Pese a Precios Justos volvió a trepar la inflación. Desde La Violeta en Suteba advierten que ese programa “es una buena medida pero no alcanza”.
“Me parece una buena medida pero no alcanza”, advirtió la subsecretaria de Condiciones Laborales y Medio Ambiente de Trabajo de Suteba, Alba Werenchuk, al referirse a la evolución del Programa Precios Justos (PPJ) y queda claro que no se equivoca a la luz de los datos que arrojó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) medido por el Indec en enero.
Vale recordar que ese mes el IPC dio una suba del seis por ciento, lo que implica que el acumulado interanual se incrementó un 98,8. Pero la situación es aún más preocupante si se considera que los productos que forman parte de la Canasta Básica de Pobreza y la Canasta Básica de Indigencia se catapultaron un 7,2 por ciento durante ese mes.
De acuerdo al Indec, estas subas encuentran sustento fundamentalmente en el encarecimiento de frutas y verduras, así como por el de la carne bovina. De este modo una familia compuesta por cuatro integrantes precisa tener un ingreso mensual de, al menos, 163.539 pesos para no ser considerado pobre.
Con este telón de fondo, el Gobierno anunció la puesta en marcha del Programa Integral de Impulso a la Producción y el Consumo de Carne que, entre otras cosas, prevé descuentos en la venta al público, incentivos a la producción y beneficios impositivos a la cadena de comercialización. En lo inherente al consumo, el Ministerio de Economía acordó un paquete que incluye descuentos de alrededor del 35 por ciento promedio sobre los precios vigentes en supermercados de siete cortes.
Pero la experiencia dice que los Precios Cuidados se transformaron en Justos y, pese a eso, la remarcación continúa. “El control en los supermercados es sólo una parte, ya que en la cadena de aumento de precios intervienen monopolios como Molinos Río de la Plata que son los formadores de los precios”, recordó Werenchuk y sostuvo que “hay que ponerle un freno a esos abusadores con políticas de control más firmes por parte de los organismos del Estado”.
Pero asimismo “fomentando la construcción de empresas nacionales de alimentos, una junta nacional de granos, silos propios, empresas productoras estatales, creando mercados populares en los barrios y apoyando a la economía familiar”.