Comandos del gobernante Partido Popular Indio destruyeron sedes del Partido Comunista que responsabiliza al el primer ministro Narendra Modi por estos hechos.
En el Estado indio de Tripura, decenas de oficinas y sedes del Partido Comunista de India (PCI-M) fueron atacadas, incendiadas y algunas demolidas por bandas del Bharatiya Janata (Partido Popular Indio), que preside el primer ministro Narendra Modi.
“Se trató de un ataque fascista que fue planificado”, denunció el PCI-M y destacó que en simultáneo “también hubo asaltos a domicilios de militantes y dirigentes comunistas, que fueron incendiados y saqueados”, al tiempo que “por su apoyo a las propuestas comunistas”, fueron atacadas las oficinas del diario bengalí Daily Desher Katha.
“La evidente responsabilidad del gobierno del Bharatiya Janata en los ataques a las sedes comunistas se constató en la complicidad de la policía, que presenció los ataques sin actuar, llegando a facilitar la acción de los comandos fascistas”, alertó el PCI-M y lamentó que “la policía presente ante la sede del comité estatal en Tripura del Partido Comunista fue retirada una hora antes de que se iniciase el asalto fascista”.
Estos ataques fueron perpetrados cuando el PCI encabeza las protestas que proliferan en todo India, para exigir que el gobierno que encabeza Modi establezca una ayuda de 7.500 rupias mensuales para las familias más afectadas por caída salarial que se profundizó con la pandemia, así como que se implementen precios máximos en el precio de los combustibles y que se reviertan las privatizaciones de empresas públicas, entre otras demandas.