Crece el ataque de Milei contra las universidades. “Debemos poner la oreja en cada compañero, profundizar el pensamiento crítico y la discusión para que el movimiento estudiantil sea punta de lanza para la batalla política de toda la sociedad”, dijo desde el MUI, Lucas Alfieri.
Concluye una semana que encontró en su punto más alto al conflicto desatado por el gobierno nacional contra el sistema educativo público, universal y gratuito. Y en este contexto, ayer se llevó a cabo con un acatamiento casi absoluto el paro convocado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, al tiempo que prosiguen tomas protagonizadas por alumnos de varias facultades, así como movilizaciones y diversas actividades por las que se pretende visibilizar y concientizar acerca de las terribles consecuencias que le esperan a la vuelta de la esquina a todos los argentinos, si prospera el plan de destrucción que perpetra la Presidencia Milei.
Pero la semana que está culminando también deja algunos datos más que preocupantes. Es que a la presentación en público que hicieron los Freikorps de La Libertad Avanza, con ataques contra los alumnos de las universidades de José C. Paz y Quilmes, se sumó la aparición en la escena pública de Iván Matías Cheang, un personaje que en una entrevista periodística dijo que formó parte de la Fuerza Aérea y fue expulsado de la escuela de suboficiales de la Policía Federal, pero que concurre a las movilizaciones como “voluntario” asistente de las fuerzas policiales. Lo hizo después de que su imagen se hiciera pública durante la marcha que rodeó el Congreso, en ocasión de la aprobación del veto a la Ley de Financiamiento Universitario. Ahí se lo puede ver arrojando gas pimienta sobre unos manifestantes que se enfrentaban con Fran Fipaj, un militante mileísta que tras realizar un acto de provocación, corrió para refugiarse dentro de un comercio ubicado sobre avenida Callao. Cheang fue filmado y su imagen se hizo viral, por lo que pasó de ser un infiltrado que actúa en las sombras, a tener el touch de popularidad que brindan las cámaras televisivas. Pero la pregunta es ¿cuántos Cheang andan sueltos por ahí y quién los financia?
Mientras tanto, va quedando cada vez más claro que esa letanía del “no hay plata” alcanza a jubilados, trabajadores, docentes, estudiantes y también al complejo científico tecnológico que, de la mano del actual gobierno, vuelve a entrar en una zona de riesgo en la que se propician condiciones para que tenga lugar una nueva emigración de profesionales altamente calificados.
Pero asimismo se pone en evidencia que como le dijo ayer al diario del Partido Comunista, la secretaria de Derechos Humanos de Conadu Histórica, Elena González, “la universidad está dispuesta a defenderse” y que para ello es auspicioso lo que está exhibiendo el movimiento estudiantil y en particular el MUI que, al calor de la lucha, durante los días que corren se está conformando en dos nuevos frentes, la Universidad de Córdoba y la de La Matanza.
Y es con este telón de fondo que quien es responsable de la Mesa de Universidad de La Fede y militante del MUI en la Universidad de San Martín, Lucas Alfieri, refirió que esta semana la gran mayoría de las universidades nacionales decidió la toma de las facultades, algo que “concretó una radicalización tras la ratificación del veto de la Cámara de Diputados a la Ley de Financiamiento Universitario”.
En este contexto Alfieri advierte que “queda demostrado que la crisis de representación política le pega a las agrupaciones estudiantiles que han subestimado el nivel de politización y ganas de accionar de los estudiantes ante el ataque de Milei”, por lo que desde el MUI “hemos estado en cada lugar sosteniendo tomas y jornadas activas de lucha en UnLam, UnQui, Unsj, Uner, Unsam, UnLP y en la Universidad de Córdoba donde nuestros compañeros participaron de tomas que se levantaron ante los centros de la Franja Morada”.
En este punto, además enciende luces de alerta ante la actitud que la Presidencia Milei adopta frente al conflicto. “El gobierno lanzó una ofensiva ideológica contra la universidad que no se queda sólo en una batalla presupuestaria: dicen que somos hijos de ricos, cuando 48 por ciento de la matricula 2024 está por debajo de la línea de pobreza”, puntualiza y añade que “no se debe subestimar al movimiento estudiantil que está aumentando su conflictividad, pero hay que tener cuidado porque cuando nos tratan de guerrilleros, con lo que el gobierno intenta establecer una narrativa que lleva violencia”, algo que “después se traduce con ataques como los de la UnQui y no tenemos que descartar que eso se profundice si continúan las tomas”.
Con este telón de fondo, la semana que viene va a estar atravesada por un paro con diferentes modalidades tendientes a visualizar la situación, que fue convocado por Conadu Histórica, en tanto va tomando cuerpo la idea de que se construya una tercera marcha federal educativa. “De cara a una gran marcha federal es fundamental no soltar el conflicto y seguir articulando la bronca con coherencia”, resaltó Alfieri y añadió que para ello es preciso “continuar poniendo la oreja en cada compañero hasta torcer la discusión y lograr un presupuesto que esté a la altura de nuestras demandas”, pero también “profundizar el pensamiento crítico y la discusión para que ese movimiento estudiantil sea una punta de lanza para la batalla política de toda la sociedad”.