La CoNaT recordó a los trabajadores que protagonizaron esa lucha que jaqueó a la dictadura que encabezaba Juan Carlos Onganía. Entre ellos a los comunistas Antonio Alac y Armando Olivares.
La Corriente Nacional Agustín Tosco (CoNaT), participa de diferentes actividades acotadas a las restricciones que impone la pandemia, con las que se viene conmemorando el 51 aniversario de El Choconazo.
“Saludamos las actividades que realizan diversas organizaciones de trabajadores, estudiantes, partidos políticos, movimientos sociales, sectores gubernamentales, de la intelectualidad y de la cultura y el pueblo para rendir merecido homenaje a los participantes de esas históricas jornadas de valiente lucha en defensa de la fuente de trabajo y de rebelión contra las condiciones semi-feudales de labor y de habitación que se imponían durante la construcción de la central termoeléctrica”, recalca la CoNaT.
Vale recordar que el 14 de marzo tuvo su puco más elevado la protesta que se pronunció durante 1969 y 1970 en la localidad neuquina de Villa El Chocón, como parte de una serie de levantamientos populares contra la dictadura que encabezaba Juan Carlos Onganía.
Al respecto, la CoNaT recordó que fueron alrededor de seis mil los trabajadores que protagonizaron este capítulo de la historia de luchas de la clase obrera, así como que “fueron traicionados en su lucha por la dirección sindical de la Uocra encabezada por Rogelio Coria”.
Pero también que, pese a esto, “superando con honor y valentía tamaña dificultad, reunidos en Asamblea eligieron un Comité de Huelga encabezado por trabajadores que se distinguían en primer lugar por su conciencia de clase y su voluntad unitaria y de lucha”.-
Y, en este sentido, hizo hincapié en el papel de dos de los referentes que tuvo esa huelga, “los militantes del Partido Comunista Antonio Alac y Armando Olivares quienes, compartiendo tareas de conducción junto a otros dos destacados trabajadores Edgardo Torres y el cura Pascual Rodríguez, con valentía, conciencia y sacrificio y acompañados no solo por los obreros que construían la Central y que respondían a diversas ideologías y creencias religiosas, sino por todo el pueblo de la región, de toda la provincia y de todo el país, escribieron una de las páginas de lucha más trascendentales de ese período”.
Tras lo que resaltó, “con honor y respeto, la labor desarrollada por el querido y recordado obispo monseñor Jaime De Nevares y diversos militantes que compartían su fe religiosa”.
Por lo que “homenajear a quienes participaron de esas acciones, sus dirigentes auténticos y el pueblo en general, es reconocer no solo su gran valor histórico y su ejemplar disposición para la unidad y el combate, sino que, al constituirse El Choconazo como continuador de El Cordobazo que deben considerarse como los iniciadores de la desestabilización y posterior derrota de la dictadura cívico-militar encabezada por Onganía”.