“No al veto de Milei y Macri a la movilidad jubilatoria”, fue la consigna con que ayer marcharon hacia Plaza de Mayo como inicio de su plan de lucha. “Hemos logrado unidad de acción que es importantísimo”, celebró desde el MJL, Juan Carlos Serra.
El veto anunciado por Javier Milei fue un factor aglutinante para la convocatoria que ayer movilizó a un amplio abanico de organizaciones, entre ellas el Movimiento Jubilados Liberación (MJL), que enfrentaron una nueva represión policial, pese a lo que se dieron cita para marchar entre el Congreso y Plaza de Mayo bajo la consigna “No al veto de Milei y Macri a la movilidad jubilatoria”.
La movilización salió al cruce del anuncio de veto que hizo Javier Milei, ni bien se supo que la Cámara de Diputados había sancionado favorablemente un proyecto consensuado por las bancadas opositoras, que modifica el DNU por el que estableció un régimen de movilidad jubilatoria que en la práctica recorta todavía más los haberes del sector.
Pero asimismo, en este contexto, el presidente aseveró que podría judicializar la iniciativa en el caso de que, tras el veto, los legisladores consigan los dos tercios necesarios para insistir en su sanción y puso en duda el pago de un bono para los jubilados junto a los haberes de septiembre. Y, en este punto, cabe recalcar que el proyecto votado abre apenas una modesta perspectiva de recomposición de las jubilaciones y que su aplicación traería un pobre impacto fiscal.
“Desde hace un tiempo largo, ya con el gobierno anterior, venimos trabajando para lograr un grado de unidad en la resistencia que pueda tener suficiente volumen”, puntualizó desde el MJL, Juan Carlos Serra y añadió que en esta dirección, “articulamos con una cantidad de sectores de todo tipo”, entre los que se encuentran la Mesa Coordinadora, la Multisectorial por la Seguridad Social, la Confederación de Jubilados y Pensionados, Adultos Mayores del Frente Grande, Jubilados de Izquierda, ATE-Capital, la Corriente Clasista y Combativa, así como sectores de Unidos y Organizados.
Esta movilización representa el puntapié inicial de un plan de lucha que fue decidido el sábado pasado en el Plenario Abierto de Jubilados y Pensionados que se hizo en la sede de la Mutual Sarmiento, en Ciudad de Buenos Aires, bajo la consigna “225.000 pesos no es salario, es genocidio” (Ver Plan de lucha y unidad en la acción).
“La jornada de ayer merece una alta valoración”, puntualizó Serra y destacó la amplia representatividad de las organizaciones participantes, pero también la de dirigentes sindicales como Sergio Palazzo, Daniel Catalano y Hugo Cachorro Godoy, que marcharon junto a los trabajadores jubilados. Tras lo que hizo hincapié en que el veto presidencial, “que cuenta con la complicidad de Mauricio Macri, es una vuelta de rosca más en el genocidio que se viene cometiendo contra los jubilados”.
Por otra parte resaltó que, pese a la brutal represión que personal policial desató contra los jubilados, “la marcha hacia Plaza de Mayo fue importante”, por lo que la jornada de ayer “marca el comienzo de una etapa que muestra que tenemos una acumulación de fuerza… de compañeros, que están decididos a resistir y que esto puede servir para sumar a organizaciones sociales y políticas no sólo de jubilados”. Y, al respecto, no dudó a la hora de remarcar que “vamos a seguir con nuestro plan de lucha”.
La cosa es clara y contundente a vez. Todo la tarea militante que este sector de trabajadores viene llevando a cabo sin pausas, representa un paso adelante en la construcción de un centro que coordine todas las luchas que, hoy por hoy, se libran contra el modelo que la clase capitalista que actúa en nuestro país pretende imponer por medio de la Presidencia Milei.
“Hemos logrado una unidad de acción que es muy importante, porque ahora tanto las dos CTA como la CGT van a tener que decir algo al respecto”, sostuvo el referente del MJL y añadió que esto “habilita a que tengamos una concentración mayor, sumando también a organizaciones que tienen que ver con la cultura, la universidad y los estudiantes… en fin, con otros actores del campo popular con quienes es necesario articular para generar las condiciones para construir resistencia”.
Ya que, insistió Serra, “hay que seguir planteando que además de la crisis de un capitalismo que es incapaz de resolver los problemas que tiene la humanidad, aparece una crisis de alternativa, que es una crisis que debemos resolver los sectores populares”. Y refirió que, en este escenario, “planteamos que es preciso la avanzar hacia una alternativa de carácter nacional, popular y revolucionaria que se construye desde la resistencia en las calles y que, evidentemente, tiene que ser de izquierda, pero asimismo tiene que brindar cabida a todos los sectores que estén de acuerdo con un programa de esta naturaleza”.
De ahí que “vemos que se viene abriendo paso nuestra idea respecto a la necesidad de construcción de un centro coordinador de todas las luchas” y esto es algo que “nos genera mayor compromiso en la resistencia y en cada una de las luchas que venimos librando”.
Durante la década de los 90, cuando de la mano del menemismo el Consenso de Washington se pavoneaba por la región y particularmente por nuestro país, en medio de un pueblo que por momentos parecía aletargado, fueron los trabajadores jubilados y pensionados quienes levantaron la bandera y se plantaron contra la obscenidad neoliberal. Más de dos décadas pasaron y, nuevamente, cuando se presenta un escenario similar vuelven a ser los jubilados y pensionados los que pican en punta y se plantan. “Vuelve a pasar lo mismo, es que los que ya tenemos algunos años, hemos sido muy combativos en la década de los 70 y eso nos da una experiencia de lucha y resistencia, pero también se debe a que eso mismo nos brindó una formación y preparación que se ve ahora cuando tenemos que volver a ganar la calle”, reflexionó Serra y no se equivoca.