del sistema de transmisión de resultados preliminares y de la biometría, al tiempo que ponen en la superficie el papel que está jugado Washington en todo esto.
Como para que no queden dudas de qué va ese papel, ayer el propio Trump amenazó públicamente con que “habrá un infierno que pagar” si Asfura, que es su candidato preferido, no resulta ganador y puntualizó que Estados Unidos va a suspender todo tipo de asistencia Honduras si el próximo presidente no es el postulante del Partido Nacional.
Sin embargo, todo eso parece poco si se toma en cuenta que de inmediato indultó a otro miembro del Partido Nacional, nada menos que al ex presidente Juan Orlando Hernández, quien estaba alojado en una prisión federal en el estado de Virginia Occidental, donde purgaba una condena de 45 años de cárcel porque un tribunal lo encontró penalmente responsable de haber traficado cientos de toneladas cocaína y armas hacia Estados Unidos.
Durante una conversación que sostuvo el domingo con periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One, Trump fue consultado acerca de las razones por las que concedió ese indulto. “Según muchas personas a las que respeto mucho, ha sido tratado de manera muy dura e injusta”, respondió sin aportar ninguna prueba que refute las que de manera abrumadora exhibió en 2024 el tribunal del Distrito Sur de Nueva York que condenó a Hernández.
Quien da tamañas “explicaciones” para justificar el indulto al capo narco que ocupó la presidencia hondureña entre 2014 y 2022 es el mismo individuo que en el marco de la Operación Lanza del Sur, mandó hundir una veintena de naves de escaso porte asesinando a por lo menos ochenta personas que las tripulaban, todo en nombre de una supuesta “guerra contra el narco”, con la que persigue el nada disimulado intento de hostigar a Venezuela y derrocar a su legítimo gobierno, como objetivo prioritario de una remozada etapa de la Doctrina Monroe.
“El resultado de las elecciones en Honduras es preocupante”, dijo el secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de la Argentina, Marcelo F. Rodríguez, y tras lamentar que “muestra un nuevo avance de las derechas en Nuestra América”, advirtió que al parecer “las presiones internacionales e injerencia directa de Trump en el último tramo de la campaña” lograron condicionar el resultado de los comicios. Y recordó que se trató de una maniobra calcada de la que, el propio Trump, perpetró no hace mucho en ocasión de las elecciones de medio término en nuestro país.
Pero también recordó que fue el propio Consejo Nacional Electoral, “en el que hay una mayoría opositora”, el que durante todo el año se encargó de ir minando el terreno para favorecer a las fuerzas de derecha, lo que pinta con claridad un escenario que habla con elocuencia sobre “la agresividad de la política estadounidense en nuestra región y particularmente en Honduras, que vio mejorar mucho las condiciones de vida de su población con el gobierno de Xiomara Castro”.
De ahí que aseguró que “más allá del resultado de estas elecciones, la experiencia del gobierno de Xiomara Castro, el trabajo que hizo en poblaciones y comunas, deja una base importante para pensar en que más temprano que tarde se va a poder reorganizar y llevar adelante una resistencia que permita recuperar el terreno perdido”.
Asimismo, insistió con que lo que ahora mismo sucede en torno a las elecciones hondureñas, “vuelve a poner de relieve la peligrosidad que presenta la injerencia directa y fortísima de la Administración Trump, que recrudece el bloqueo contra Cuba, amenaza con atacar militarmente a Venezuela, agrede a los gobiernos de Colombia, Nicaragua y México”, en tanto que sin ninguna pretensión por disimularlo “interfiere en los procesos electorales a partir de declaraciones que buscan provocar incertidumbre entre la población”.