La Embajada de la República Popular China fue escenario de la celebración del 98º Aniversario de la Fundación del Ejército Popular de Liberación, que desde su fundación ha tenido como principio fundamental “servir al pueblo”.
El viernes pasado tuvo lugar la celebración por el 98 aniversario de la creación del Ejército Popular de Liberación, nacido el primero de agosto de 1927 bajo el nombre de “Ejército Rojo”, como brazo militar del Partido Comunista de China, y que jugó un rol decisivo en la victoria obtenida en el enfrentamiento bélico contra Japón en el marco de la Segunda Guerra Mundial y, años después, en el triunfo de la Revolución y fundación de la República Popular.
Jorge Kreyness, secretario general del Partido Comunista de la Argentina, Marcelo Rodríguez, secretario de Relaciones Internacionales y Mariano Ciafardini, coordinador del Área de Estudios sobre China del CEFMA estuvieron entre los asistentes al acto realizado en la Embajada de la República Popular China, que contó con la presencia de dirigentes de distintas fuerzas políticas.
Ahí fueron recibidos por el titular de la delegación diplomática, Wang Wei, así como por el agregado militar, el coronel superior Liu Miao, quien destacó “la rica historia que tiene esa fuerza en defensa de la soberanía y los intereses de la RPCh”, al tiempo que recalcó que “en un planeta atravesado por muchos conflictos bélicos”, su país sostiene firmemente su postura de “generar una sociedad de futuro compartido y trabajar por la paz global y la resolución pacífica de los conflictos”.
“Hoy es una gran alegría reunirme con todos ustedes para celebrar el 98º aniversario del Ejército Popular de Liberación de China”, señaló el coronel superior Liu, tras lo que repasó sintéticamente “la gloriosa trayectoria de este gran ejército” que nació “en medio de la gran lucha del pueblo chino por la liberación nacional” y que desde el momento de su fundación “ha tenido como principio fundamental servir al pueblo”.
Recordó la “contribución gloriosa del EPL en la guerra de resistencia del pueblo chino contra la anexión japonesa y la guerra mundial antifascista” y no pasó por alto la reivindicación soberana de “Taiwán como parte de la RPCh”.
Asimismo, se encargó de remarcar que después de que durante 1949 se fundara la República Popular China, “el Ejército Popular de Liberación ha mantenido una política de defensa nacional de carácter defensivo, contribuyendo significativamente a la paz mundial y la estabilidad regional”. Puntualizó también que “en el nuevo siglo, China ha logrado avances socioeconómicos increíbles”, al tiempo que “ha impulsado la modernización de su defensa y de sus fuerzas armadas, fortaleciendo sus capacidades disuasivas y operativas”. En este sentido, subrayó que “por más que se fortalezca, China perseverará en su camino de desarrollo pacífico, su política defensiva y su compromiso con la cooperación militar internacional para enfrentar desafíos globales de seguridad, así como su misión de asumir la responsabilidad acorde a su estatus internacional”.
Tras participar del encuentro, el secretario de Relaciones Internacionales del PCA destacó “el importante papel que está jugando China por la paz mundial en un contexto donde se están multiplicando los conflictos bélicos y donde vemos que Estados Unidos está usando el guerrerismo y la agresión para tratar de sostener su hegemonía y la idea de un mundo unipolar que vemos que se está terminando, que está en crisis”.
Por lo que Rodríguez no dudó en afirmar que “la emergencia de un orden multipolar a nivel internacional tiene a China como uno de sus motores principales y una de las condiciones centrales para esta transformación en el orden internacional es poder sostener la paz, poder sostener la armonía, la buena relación y el respeto mutuo entre los países”.
En tanto que, el secretario se Relaciones Internacionales del PCA, destacó que la actividad también fue “muy productiva para continuar profundizando la relación entre dos partidos hermanos, como lo somos el Partido Comunista de la Argentina y el Partido Comunista de China”. En este aspecto, cabe destacar que Rodríguez estará en unos días participando del “Segundo Congreso de Sinólogos Latinoamericanos” a realizarse en Santiago de Chile.
La Embajada china le respondió a Lamelas
Lo que aseveró Rodríguez respecto a la utilización, por parte de Washington del guerrerismo y la agresión para intentar sostener una hegemonía que se les va escapando de las manos, nada tiene de antojadizo, tal como quedó expresado días atrás cuando ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano, entre otras cosas, el designado embajador de EE.UU. para nuestro país, anticipó que piensa recorrer las provincias para vigilar que no hagan acuerdos con la RPCh.
Sobre lo dicho por Peter Lamelas, que había caracterizado a China como una influencia “maligna” y “corrupta” para nuestro país y nuestro continente, la Embajada de la República Popular China en Argentina se pronunció a través de su portavoz y afirmó que “las declaraciones de concerniente personalidad estadounidense están plagadas de prejuicios ideológicos y de mentalidad de Guerra Fría basada en el juego de suma cero, lo que no hace más que provocar una sensación de inquietud ante el posible resurgimiento de la Doctrina Monroe”. Mientras que recalcó que “esto contradice y se opone a los ‘valores democráticos’ que tanto proclaman los estadounidenses”.
Asimismo, en su comunicación oficial recuerda que “China mantiene intercambios y cooperaciones con los países latinoamericanos, incluida Argentina, basándose siempre en los principios de respeto mutuo, trato en pie de igualdad, beneficio mutuo y ganancia compartida, sin buscar esferas de influencia ni intereses geopolíticos, ni apuntando contra terceros”. A la vez reflexiona que “Argentina no debe convertirse en un ‘campo de batalla’ para luchas entre grandes potencias, sino debe ser un ‘campo por excelencia’ de la cooperación internacional en pos de desarrollo, reforma y fomento”. Por lo que “se aconseja a pertinente personalidad interesada que no vea en China un espejo que refleje nada más que su propia lógica hegemónica”.