Aunque también los golpea el ajuste que perpetra Javier Milei, los uruguayos residentes en Argentina se las ingenian para estar el domingo en su país y participar de las Presidenciales. “Los militantes tienen una ansiedad tremenda para el traslado”, sostuvo el titular del PCU, Juan Castillo.
“Los militantes tienen una ansiedad tremenda para el traslado”, dijo el secretario general del Partido Comunista Uruguayo (PCU), Juan Castillo, al referirse al operativo logístico montado por el Frente Amplio (FA) en la búsqueda de facilitar que orientales residentes en nuestro país, fundamentalmente en Ciudad de Buenos Aires y su conurbano, puedan cruzar el Río de la Plata para votar en las elecciones en las que de acuerdo a todas las encuestas previas, la fórmula integrada por Yamandú Orsi y Carolina Cosse tiene la delantera de cara a la primera vuelta del domingo venidero.
Como se recordará, el binomio Orsi-Cosse competirá con otras diez fórmulas entre las que se destacan las del Partido Nacional que integran Álvaro Delgado y Valeria Ripoll, así como la del Partido Colorado conformada por Andrés Ojeda y Robert Silva, y la de Cabildo Abierto con Guido Manini Ríos y Lorena Quintana.
Con este telón de fondo, Castillo evaluó que la cantidad de personas que viajen para votar, va a reducirse respecto a otras elecciones como consecuencia de la situación económica que vive Argentina que está atravesada por una feroz recesión que, por supuesto, no respeta a los residentes uruguayos, pero de todos modos confió en que tal como en comicios anteriores, el “voto Buquebus” fortalezca las chances frenteamplistas.
El secretario general del PCU remarcó que aunque no se esperan las “veinte mil o treinta mil personas” de otras veces confía en que se va a trasladar un número importante de uruguayos. “La situación económica de Argentina es mucho más difícil de lo que nosotros creemos, pero además también hay una lejanía política en el tiempo, hay exiliados allí de cuarenta o cincuenta años atrás que se han vuelto grandes o que ya no están, los hijos a veces no es lo mismo”, sostuvo Castillo y puntualizó que “quienes están más vinculados a la estructura militante tienen una ansiedad tremenda por el traslado”.
De ahí que hiciera hincapié en que “hay que generar formas para abaratarles los costos” ya que “algunos tienen condiciones para venirse por sus propios medios y aprovechan para estar de reencuentro con las familias y hay otros que tienen posibilidades de viajar con alguna rebaja”, pero algunos “ni aún así pueden y estamos viendo la posibilidad de venirse en buses”.