Honda suspendió 900 operarios hasta abril y se suma a los efectos de una crisis en este sector producto de la política económica de ajuste de Cambiemos.
Honda suspendió 900 operarios hasta abril por la profunda caída de las ventas en su planta de Campana y los empleados cobrarán el 70 por ciento del salario. Esto se enmarca en un contexto donde la crisis de la industria automotriz es terminal y las suspensiones llegan a más de siete mil trabajadores.
A estas firmas se le suma la de Ford, Iveco, Mercedes Benz y Fiat que ya comenzaron las suspensiones o planean hacerlo ante un panorama que pone en riesgo más de quince mil puestos de trabajo. Estos ceses de actividades se dan en un escenario donde el sector automotriz tuvo una caída de las ventas en un 50 por ciento solo en los primeros dos meses del año.
A su vez, en todos sus rubros, el sector industrial argentino viene con una caída de nueve meses consecutivos con un registro de 10, 8 por ciento según Indec si se lo compara con el mismo mes de 2018. Un panorama que solo trae nuevas familias en la calle y suspensiones.
A este combo se le suma la brutal caída del consumo a partir de la transferencia de recursos que propone el gobierno a través de las tarifas y la inflación: un esquema que deja a los trabajadores con una escasa capacidad de compra.
Y como si esto fuera poco, en la semana el Gobierno aprobó el preventivo de crisis presentado por la firma Fate que busca despidos masivos en la planta de San Fernando que cuenta con 1650 empleados.
Al respecto, Cristian Poli, secretario general de la CTA Ribera del Paraná, remarcó que “la caída del consumo en este sector es muy fuerte, por ejemplo, acá en Zárate, Toyota suspendió el turno del día sábado que genera una merma en el sueldo de los trabajadores producto de la caída del consumo y también la situación de crisis en Brasil y a nivel regional”.
Por el lado de Honda, señaló: “es muy probable que levante la producción y levante la empresa. Ante esta situación muchos gremios están dispuestos a dar la batalla pero la realidad objetiva es que ante esta crisis la descentralización de la lucha se favorece”.
En ese sentido, remarcó que “estamos afianzando la unidad en esta zona frente a los tarifazos, lo positivo tiene que ver con la coordinación de las luchas que se están dando. Sin embargo, todavía necesitamos una coordinación nacional para darle otra perspectiva”.
“Desde las bases, desde las regionales, más allá de las medidas anunciadas para abril, exigimos con urgencia un paro general con movilización ante estas políticas de ajuste con un plan de lucha sostenido que nos va a permitir mayor fortaleza para enfrentar a este gobierno”, enfatizó.