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Vie, Abr
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Tribunal Oral en lo Criminal 4 de La Matanza sentenció 21 años y ocho meses. El caso de gatillo fácil, fue caratulado como un hecho que el policía Ezequiel Benítez perpetró “en exceso del cumplimiento de sus funciones”.

El policía bonaerense Ezequiel Benítez fue condenado a 21 años y ocho meses de prisión, después de que un jurado popular lo declarara culpable de matar “en exceso del cumplimiento de sus funciones” a Lucas Verón. La condena también incluye el intento de asesinato de Gonzalo, quien es amigo de Lucas.

Durante la madrugada del 10 de julio del 2020, Lucas cumplía 18 años y festejaba sus amigos en su vivienda. Junto a Gonzalo salieron en moto a comprar más gaseosas a un quiosco del barrio Villa Scasso, pero en el recorrido se cruzaron con un móvil del Comando de Prevención Comunitaria de González Catán que circulaba con las luces y sirenas apagadas. A bodo iban Benítez y Cintia Duarte, quienes sin dar la voz de alto los persiguieron y dispararon. En la esquina de Achegas y Llerena, la camioneta policial los embistió por detrás, los jóvenes cayeron al suelo e intentaron alejarse corriendo. Benítez disparó al menos dos veces, una bala le atravesó el pecho de Lucas y lo mató.

La decisión del tribunal popular se hizo pública el miércoles de la semana pasada y dos días después, el juez Gerardo Gayol del Tribunal Oral en lo Criminal 4 de La Matanza sentenció a Benítez pero también a Duarte a quien le aplicó una pena de cuatro años, como coautora del homicidio en exceso del cumplimiento del deber.

Pero lo cierto es que se trató de un nuevo caso de gatillo fácil, tal como lo denunciaron durante los últimos dos años la familia Verón junto a un grupo de organizaciones sociales, políticas, sindicales y de Derechos Humanos entre los que está el Partido Comunista y la Liga, que acompañaron movilizaciones y actos para exigir justicia.

La movilización fue fundamental para llevar a los asesinos al banquillo de los acusados ya que, en un primer momento, se pretendió encubrir el crimen. Pero asimismo fue clave para volver a poner sobre el tapete que es preciso hundir el cuchillo a hueso si se quiere modificar la conducta de fuerzas policiales que fueron diseñadas para la represión popular y que, desde entonces, eso es lo que reproducen.

“Lo de Lucas Verón es un eslabón más de la cadena de asesinatos y crímenes que viene cometiendo la policía contra chicos y jóvenes”, advirtió desde el PC matancero José Chapu Urreli y añadió que “es lamentable que en Argentina quienes supuestamente deberían cuidar al pueblo, estén metidos en todas las fechorías habidas y por haber, no sólo en el contexto de la corrupción económica, sino en la droga, prostitución…en todo”.

En este sentido, aseveró que “esto tiene que ver también con la descomposición de una sociedad que se degrada día a día”, algo que se vincula “con la crisis del capitalismo y los poderes fácticos”. De ahí que “la policía juegue un rol lamentable, porque desde su concepción y formación, se la prepara para reprimir al pueblo en lugar de defenderlo y cuidarlo”.