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Se hizo en coincidencia con la conmemoración del Día de los Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Sur.

En coincidencia con la conmemoración del Día de los Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Sur, que se conmemora cada 3 de abril para recordar el asesinato a manos de la Triple A de David Watu Cilleruelo, se llevó a cabo el primer acto de entrega de fichas y legajos reparados que corresponden a integrantes de la comunidad universitaria que sufrieron persecución política durante el terrorismo de Estado.

En este contexto, durante esa misma jornada y previo a la entrega de legajos, tuvo lugar frente al Aula Magna de la Universidad Nacional del Sur un homenaje a Watu Cilleruelo que estuvo convocado por la Federación Juvenil Comunista de esa casa de estudios.

El 3 de abril de 1975, Watu repartía volantes en los pasillos junto a un compañero para convocar a una reunión, cuando fue interceptado por un grupo de la Triple A que le pegó un tiro y se retiró en el auto del Rectorado de la Universidad Nacional del Sur. Así la Alianza Anticomunista Argentina, encabezada por José López Rega, se llevaba la vida de David Cilleruelo, un estudiante de Ingenería de la UNS, que era secretario general de la Federación Universitaria del Sur y militaba en la FJC.

Su causa fue paradigmática y su nombre resonó en todos los pasillos de su Universidad, como el de cada estudiante que sufrió el ataque de las fuerzas represivas en la época de la Triple A y en la posterior dictadura cívico-militar. Más de cuarenta años después, el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca finalmente condenó a cuatro miembros de esa organización terrorista por delitos de lesa humanidad que fueron perpetrados entre 1974 y 1975 en esa ciudad, entre ellos, el asesinato de Watu.

El 5 de noviembre de 2021, se hizo en el salón de actos del Rectorado de la UNS, en Bahía Blanca, la ceremonia en la que se le otorgó el Doctorado Honoris Causa a David Cilleruelo, de acuerdo a una decisión adoptada por el Consejo Superior que aprobó la iniciativa que promovió la Comisión por el Reconocimiento Académico a Watu, que fue acompañada por centenares de firmas representativas de diversos sectores académicos y variadas identidades políticas, sindicales y sociales.