La Liga y el MTL volvieron a exigir que se haga justicia a 21 años de la Masacre de Puente Pueyrredón
La Liga Argentina por los Derechos Humanos (Ladh) y el Movimiento Territorial Liberación (MTL), volvieron a exigir que se haga justicia a 21 años de la Masacre de Puente Pueyrredón en la que fueron asesinados los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, por la que el 9 de enero de 2006 el Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora condenó a Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta a cadena perpetua por doble homicidio y siete tentativas de homicidio.
Por su parte, el comisario Félix Vega y los principales Carlos Quevedo y Mario De la Fuente recibieron sentencias de cuatro años de prisión por encubrimiento agravado, en tanto que el oficial Gastón Sierra y el cabo Lorenzo Colman fueron condenados a tres y dos años de cárcel por el mismo delito. Y el ex policía Celestino Robledo, recibió una condena de diez meses por “usurpación de autoridad”, porque actuó en la represión pese a que no era policía.
Pero aunque se instruyeron causas a funcionarios gubernamentales, ninguna prosperó, como tampoco lo hizo la línea de investigación que pretendía indagar en las responsabilidades políticas que tuvo la Masacre. “En junio de 2002, el gobierno de Duhalde ordenó la represión de Puente Pueyrredón, buscando por un lado poner fin a las movilizaciones populares masivas iniciadas en diciembre de 2001 y, por otro, proscribir el movimiento piquetero”, recuerda la Ladh y denuncia que lo hizo “para instaurar un ajuste neoliberal, porque siempre se necesitó la represión de los sectores movilizados”.
Por su parte, el MTL hace hincapié en que “bajo la presidencia interina de Duhalde, la represión fue salvaje” y añade que en este episodio “también mostró sus garras el grupo Clarín, tapando inescrupulosamente los hechos y, en un acto de cobarde complicidad, ocultó la información que tenía y tituló ‘La crisis causó dos nuevas muertes’”.
Tras lo que resalta que “de nada sirvió esa patraña”, ya que “la lucha popular de todos los sectores sociales, políticos y sindicales que resistimos esas políticas nefastas, puso al descubierto que fue un asesinato”.
Así las cosas, a veintiún años del hecho, la Ladh vuelve a insistir en que “siguen impunes los responsables políticos del asesinato de Kosteki y Santillán”, al tiempo que advierte que la Masacre de Puente Pueyrredón es un hecho vigente, por la impunidad que lo rodea pero también porque “la represión vuelve a ser la moneda que asegura el plan neoliberal de hambre, entrega de recursos y miseria para el pueblo trabajador”.