El Partido Comunista a través de su Secretariado Nacional difundió una declaración.
“Hace 210 años. El 25 de mayo de 1810, se conformaba el primer gobierno patrio. Este aniversario nos encuentra librando un nuevo capítulo de la disputa del pueblo y sus organizaciones contra el poder real”.
Hace 210 años. El 25 de mayo de 1810, se conformaba el primer gobierno patrio. Este aniversario nos encuentra librando un nuevo capítulo de la disputa del pueblo y sus organizaciones contra el poder real.
Como era de esperar, la defensa a ultranza por parte de las derechas de sus prebendas, sus ganancias y la explotación de trabajadores y trabajadoras se agudiza en el contexto de la pandemia y, ante cada una de las medidas esbozadas por el gobierno para enfrentar la situación, las tilda de populistas o comunistas, y las enfrenta con todos los medios con los que cuentan y renovada ferocidad.
Frente a la prohibición de despidos, responden despidiendo como Techint, incrementando las suspensiones, con la complicidad de sectores de la CGT y la burocracia sindical, y anuncian, como hacen Techint y Clarín, que echaran mano a la asistencia dispuesta desde el gobierno para cubrir el 50% de los sueldos a aquellas empresas con dificultades económicas ante la pandemia.
Su desvergüenza no tiene límites. Desoyen las medidas presidenciales, intentan que el Congreso no sesione para tratar el Impuesto a la riqueza, demuestran su desprecio por el funcionamiento democrático y, a la vez, acuden al socorro del Estado, para que se haga cargo de parte del salario de sus trabajadores/as.
En ese sentido, junto a muchos sectores del campo popular consideramos que es un grave error subsidiar a grupos como Techint, Clarín y otros. Son las mismas empresas que han sido protagonistas y beneficiarias del endeudamiento tomado en el gobierno de Macri, fugando, como dejó en claro el Informe del Banco Central, U$S 86000 millones en esos 4 años, parte sustancial del endeudamiento que sufre Argentina y que debe ser investigado por su carácter delictivo.
También, en el marco de esta disputa sobre quien tiene el poder, sobre quien manda en Argentina, se desgarran las vestiduras por el anuncio de un impuesto a las grandes fortunas que es de carácter excepcional, por una sola vez y que afectaría a un pequeño grupo, el 1% de la sociedad y se alinean claramente de parte de los acreedores, siendo muchos de ellos también tenedores de bonos en la negociación por la deuda externa.
Entendemos que el debate parlamentario sobre el impuesto a las grandes fortunas tendría que ser un primer paso para impulsar la postergada reforma tributaria que grave efectiva y permanentemente, y no solo de forma excepcional, a las grandes fortunas, al capital financiero.
El movimiento popular debe respaldar a los/as diputados/as que lo promueven con todas las energías militantes aun en medio del aislamiento social preventivo obligatorio, expresando a la vez que un impuesto excepcional es importante pero insuficiente.
Estamos ante una importante oportunidad para enfrentar a estos sectores del poder real, a quienes desde sus posiciones dominantes en la cadena de valor, desoyen el establecimiento de precios máximos y generan un alza injustificada de los precios de los productos básicos generando una inflación del 3,5% en los alimentos que consume el pueblo. A quienes subfacturan y retienen las exportaciones de cereales desde su posición dominante sobre los puertos privados, los bancos, el mercado de divisas y elevan la cotización del dólar blue presionando para una devaluación.
Queda claro en estos días, por si aún hacía falta, la profunda condición de clase de ese bloque de poder, que buscan dejar en claro quién es el que manda, profundizando una posición desafiante y agresiva, frente a la cual, no deberían caber vacilaciones.
Los costos económicos y sociales de la pandemia y especialmente los de la hegemonía vigente del gran capital, no pueden seguir siendo pagados por los/as trabajadores/as, los jubilados/as para los cuales resulta urgente reintegrar la ley de movilidad para que dejen de perder el absoluto poder adquisitivo de sus ingresos ante el aumento del costo de la vida, y los sectores intermedios de la sociedad, mientras los capitales siguen devengando intereses sin cesar a través de la especulación financiera de la banca transnacional.
Desde el gobierno, tanto desde el Ministerio de Trabajo como desde la Secretaria de Comercio Interior se debe hacer cumplir las normas dictadas y actuar con mayor energía, sin vacilaciones como hasta ahora, para garantizar su plena implementación.
