“Son actos de piratería neocolonial”, caracterizó el PCdoB a las acciones militares que Estdos Unidos sigue desarrollando en el Mar Caribe, al tiempo que manifestó su apoyo al gobierno y pueblo venezolanos. Por su parte, en la última cumbre del Mercosur, Lula se ofreció como mediador para terminar con esta aventura guerrerista de Donald Trump, en la que ya asesinó en alta mar a más de 100 personas, hundió a más de veinte lanchas y secuestró tres buques petroleros.
En su constante escalda de la agresión que desde septiembre viene perpetrando contra Vezuela, EEUU cometió en los últimos días otros dos actos de piratería en aguas del Mar Caribe, cuando ilegalmente abordó y capturó a los buques petroleros “Centuries”, de bandera panameña y de origen chino y al “Bella 1”, vinculado a capitales iraníes; actos que le agregan aún más tensión al conflicto en curso. Con estos hechos, en menos de una semana la flota de guerra yanqui secuestró tres petroleros en cercanías de las costas de la República Bolivariana de Venezuela y Washington endureció su presión y el bloqueo que de facto ejerce contra Caracas.
Ante esto, el gobierno venezolano repudió firmemente las operaciones imperialistas y denunció que representan un “nuevo y grave acto de piratería internacional”, ya que se trata lisa y llanamente del “robo y secuestro” de buques y del petroleo que comercia Venezuela. “Estos actos no quedarán impunes”, señaló en un mensaje publicado en redes sociales la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien también sostuvo que “los responsables de estos graves hechos responderán ante la justicia y ante la historia por su conducta criminal”. En este sentido, el gobierno que preside Nicolás Maduro informó que va a denunciar estas acciones ante el Consejo de Seguridad de la ONU y otros organismos multilaterales.
Brasil con Venezuela
A su vez, el presidente brasileño, Luis Ignacio “Lula” Da Silva, señaló en la 67° Cumbre del Mercosur realizada en Foz do Iguazú que una invasión a Venezuela tendría “consecuencias devastadoras para la región”, al tiempo que exhortó a buscar una salida diplomática y se ofreció como mediador.

En contraste con su posición, Javier Milei celebró la “presión ejercida por Estados Unidos para liberar al pueblo venezolano” porque “el tiempo de los acercamientos tímidos se agotó”. Ante lo cual, Lula replicó advirtiendo que “pasadas más de cuatro décadas desde la guerra de Malvinas, el continente sudamericano vuelve a ser sorprendido por la presencia militar de una potencia extraregional” y reafirmó que “una intervención armada contra Venezuela sería una catástrofe”.
Mientras tanto, Venezuela sigue sumando adhesiones y manifestaciones de solidaridad de fuerzas antiimperialistas del continente ante las agresiones que recibe. Al respecto, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), hizo pública su denuncia al bloqueo de los petroleros venezolanos que lleva a cabo el gobierno de Estados Unidos desde la semana pasada y no dudó al aseverar que “éste es otro acto ilegal, arbitrario y agresivo del imperialismo estadounidense contra un país soberano de América Latina”, algo que se presenta “en flagrante violación del derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos”.
Asimismo, el PCdoB advirtió que “las acciones beligerantes de Trump no tienen nada que ver con la defensa de la democracia, los derechos humanos ni la lucha contra el narcotráfico” y fue claro al puntualizar que “esos pretextos, repetidos hasta la saciedad por Washington, ya han demostrado ser falsos y cínicos”, puesto que “lo que está en marcha es la vieja política de saqueo de los recursos naturales, ahora ejercida mediante bloqueos, sanciones, intimidación militar y actos de piratería económica contra Venezuela, y que obedece a una nueva Estrategia de Seguridad Nacional, según un documento oficial publicado por la Casa Blanca a principios de diciembre”.
Por otra parte, el PCdoB remarcó que “el bloqueo de los petroleros constituye piratería neocolonial”, así como “un intento explícito de estrangular la economía venezolana, controlar su petróleo e imponer, por la fuerza, un proyecto de subyugación que los pueblos de América Latina han rechazado durante décadas”. Y recalcó que constituye “un ataque directo al derecho de Venezuela a comerciar con sus propios recursos y garantizar las condiciones materiales de vida de su población”.
En este marco, el Partido Comunista de Brasil, reafirmó su “total solidaridad con el pueblo y el gobierno de Venezuela”, pero también “su inquebrantable defensa de la soberanía nacional, la paz y la integración latinoamericana” y en ese sentido reiteró que “sólo el respeto al derecho internacional, el fin de las sanciones y el diálogo entre las naciones pueden allanar el camino hacia soluciones políticas justas y duraderas”, por lo cual instó a que “las fuerzas democráticas, progresistas y antiimperialistas de Brasil y del mundo” alcen la voz “contra esta escalada de agresión” y se sumen a denunciar “la naturaleza depredadora y neocolonial de las acciones de Estados Unidos”.
Finalmente, el PCdoB recordó que “América Latina no es el patio trasero de ningún imperio” y añadió que “nuestra lucha es por la soberanía, por la paz y por el derecho de los pueblos a decidir su propio destino”.