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Jue, May
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“Que la gobernadora deje de hacer juego político con las víctimas, construyendo hipótesis en el mismo formato con que se construían con la desaparición de Santiago Maldonado”, recalcó Alejandro Forni.

La respuesta del gobierno bonaerense ante la explosión de una garrafa mal instalada en una escuela de Moreno fue, tras su evitable desidia, de inacción, mentira o tergiversación de los hechos. Pero los docentes ante esta desgracia, que aunque costó dos vidas de trabajadores pudo ser todavía mayor, brindaron una respuesta más activa: el miércoles pasado se movilizaron en La Plata e hicieron que con su reclamo por mejoras en la infraestructura de las escuelas bonaerenses, la capital provincial tronara en un solo grito.

Previamente y ese mismo día, en Moreno, desde el acampe que frente al Consejo Escolar local se mantiene en rechazo de la intervención del mismo por parte del gobierno provincial (que colocó a su alfil Karina Politti), más de 3 mil personas entre docentes, alumnos y sus padres, habían marchado y cortado ruta para impedir esa intervención, que todavía no se efectivizó gracias a la resistencia popular.

La movilización en La Plata fue masiva y contó con gran presencia comunista, como la contó en Moreno. Fue organizada en unidad de acción por el Frente de Unidad Docente Bonaerense y ATE provincia de Buenos Aires. El objetivo fue la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia, pero al no ser recibida allí por ningún funcionario competente, se dirigió a la casa de Gobierno señalando masivamente que Vidal es responsable.

Allí, Roberto Baradel, secretario de Suteba, dijo: “deben hacerse cargo de la infraestructura escolar de toda la Provincia”. Y repuso: “más de 850 Escuelas tienen las clases suspendidas” cuando “ya pasaron 12 días de conciliación obligatoria y todavía no nos han convocado”.

La mencionada conciliación venció el viernes pero, atenta a sus intereses políticos, Vidal preparó su estrategia: pateó el problema para más adelante y, al filo del vencimiento del plazo legal, llamó a los docentes a una reunión que recién se concretará el jueves de esta semana. Mientras tanto, las escuelas afectadas a problemas graves de infraestructura permanecen cerradas merced a prudentes determinaciones de sus cuerpos docentes y los grupos familiares del alumnado.

Los trabajadores de la educación no pudieron entregar el petitorio que llevaron a la cartera educativa provincial a más de diez días de la explosión en la escuela N° 49 de Moreno, que se cobró la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. Los funcionarios no los recibieron, eso pese a que el reclamo fue expresamente por “escuelas dignas” en el ámbito público de la mayor provincia argentina.

Pero esta falta de respuesta, a diferencia de lo trasuntado por la tragedia de Moreno, no es desidia: es la propia acción del gobierno provincial que, a tono con las políticas neoliberales encaradas por el macrismo en todos los estamentos de poder que controla, por un lado ajusta y aprieta la educación pública y, por otro, coloca ejércitos en las calles. (Sabe que a todo ajuste sobre lo público le sigue la acción popular).

En ese sentido y no en otro se debe interpretar el anuncio de Vidal de reformas a la policía provincial que, entre otras cuestiones, contempla un plan para sumar un ejército de otros 6.500 uniformados en las calles bonaerenses. “No vamos a parar de pelear contra todo lo que tengamos que pelear para que la gente esté más segura y en paz”, dijo Vidal para presentar a sus huestes, como si no estuviera haciendo ella misma todos los esfuerzos para que no haya comida en las mesas y educación en las escuelas, luz verdadera de paz.

A la política del ninguneo, política de las calles

Alejandro Forni, trabajador docente e integrante del comité central del PC, tras enfatizar que “entre otras cosas se reclama, además de salario, mejoras de infraestructura para la escuela pública”, resaltó que la del miércoles “fue una marcha muy nutrida y masiva”. Agregó que se dio para reclamar a la gobernadora “que deje de hacer juego político con las víctimas, construyendo hipótesis en el mismo formato con que se construían con la desaparición de Santiago Maldonado”.

“Vidal ha dicho también que la muerte de nuestros dos compañeros en la localidad de Moreno, Sandra y Rubén, de la escuela 49, pudo haber sido por organizaciones que fueron a hacer un sabotaje a la escuela”, cuestionó. Le sumó que sólo en el distrito afectado por la explosión son 200 las escuelas cerradas por problemas de infraestructura.

“Como docentes, estamos cumpliendo las guardias en las puertas de las escuelas y con actividades para garantizar la continuidad pedagógica”, informó Forni para sumar después: “ahora estoy en una escuela de La Reja Grande, la 35 Lola Mora, en donde la continuidad pedagógica pasa porque estamos haciendo actividades multidisciplinarias en el playón de la plaza central de La Reja”.

“Al gobierno no le interesa lo que sucede en la escuela pública”, sostuvo y consideró que en esa lógica el macrismo acciona “al mejor estilo de la década menemista: escuela que se cierra es escuela que nunca más abre”.

Luego analizó: “al haber sido desregulado el sistema nacional educativo y traspasado a las provincias, se generó un gran desequilibro salarial y se dividió al movimiento docente al tener que luchar sectorialmente por provincia en reclamo de salario e infraestructura”. “La respuesta del gobierno es profundizar aún más el ajuste”, puntualizó y añadió: “es una no respuesta que es una respuesta también, una respuesta política”.

“Tienen bien clara cuál es su postura y su política”, dijo en referencia al macrismo. En ese sentido, advirtió: “ya tienen el camino negociado con sectores vinculados a las iglesias y demás para que se abra la inscripción a las escuelas privadas con tarifas económicas”. Consideró a este como un plan para “una educación privada para pobres”.

 

Posteriormente, el dirigente comunista manifestó que la política de la contraparte, la de la lucha docente, contempla “mantener vivo el conflicto” y “reunirnos con toda la comunidad educativa” sin olvidar que “es central el apoyo de toda la comunidad”. Instó: “la educación pública es un derecho universal consagrado constitucionalmente y hay que defenderlo”.

 

 

Finalmente, Forni manifestó: “si la política del gobierno va a seguir siendo esa y no dar respuestas, nosotros vamos a seguir luchando y resistiendo para contribuir desde nuestro criterio y nuestro trabajo, a que se termine la política neoliberal en nuestro país lo más pronto posible”.