Tras un primer diagnóstico adecuado sobre las consecuencias de la pandemia, desde el gobierno se impulsaron un conjunto de medidas de carácter sanitario y económico-social que apuntaron a mitigar los brutales golpes que deja la crisis en los sectores más desprotegidos.
Quedó clara, entonces, la importancia de haber recuperado los Ministerios de Salud y Ciencia y Tecnología, que habían sido rebajados a meras secretarías, para enfrentar esta situación, al igual que otros organismos que, aunque aún de forma que se debe mejorar y profundizar, ayudan a enfrentar esta compleja coyuntura.
También la habilitación de nuevos hospitales, de nuevas camas de terapia, de respiradores y otros recursos sanitarios, el aprovisionamiento de toneladas de insumos traídos en siete vuelos históricos de Aerolíneas Argentinas, con gran rol de su calificado personal, hacia y desde China son valiosísimos.
Estas acciones, son respondidas por las derechas con otro brote, esta vez ideológico, de anticomunismo, tal como sucede ante la posible llegada de médicos cubanos.
En este contexto, de debe destacar el papel que están jugando nuestros trabajadores/as de la ciencia, que avanzaron en crear nuevos sets de testeos que se anuncian como de gran utilidad, y que deberán ser puestos a disposición de los programas de salud de todos los países, como anuncio Xi Jinping que hará China una vez que disponga de la vacuna contra el COVID 19, y que no debe quedar atrapada en una patente registral para que hagan sus negocios laboratorios transnacionales, como ya lo están intentando EEUU e Israel.
La oposición, mientras tanto, en aquellos casos que no están condicionados por ejercer el gobierno en algún distrito, lo que los obliga a maquillar sus verdaderas ideas, ataca ferozmente en nombre de defender el funcionamiento de la “economía”, o sea de sus ganancias.
En CABA vemos un ejemplo de esto, Horacio Rodríguez Larreta, a la vez que comparte conferencias de prensa con Fernández y Kiciloff, no logra disimular que su política de negocios inmobiliarios, lo llevó a interrumpir las obras de provisión de agua al Barrio 31 ya con anterioridad a la cuarentena, cosa que sus habitantes pagan con contagios y muerte, como es el caso de la militante popular Ramona Medina, cuyo recuerdo será símbolo de las luchas por viviendas y urbanizaciones dignas. El Comité de Crisis formado en ese barrio, del que el GCBA se negó a participar, es un ejemplo a seguir.
La pandemia desnuda muchas realidades. Para el poder real, el agua no resulta un derecho esencial. Lo mismo sucede con los paradores y los geriátricos. En unos casos es el culto a la desigualdad. En otros la prevalencia del negocio por sobre la vida.
En este contexto, avanzar en la recuperación de derechos, tomando el dinero necesario de donde efectivamente está, resulta fundamental y para eso, insistimos en que no hay que subestimar a las derechas y que desde el gobierno se debe aprovechar esta oportunidad para profundizar medidas a favor del pueblo, enfrentando a ese poder real que busca seguir mandando en Argentina.
Para esto, por ejemplo, es imprescindible avanzar en la estatización y nacionalización de los servicios esenciales, considerarlos efectivamente como derechos humanos, recuperarlos para la gestión pública sacándole las concesiones a las empresas privadas que siguen abusando con las tarifas, poniendo en riesgo la vida y la salud de los sectores populares y asfixiando a cooperativas y Pymes que no pueden enfrentar tan altos costos. Esas empresas multiplicaron las tarifas y consecuentemente sus ganancias en el gobierno de Macri, y hoy buscan seguir lucrando en el medio de la pandemia y la peor crisis económica desde el año 2002.
La nacionalización del comercio exterior y de los puertos es otra de las medidas imprescindibles para recuperar soberanía.
No debemos olvidar, sino por el contrario tener muy en cuenta, que la dirección internacional de las derechas está en problemas porque su línea y su práctica muestran a la luz su carácter carente de toda humanidad. Hay condiciones también internacionales para aislar y propinarle golpes al trumpismo-bolsonarismo-macrismo.
Esta disputa no solo debe ser protagonizada por el bloque parlamentario del Frente de Todxs, sino por toda la diversidad y pluralidad política, social y territorial de todas las fuerzas sindicales, sociales y políticas en el más amplio espectro.
Son momentos cruciales en los que se define en concreto el futuro post pandemia.
Se definirá quien manda en Argentina.
El después es ahora.