Ante los ataques de la derecha al pueblo y a sus organizaciones de masas: “debemos usar como método de análisis concreto de la situación concreta, como nos insistía Patricio, aquello que elegimos como consigna para nuestro Congreso: luchar, construir poder popular y alternativa política revolucionaria”, puntualizó Jorge Kreyness, el nuevo secretario general del PC.
El proceso que desembocó el 28 Congreso se llevó a cabo “en medio de toda una feroz andanada anticomunista por parte de quien está ocupando la Casa Rosada, por eso también es una respuesta muy clara de nuestro Partido”, tal como sostuvo Kreyness que además remarcó que “ese discurso no nos atemoriza, porque nos mantenemos firmes y queremos levantar este Partido que tiene gran cantidad de dificultades en su tarea cotidiana en su acción política pública, pero que al hacer su Congreso da un ejemplo de vida democrática y participación de la militancia”.
Después recordó que en Argentina, “hay una militancia del Partido Comunista y una gran militancia del conjunto del movimiento popular que han producido grandes movilizaciones en las plazas y avenidas” y, reflexionó, “no sé si en otros partidos se debate como hemos podido hacerlo nosotros y si se hacen congresos como éste donde la voz de la militancia se ha escuchado y se sigue escuchando”.
Y todo esto, reiteró, “en un momento político muy delicado”, ya que “no se trata simplemente de un gobierno de derecha como otros que hemos conocido, sino que por razones vinculadas a la situación mundial, la crisis general del capitalismo a escala global y la propia realidad de Argentina, estamos ante un proyecto de utilizar a nuestro país como un escenario de laboratorio para generar un dominio total por parte de los centros principales del capitalismo global, destruyendo completamente el Estado Argentino y tendremos que luchar para que esto no ocurra aquí ni en otras latitudes, particularmente de nuestro continente”.
Tras lo que apuntó que se trata de un proyecto que cuando se agote “habrá que pensar en otro que reconstruya Argentina con un enfoque programático y político que implique no ser una parte subordinada al sistema global imperialista de dominación” y esto es algo “que tenemos que reelaborar los comunistas argentinos que siempre hemos pensado, especialmente desde el 16 Congreso, que trabajamos un marxismo, un leninismo y las ideas de Gramsci y Mariátegui, de Fidel y el Che para analizarlas y situarlas en nuestra realidad concreta, porque ellos no nos piden que recitemos frases, sino que como siempre nos insistía Patricio Echegaray, llevemos a cabo el análisis concreto de la situación concreta”.
Y recalcó que “esto es lo que el marxismo nos reclama en estos momentos de cambio que son muy acelerados y que los debemos tener muy en consideración”, ya que “somos un partido que tiene su referencia en la clase obrera, que piensa en la clase… en nuestro pueblo, entonces queremos contribuir a que ese pueblo pueda encontrar los mejores caminos para librar las batallas que tiene por delante”.
Por eso es que “debemos usar como método de análisis aquello que elegimos como consigna de nuestro Congreso: lucha, construcción de poder popular y también de alternativa política revolucionaria”. Y sobre el tema de la unidad, Kreyness puntualizó que “debemos lograr la unidad en la lucha de nuestro pueblo como valor estratégico, porque sin unidad es difícil que un pueblo triunfe”, pero también “es difícil que un pueblo se sostenga”. Y añadió que “hay que ver el curso de esa unidad, para dónde se inclina, con qué hegemonía se construye y qué ideas prevalecen en su desarrollo”, por lo que postuló que resulta vital “la unidad, tanto para luchar como para construir poder popular y alternativa política revolucionaria es una cuestión clave”.
Pero también resaltó que “pusimos a la lucha como primer punto de la consigna y, en este sentido, valoramos la que libran los jubilados y jubiladas que nos están dando en este momento real y puntual un gran ejemplo de combatividad”. Y después de recordar que “los comunistas hemos jugado históricamente un papel importante en la lucha por los derechos de las generaciones mayores”, remarcó que “lo seguimos haciendo en estos días en los que hemos visto a nuestros camaradas al frente de la batalla, cara a cara con los esbirros de la policía represora”.
Asimismo recalcó que “debemos estar en las luchas generales, en esas convocatorias que se hacen a las plazas principales y a las legislaturas, pero también en las luchas locales, en las que tienen por escenario cada lugar de trabajo, estudio y de vivienda de manera de hacer del proceso de lucha una experiencia local y más general, pero donde lo local tiene que pasar a jugar un papel importante, porque aporta a una acumulación que se desarrolla desde la base popular”.
Y entonces es donde aparece la segunda parte de la consigna: “queremos que estas luchas vayan dejando un saldo de poder popular. Somos el Partido que tiene la herramienta histórica para esta tarea que es lo que denominamos nuestras células, nuestros círculos de la juventud comunista, que son el Partido en el lugar concreto, su expresión en el lugar concreto”.
Porque, destacó “ningún Comité Central va a resolver las cuestiones del lugar de vivienda, de trabajo o de estudio. Y ningún organismo básico va a poder generalizar al conjunto del país la política global, lo que definimos como totalidad, un partido político comunista lucha por la totalidad”.
Entonces, hizo hincapié en que “no representamos a un sector parcial, la política es la totalidad… es la lucha por el poder. Y cuando nosotros decimos poder, tenemos claro que ese poder no tiene fortaleza si no está asentado en lo que denominamos poder popular, que debe dejar de ser una frase en los textos y discursos para que pase a concretarse”.
Entonces Kreyness recalcó que “tenemos en las células al organismo que no es una mera división administrativa que refiere a cómo se agrupan los comunistas en los lugares”, sino que “debe ser la herramienta principal para desarrollar la construcción de poder popular en cada localidad”.
Por eso, sin dudarlo resaltó el valor de la unidad y la batalla ideológica. “Por lo general, cuando un gobierno progresista no logra satisfacer las expectativas que provoca y fracasa viene la derecha, y acá la que vino es de lo peor”, por eso “es importante derrotarla y que construyamos la más amplia unidad popular para ello”. Y, en este punto, aparece tal como describió Kreyness otra de las claves, ya que “cuando más unidad tenemos, más batalla ideológica hay que dar: esta es una ecuación imposible de soslayar, son pares dialécticos y como tales si se balancea para un lado u otro se pueden generar problemas”.
Por lo tanto, remarcó, “si hacemos profesión de fe del canto unidad y no damos una batalla por la hegemonía en esos espacios de unidad, es posible que volvamos a repetir la experiencia de gobiernos progresistas y sabemos que en el capitalismo de hoy el progresismo tiene unos límites que son los que le crean la crisis de representación política y esto es así porque el capitalismo ha perdido su capacidad distributiva”.