Tuvo su epicentro en Paris pero recorrido las principales ciudades de Francia. “La reforma al sistema de la jubilación promovida por el gobierno responde a una sociedad liberal e individualista”, denunció el titular del PCF, Fabien Roussel.
“La reforma al sistema de la jubilación promovida por el gobierno francés responde a una sociedad liberal e individualista, por tanto resulta inaceptable”, advirtió el secretario Nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel, al referirse al proyecto por el que el gobierno encabezado por Emmanuel Macron, pretende reformular el sistema previsional.
En este sentido, el titular del PCF no dudó en calificar a la iniciativa que la semana pasada fue presentada por la primera ministra Élisabeth Borne, como “dura y brutal” y alertó que si prospera, se van a eliminar los regímenes especiales, al tiempo que la edad jubilatoria va a pasar de los 62 a 64 años y se va a aumentar el período de aportes a 43 años a partir de 2027.
Y tras señalar que “condenamos la reforma, porque lo que necesita el país es revalorizar las pensiones, la igualdad salarial de hombres y mujeres y un retiro digno”, remarcó que el PCF trabajará con los sindicatos y las fuerzas políticas de izquierda, para construir un bloque que rechace la reforma de la jubilación, así como para confeccionar contrapropuestas.
Así las cosas, el PCF participó de la convocatoria al paro y movilización hecha por la CGT y diferentes sindicatos que, ayer jueves, se hizo sentir con mucha fuerza en diferentes ciudades y especialmente en Paris donde se estima que la marcha congregó a alrededor de ochenta mil personas.
Vale señalar que la jornada que movilizó cerca de 750 mil manifestantes en toda Francia, constituye una de las demostraciones de fuerza más contundentes hechas por el universo del trabajo desde las jornadas que 1995 le torcieron el brazo al entonces presidente Jacques Chirac, que intentaba avanzar en un proyecto muy similar al que ahora quiere imponer Macron. Esa vez, la presión sindical y de la izquierda fue tal que, pese a mayoría propia en el Parlamento, Chirac retiró la iniciativa.