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Continua la lucha para apagar los focos de incendios en el delta del Paraná que afecta a Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Además del deterioro ambiental, se denuncia lo perjudicial que es para la salud de las personas en las ciudades aledañas.

“Necesitamos una ley de humedales a la altura de las circunstancias, que salga de la organización popular y no de los negocios de la agroindustria”, aseveró la militante de La Fede de Rosario, Paula Stange, en el marco de los incendios producidos en el delta del Paraná, tras lo que denunció que “hace años en Rosario nos estamos ahogando en humo”.

Ya van quince mil hectáreas quemadas en Santa Fe y Entre Ríos y hay más de 1400 focos activos en la zona a los que se suman “cuatro o cinco focos cada día”, según el ministro de Ambiente, Juan Cabandié que apunta directamente a los dueños de campos dedicados a la producción ganadera, que “limpian” los terrenos por medio de las quemas.

Es que los intereses económicos que hay detrás de la quema de campos involucran a diferentes actividades de la zona e incluso a la especulación inmobiliaria. Pero una de las actividades más señaladas es la ganadera, que utiliza las quemas como una práctica para limpiar campos que se dedican a la actividad. Desde 2019, las cabezas de ganado en la zona de islas pasaron de 137 mil a 190 mil.

En una entrevista publicada en 2008 por Rosario3, productores ganaderos explicaron los motivos de estas prácticas: “la quema de pajonales isleños es fundamental para que, pasado el invierno y antes de que lleguen las lluvias de la primavera, pueda germinar el verde sobre las zonas secas, que es la comida del ganado”, explicaban.

Así las cosas, ante estas prácticas de quema de pastizales nativos y destrucción de ecosistemas naturales en las islas del delta del Río Paraná, la CTA denunció que esto se está ante un ecocidio.

Es que en lo que va de 2022 se consumieron más de noventa mil hectáreas sólo en el área que va desde la ciudad de Santa Fe a la localidad de Zárate. Si a esta cantidad de hectáreas se le suman las ya alarmantes cifras registradas durante 2020 y 2021, producto de las quemas descontroladas, sequía y la bajante del río, el resultado es devastador: casi un millón de hectáreas destruidas sobre un área total de aproximadamente 2,3 millones de hectáreas.

Y, en este marco, personal de las Fuerzas Armadas arribó el domingo pasado al Comando Operativo instalado en la localidad santafesina de Alvear, para fortalecer y trabajar, en forma coordinada, en la lucha contra los incendios que afectan a la zona de islas del delta del Paraná, por pedido del gobernador Omar Perotti.

 

Un problema sanitario

 

Desde hace varias décadas, las quemas de pastizales en el delta vienen afectando notoriamente la vida cotidiana de los pobladores de la ribera del Paraná, donde proliferan enfermedades respiratorias y alergias producidas por el humo que deteriora la calidad del aire que se respira en poblaciones que se encuentran dentro de un radio que supera los 50 kilómetros del epicentro de los focos ígneos.

“Mucha gente que tenía afecciones pulmonares tuvieron recaídas, estamos teniendo problemas para respirar, muchos usan el barbijo para no respirar humo”, describió Paula Stange y advirtió que “es evidente el daño que provocará a mediano y plazo respirar humo durante tanto tiempo”.

El hartazgo social por la ineficacia del Estado en erradicar las quemas en las islas es transversal a toda extracción socioeconómica, etárea, política y geográfica. Por eso, días atrás, en Rosario el Monumento a la Bandera se pobló de gente, carteles y banderas con lemas que reclamaban “basta de quemas, basta de humo, basta de negocios a costa de la naturaleza y de la salud”.

También hubo consignas de claro repudio al poder político y judicial. Ahí se vieron mensajes que apuntaron como parte del problema al ministro Cabandié, al intendente Pablo Javkin, al gobernador Omar Perotti y al juez federal de Victoria, Federico Martín.

Al respecto, Stange remarcó la necesidad urgente de que se avance hacia la sanción de una Ley que proteja los humedales, pero dejó en claro que el proyecto que se debate actualmente en tres comisiones de la Cámara de Diputados. “La ley que está tomando impulso con Massa como ministro de Economía tiene que ver con un lobby relacionado a los grandes empresarios”, denunció la militante de la FJC, por lo que puso el foco en que “es importante tener en cuenta qué ley se puede sancionar”.

En esta línea, apuntó como responsables de los incendios a “las trasnacionales y las empresas que sacan provecho para la cría de ganado”, tras lo que señaló que “vemos que también hay responsabilidades estatales por acuerdos que se tienen con el negocio agropecuario y por eso no tienen ningún tipo de intención de que el problema deje de existir”.

Y finalizó haciendo hincapié en que “preservar los humedales es fundamental y hay que denunciar y entender cómo afectan los negocios de las multinacionales a nuestra salud, pero para solucionar este tema, la salida tiene que ser colectiva”.