Así lo aseveró la secretaria de Derechos Humanos de Conadu Histórica, Elena González, ante la escalada agresiva de la presidencia Milei contra los estudiantes. Y evaluó que las centrales sindicales deberían convocar a un paro nacional en apoyo a la lucha universitaria.
Se acelera la dinámica del conflicto que desató la Presidencia Milei contra el sistema educativo público, universal y gratuito que particularmente en este momento tiene en la mira a las universidades. Y, en ese contexto, durante la jornada de ayer miércoles continuaron las tomas, las clases públicas junto con actividades de visibilización en diferentes puntos del país y una marcha de antorchas que bajo la consigna “Unidad por la educación pública”, recorrió el trayecto que va de Plaza Houssay al Palacio Pizzurno, que fuera sede del Ministerio de Educación hasta que el actual gobierno decidió degradar esa cartera a Secretaría.
Pero también durante las últimas jornadas recrudeció el pustch que Javier Milei y su esquema político vienen desatando contra la comunidad universitaria. En este sentido con la particular impunidad que la caracteriza desde hace varias décadas, Patricia Bullrich esputó que los estudiantes “quieren generar una revuelta, al modelo chileno” y sin explicar en qué pruebas basa sus certezas, añadió que “tenemos en claro que atrás de esto van a ir con molotov”. Poco antes José Luis Espert reclamó que la policía desaloje la toma de facultades y Milei lo apoyó.
Las consecuencias del guiño presidencial no tardaron en llegar: personal policial irrumpió, al menos, en facultades de las universidades nacionales de Tucumán y Salta, así como en la sede Caleta Olivia de la Universidad de la Patagonia Austral, al tiempo que patotas de La Libertad Avanza intentaron romper asambleas que los alumnos llevaban a cabo en la UnQui y José C. Paz (Ver Los Freikorps de Milei al ataque).
Con este telón de fondo, hoy jueves tiene lugar el paro convocado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que es el segundo desde que una parte de la Cámara de Diputados impidió que se rechace el veto presidencial a la Ley de Presupuesto que había sido votada por una amplia mayoría del Congreso. Y la semana que viene va a estar atravesada por un paro activo, en el que se espera que se realicen diversas actividades para visibilizar los motivos a los que responde la medida.
Cabe citar que el Frente que agrupa a Conadu, Conadu Histórica, Fagdut y Fedun, surgió como una rápida respuesta “a los primeros ataques que el gobierno hizo contra la universidad cuando acababa de asumir, por eso hicimos un acercamiento con las distintas corrientes del estudiantado y a partir de marzo en un plenario del Consejo Interuniversitario Nacional, se logró que todos salgamos en conjunto y eso es lo que estamos haciendo”, recordó la secretaria de Derechos Humanos de Conadu Histórica, Elena González.
Ese marco de unidad fue el que gestó las jornadas de movilización del 23 de abril y el 2 de octubre, pero también “las actividades como tomas y otras manifestaciones que, en todo el país, salen al cruce del veto que es un nuevo ataque a la universidad” y el martes pasado se acordó construir la semana de visibilización con clases públicas, manifestaciones y apoyo a las tomas “para decir que la universidad está dispuesta a defenderse”.
Queda claro que cada actor de la comunidad universitaria está haciendo lo suyo y, al respecto, Elena González, puntualizó que “hay diferentes niveles de responsabilidad: los rectores tienen la que les confiere haber aceptado conformar el gobierno de la universidad, los gremios tenemos la de seguir luchando para que ninguna de las conquistas se pierdan y ver cómo hacemos para que se cumpla con la paritaria que está congelada y el resto de lo que dispone la legislación vigente, mientras que los estudiantes defienden su futuro”.
Y fue clara cuando dijo que el gobierno nacional “produce violencia ante las tomas que son un mecanismo de lucha”, ya que “los estudiantes no pueden hacer huelga, entonces toman las facultades en defensa propia y esto es lo que debemos tener en cuenta” ya que “no le podemos exigir a los estudiantes que respondan por la responsabilidad que tenemos quienes estamos en los otros dos niveles… los estudiantes son jóvenes, tiene una dinámica diferente y por algo hay alrededor de ochenta facultades tomadas”.
Sin dudas que la Presidencia Milei apuesta a una escalada violenta del conflicto y esto enciende luces de alarma. “El gobierno está generando situaciones de violencia, haciendo que vayan grupos que no son de la universidad… cuando vi lo de la UnQui me abrumó”, sostuvo Elena y recordó que “fui estudiante durante los años 70… me acordé del asesinato de nuestro camarada Watu en los pasillos de la universidad de Bahía Blanca, fue como retrotraerme a épocas que creía que habían quedado en el pasado”.
Con este contexto puertas adentro de la universidad se presenta un frente sólido, que parece decidido a plantarse contra la destrucción del sistema que intenta imponer la Presidencia Milei ¿Pero qué pasa más allá de los claustros? ¿Acaso la comunidad universitaria cuenta con el apoyo necesario por parte de actores de la política liberal burguesa que poseen representación parlamentaria? ¿No es hora de que las centrales sindicales convoquen a un paro para apoyar la lucha que vienen realizando docentes, no docentes y estudiantes? Esto es algo que reclamó el plenario de secretarios generales que convocó hace dos días Conadu Histórica donde, recalcó Elena González, “se pidió a las centrales que realicen alguna manifestación de solidaridad con las universidades, algo que se considera que tendría que ser la convocatoria a un paro… se pide formalmente eso a las centrales sindicales”.